La Grandeza que podrían hacer suya: La Religion como Agente para

Statements

La Grandeza que podrían hacer suya: La Religion como Agente para

26 August 1995

INTRODUCCIÓN

Acorde con el espíritu de esta época, la mujer debe avanzar y completar su misión en todos los aspectos de la vida, convirtiéndose en igual del hombre. Debe estar al mismo nivel de éste y gozar de iguales derechos. Esta es mi fervorosa súplica y uno de los principios fundamentales de Bahá'u'lláh.
'Abdu'l-Bahá

La Religión como Agente para Promover

el Adelanto de la Mujer a Todo Nivel

Janet A. Khan

El Programa de Acción para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing recalca la importancia de salvaguardar los derechos humanos de la mujer y enfatiza el principio de la responsabilidad compartida y la asociación entre mujeres y hombres como base para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz. Proyecta una Agenda para la Igualdad que llama a la acción inmediata para crear un mundo pacífico, desarrollado y justo, basado en el principio de la igualdad para gente de toda edad y toda condición, sustentado por el conocimiento, la energía, la creatividad y las destrezas de la mujer. Es así que, a diferencia del pragmatismo puro, el Programa de Acción encarna las cuestiones asociadas al avance de la mujer desde el punto de vista del principio moral. La implementación efectiva de estos objetivos necesariamente requerirá cambios en los valores, el comportamiento, y los procedimientos, y una modificación de la dinámica interna de poder y de las estructuras organizacionales.

Tradicionalmente las grandes religiones del mundo han sido importantes fuentes de visión y de valores así como agentes primarios de socialización. Los principios y valores espirituales que inculcan no sólo forman la base de una unificadora visión mundial, sino que también sirven para motivar a individuos e instituciones sociales tanto para tomar acción en cuanto a dichos principios como para usarlos como pauta para medir acciones prácticas.

Los valores religiosos tienen una potencial dualidad: pueden fomentar la solidaridad humana o pueden intensificar los procesos de división y fragmentación social. De hecho, la historia que registra el rol de la religión en la promoción del avance de la mujer pone al descubierto una gran desigualdad. Mientras que, habitualmente, en los primeros años de su existencia las religiones tendían a alentar el avance y la participación de la mujer, en otros, la mujer ha sido activamente refrenada y oprimida por la religión, especialmente cuando prevalecen las fuerzas extremistas.

Muchos comentaristas reconocen la perdurable relevancia de los valores espirituales universales inculcados por la religión, y opinan que la aplicación de estos valores en las cambiantes circunstancias sociales y su impacto sobre la mujer deben ser re-examinados a la luz de las tendencias hacia la globalización. Como contribución a este discurso ofrecemos el ejemplo de la Fe Baha'i, cuyo sistema de valores respalda categóricamente el principio de la igualdad de mujeres y hombres en todas las áreas del quehacer humano, y cuya comunidad mundial está trabajando activamente por la emancipación de la mujer, muy especialmente en aquellos lugares del mundo donde los derechos de la mujer son tradicional y persistentemente negados. Destacaremos aquellos principios morales y espirituales que a nuestro parecer facilitan el cambio de valores requerido para la implementación efectiva de la Agenda para la Igualdad.

El reconocimiento de la unicidad básica de la humanidad es un pre-requisito para la evolución social y el futuro bienestar de la tierra y sus pueblos. El principio de la igualdad de los sexos es parte integral de este concepto. Los derechos de la mujer son claramente respaldados por el Fundador, Bahá'u'lláh, quien enfáticamente declara que "las mujeres y los hombres han sido y siempre serán iguales a los ojos de Dios". El alma racional no tiene género y las desigualdades sociales del pasado que fueron dictadas por los requerimientos de supervivencia ya no pueden justificarse en una edad en que los miembros de la familia humana se están haciendo más y más interdependientes.

El principio de la igualdad tiene profundas implicancias en la definición del rol de la mujer y del hombre. Roza todo aspecto de las relaciones humanas y es un elemento integral de la vida doméstica, económica y comunitaria. La aplicación de este principio necesariamente debe traer aparejado un cambio en muchos hábitos y prácticas tradicionales. Rechaza el delineamiento de roles rígidos, pautas de dominación y toma de decisiones arbitrarias; convoca para que la mujer sea plenamente admitida como socia en todos los aspectos del quehacer humano; y permite la evolución de los roles del hombre y de la mujer.

El principio de la igualdad también tiene influencia sobre la forma en que se fomenta el avance de la mujer. Los Escritos Baha'is proyectan la imagen de la humanidad como un ave donde un ala es la mujer y la otra es el hombre. A menos que ambas alas sean fuertes y bien desarrolladas, el ave no podrá volar. El desarrollo de la mujer se considera vital para el desarrollo integral del hombre y es visto como pre-requisito para la paz. Por ende, los miembros de la comunidad baha'i, tanto hombres como mujeres, y sus consejos administrativos democráticamente elegidos, comparten un fuerte compromiso para con la práctica del principio de la igualdad en sus vidas personales, en sus familias, y en todo aspecto de la vida social y cívica. Los individuos y las instituciones sociales colaboran en alentar el desarrollo y la emancipación de la mujer, y en diseñar e implementar programas para realzar su desarrollo espiritual, social y económico.

La Fe Baha'i enfatiza la educación como medio de promover el avance de la mujer. Dicha religión no sólo sostiene el principio de la educación universal sino que, cuando los recursos son limitados, da prioridad a la educación de las niñas y mujeres, ya que es solamente por medio de madres educadas que los beneficios del conocimiento pueden difundirse más efectiva y rápidamente entre la sociedad. Aboga por que las niñas y los niños sigan el mismo currículo en la escuela, y alienta a las mujeres a estudiar arte, oficios, ciencias y profesiones y a entrar a todo campo de trabajo, aún los que tradicionalmente han sido exclusivamente reservados al hombre.

La educación es considerada un medio importante para potenciar a la mujer. Además de la adquisición de conocimiento y de valores morales que conducen a la evolución social, la educación provee beneficios tales como el desarrollo de la mente y la capacitación en pensamiento lógico y analítico, habilidades organizacionales, administrativas y gerenciales, así como una realzada autoestima y un mejor nivel social dentro de la comunidad.

El tipo de educación visualizado y activamente buscado por la comunidad baha'i fortalece el rol de las madres y alienta en los hombres el espíritu de cooperación. Prepara a la mujer para la participación en todo campo de trabajo y les provee de las destrezas prácticas que les permita compartir el poder y la toma de decisiones. Las mujeres prestan servicio en todo nivel del sistema administrativo baha'i, desarrollando un papel distinguido a nivel internacional y siendo elegidas como miembros de consejos baha'is de gobierno nacionales y locales en todas partes del mundo.

El sistema de valores expresado en la Fe Baha'i está dando lugar al desarrollo de una vibrante comunidad mundial comprometida en la promoción de la emancipación y el avance de la mujer. El enfoque adoptado es consciente y evolucionario. En el largo plazo, esta religión está empeñada en implementar planes sistemáticos, guiados y sostenidos por la visión del principio de la igualdad de los sexos, desarrollados por medio de la consulta y con plena participación de la mujer, implementados en un espíritu de cooperación y totalmente apoyados por sus instituciones gobernantes. Tal enfoque es conducente a una reconstrucción social fundamental y a prestar significativo apoyo en el logro de los objetivos de la Agenda de Igualdad, tal como se expusiera en la Plataforma de Acción.

Luego de recibir su doctorado de la Universidad de Michigan en 1970, Janet Khan trabajó como consejera y especialista de programa en el Centro para Educación Permanente de la Mujer de la Universidad hasta 1976, fecha en que regresó a Australia para ocupar un puesto en el Departamento de Psicología de la Universidad de Queensland. Desde 1983 la Dra. Khan ha prestado servicio en el Departamento de Investigación en el Centro Internacional de la Fe Baha'i en Haifa, Israel. Anteriormente fue coordinadora de la Asamblea Espiritual Nacional de los Baha'is de Australia.

Educación

Sin duda, la educación establecerá su igualdad con el hombre.

Abdu'l-Bahá

Educando a las Niñas:

Una Inversión en el Futuro

Comunidad Internacional Baha'i

Durante veinticinco años, o lo que abarca una generación, ha estado disponible la información para documentar la correlación entre una variedad de indicadores cruciales de desarrollo y la educación de las niñas. Desde disminuciones en la mortalidad infantil, fertilidad, y la incidencia del HIV/SIDA hasta el mejoramiento del medio, se ha demostrado ampliamente que es la educación de la madre la que hace la diferencia 1 y que los efectos positivos aumentan con cada año adicional que una niña permanece en la escuela. Al tomarse en cuenta todos los beneficios, educar a las niñas produce mayores tasas de rendimiento que cualquier otra inversión que pueda hacerse en los países en desarrollo.2 Por lo tanto, la decisión de la 39ª sesión de la Comisión de incluir como tema prioritario de desarrollo un enfoque sobre la educación de niñas y mujeres toca una fibra sensible en los baha'is, cuyas enseñanzas piden una asociación plena e igualitaria entre mujeres y hombres.

Los Escritos Baha'is delinean tres tipos de educación: material, humana y espiritual. La educación material se ocupa del progreso y desarrollo del cuerpo. Es decir, enseñar a las personas cómo aumentar el bienestar físico incluyendo una mejor nutrición e higiene, mejor salud familiar y mayor capacidad para ganarse la vida y proveerse de alimentos, albergue y ropa. La educación humana tiene que ver con la civilización y el progreso de aquellas actividades que, a diferencia del mundo animal, son esenciales a la humanidad, tales como el conocimiento del comercio, las ciencias y el arte, y el entendimiento de las instituciones y las políticas. La educación espiritual o moral está dirigida a valores y la formación del carácter que, en gran medida, determinan el fin con que un individuo empleará cualquier conocimiento que adquiera.

En la Declaración Jomtien, emitida en 1990 por la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos (Education for All, EFA), la comunidad internacional fijó ambiciosas metas para la educación material o básica. Esas metas incluían el acceso universal a la educación primaria de alta calidad, la cual proveería a todo niño de las herramientas de aprendizaje básicas tales como el alfabetismo, los números y destrezas para la resolución de problemas. Un reciente informe de la UNESCO sobre progreso hacia la Educación para Todos en 121 países muestra que, mientras que el 90% ha completado los planes de la EFA, sólo el 10% ha presupuestado los recursos necesarios para llevar a cabo dichas metas.3 El compromiso de proveer este nivel más básico de educación material está aún por ser cumplido por los dirigentes del mundo.

En los países subdesarrollados la educación científica, técnica y civil que los baha'is incluyen bajo el título de educación humana, es cada vez más accesible por medio de la educación secundaria y terciaria. En algunos países, y en ciertos campos de estudio, el acceso de la mujer a la educación terciaria ha hecho que estén aún mejor educadas que los hombres. Pero la modernización ha escapado a la mayoría de las mujeres y puede que el siglo XX pase y termine dejando a un gran número de mujeres sin cambio.

La educación espiritual o moral casi nunca es vista fuera de escuelas parroquiales o instituciones religiosas, es rechazada en la mayoría de los países desarrollados como irrelevante o una intrusión en la educación moderna, y rara vez es auspiciada por donantes internacionales. Ésta es la única forma de educación que afirma la dignidad del espíritu humano en toda su diversidad, y formaliza su relación con lo Divino. Valores humanos universales tales como la confiabilidad, la honestidad, la cortesía, la generosidad, el respeto y la bondad, están desapareciendo rápidamente de nuestro mundo cada vez más beligerante y fracturado. La educación moral o de carácter, ya sea formalizada en programas religiosos o seculares o bien informalmente provista por miembros sabios y atentos sean éstos de familia o de la comunidad, es el modo en que aquello que es valorado por la sociedad y que da significado a la vida es transmitido a sucesivas generaciones.

Para los baha'is los tres tipos de educación son importantes. En los Escritos Baha'is las mujeres son alentadas a estudiar toda rama de conocimiento humano y a participar en pie de igualdad con los hombres en todo campo del quehacer humano. "Es evidente" --aseveran los Escritos Baha'is-- "que la educación de las niñas es de una consecuencia mucho mayor que la de los niños. Este hecho es extremadamente importante y debe ser atendido con la mayor energía y dedicación."4

Entre las consecuencias de proveerles a las niñas educación básica se encuentra el mejoramiento de las circunstancias materiales. La investigación muestra que cualquiera sea el contenido del currículo, las niñas se benefician al asistir a la escuela, al resolver problemas, al ampliar su mundo y compartir la base de conocimientos generalmente ofrecida a niños y hombres. Las contribuciones de las mujeres a las ciencias y el arte, aunque incipientes, evidencian de que dada la oportunidad, las niñas y las mujeres tienen la capacidad intelectual para mejorar sustantivamente la condición humana. Sin embargo, en lo que hace a la educación espiritual, no existen diagramas ni informes de progreso, ni estudios calificados que demuestren al mundo cuán importante es dotar a las generaciones futuras de las virtudes que llevan a la promoción del establecimiento de la unidad y la cooperación como base del funcionamiento de una comunidad mundial interdependiente. En este aspecto, los Escritos Baha'is recalcan las ventajas únicas que las niñas educadas incorporan a su doble deber de madres y primeras educadoras de la próxima generación, no sólo como las más efectivas difusoras de conocimiento en la sociedad, sino como transmisoras de valores culturales y sociales esenciales.5 Ya es tiempo de que las mujeres del mundo, al menos, agreguen a la convocatoria por la reforma educacional una petición en favor de la educación del espíritu humano.

El descuido de la educación del espíritu humano y el abandono del desarrollo del carácter han contribuido a numerosos problemas sociales aparentemente insolubles. Dado lo obviamente correcto que resulta educar tanto a las niñas como a los niños y las probadas ventajas que las mujeres educadas traen a sus familias, comunidades y naciones, el persistente fracaso en asegurar la educación de las niñas sugiere una falta de voluntad. De hecho, el tibio compromiso con la educación en general, y específicamente con la educación de niñas y mujeres, puede atribuirse tanto a la falta de una visión de futuro como de inspiración para lograrla.

El informe del Secretario General señala varios y formidables obstáculos para la educación de las niñas y sugiere medidas para superar dichos obstáculos. Sin embargo, notamos la falta de referencias a principios o valores humanos que pudieran inspirar la transformación de actitudes y comportamientos individuales y colectivos. Los baha'is encuentran en los principios de la unicidad de la humanidad y en la igualdad de hombres y mujeres la inspiración para el abandono de todo prejuicio, incluyendo los que están basados en el sexo, la nacionalidad, el credo, el grado de civilización material, la clase y el color. El principio de la unicidad de la humanidad, con su reconocimiento implícito del valor de cada miembro de la familia humana, debe ser enseñado en todas las escuelas, debe ser universalmente proclamado, y "constantemente recordado en cada país como preparación para el cambio orgánico que tal principio implica en la estructura de la sociedad. "6

De hecho, sobrevendrán cambios profundos cuando las mujeres ocupen su lugar en los organismos de toma de decisiones en todas las esferas a través del mundo. Este cambio orgánico no debiera causar conflicto. En la visión baha'i, el progreso material y espiritual de la sociedad depende de la plena participación de la mujer en todo campo de la actividad humana. Así pues, el enfoque baha'i busca una asociación integral y dinámica con los hombres para el avance de la civilización en su totalidad. De hecho, una parte importante de un gran programa para educar a las niñas para la asociación tiene que ser la re-socialización de lo masculino. A niños y hombres debe dárseles la oportunidad de comprender, por una parte, los efectos dañinos de actitudes y valores que permiten y hasta alientan la violencia, la opresión, la guerra y, por otra parte, de ver las ventajas para la sociedad, para la familia y para las niñas mismas cuando éstas reciben educación.

A medida que nos aproximamos al Milenio, casi parecería que necesitáramos un año de reflexión para dar tiempo a las personas del mundo para considerar cómo mejor responder a los rápidos y dramáticos cambios que están transformando la vida en el planeta. Las mujeres podrían inaugurar el año auspiciando una conferencia internacional sobre la paz y la prosperidad mundial. Tal conferencia podría buscar formas de acelerar el paso hacia la desmilitarización, la reducción de prejuicios, y la creación de una visión para el bienestar global definida no meramente en términos económicos, sino en términos de calidad de vida.

Un año de reflexión podría catalizar el proceso de crear una visión compartida para el futuro y podría proveerles a las comunidades locales, nacionales y regionales, una oportunidad de examinar sus valores tradicionales e identificar a aquellos que ayudarán a la humanidad a realizar una visión de prosperidad global. De tales conferencias podrían emerger valores y principios que pudiesen ser universalmente aceptados y traducirse en acciones pragmáticas.

La Comunidad Internacional Baha'i puede atestiguar, basada en su propia experiencia, que el examinar y reformular las creencias y valores tradicionales para ajustarse a una nueva visión puede lograrse de una manera pacífica, armoniosa y participativa. Exhortamos a la comunidad mundial a que fije la agenda para la reflexión y comprometemos nuestro apoyo para con esta noble iniciativa.

NOTAS

1 "Making the Case for the Gender Variable: Women and the Wealth and Well-being of Nations," Technical Reports in Gender and Development, Oficina de la Mujer en el Desarrollo, Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU, 1989.

2 Summers, Lawrence H., Vice-Presidente y Economista en Jefe para el Banco Mundial, "Investing in All the People", 1992.

3 Nat Coletta, "Education for All: What Next?" un artículo para el Banco Mundial, 1994.

4 'Abdu'l-Bahá, Educación Baha'i, 2•58, p. 56. Editorial Baha'i Indolatinoamericana, Ebila, Buenos Aires, Argentina. 1986.

5 'Abdu'l-Bahá, Selección de los Escritos de 'Abdu'l-Bahá, #95, pp. 126-127. Ebila-1987.

6 Casa Universal de Justicia, La Promesa de Paz Mundial, sección III, párrafo 3. Ebila- 1990.

La declaración de la Comunidad Internacional Baha'i presentada como documento oficial a la 39ª sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer de las Naciones Unidas, bajo el ítem 2 de la agenda provisional, "Priority Themes: Development: Promotion of literacy, education and training, including technological skills" (Temas Prioritarios: Desarrollo: Promoción del alfabetismo, la educación y la capacitación, incluyendo destrezas tecnológicas); Nueva York, EEUU, 15 de marzo al 4 de abril de 1995. Número de documento de las Naciones Unidas: pendiente.

Salud

La felicidad de la humanidad se concretará cuando las mujeres y los hombres se coordinen y avancen igualitariamente, pues cada uno es el complemento y el asistente del otro.

Abdu'l-Bahá

Atención Primaria de la Salud y Potenciación de la Mujer

Ethel G. Martens

La tarea de salvar la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo, que mueren todos los años de enfermedades fácilmente prevenibles, es abrumadora. Sin embargo, la indignación provocada por tantas muertes innecesarias hoy puede ser atemperada por la esperanza, pues las exigencias para un mejor cuidado de la salud y una mejor calidad de vida para todas las mujeres y niñas están siendo expresadas por comunidades, personal sanitario, investigadores y planificadores de políticas de salud.

En toda sociedad donde la política económica esclaviza a la mujer en trabajos de poca paga bajo condiciones peligrosas, y cuya estrategia de desarrollo toma los terrenos de agricultura de subsistencia y los utilizan para cultivos lucrativos, tienen un profundo efecto sobre el estado de salud de la mujer y de su familia. Las madres, muchas de las cuales son solteras y jefes de familia, llevan el peso no sólo de los problemas económicos sino también de las consecuencias del conflicto social y la degradación ambiental. A menudo son ignoradas por los sistemas de salud y de servicio social que están bajo dominio masculino o bien se les niega acceso igualitario a tales servicios.

Aún dentro de la familia existen condiciones dispares debido a prejuicios sociales y culturales. Por ejemplo, la preferencia por el hijo puede dar lugar a que se le dé menos comida a la hija. También se espera que la hija trabaje más y tiene menos acceso a la educación y al cuidado médico que el niño. En consecuencia las niñas están a menudo mal preparadas para casarse y tener hijos, lo cual ocurre antes de que estén física, psicológica y económicamente capacitadas para asumir tal responsabilidad. Frecuentemente un matrimonio prematuro da lugar a un círculo viciosos de mala nutrición, donde las madres de bajo peso tienen bebés de bajo peso que corren riesgo de sufrir privaciones tanto en la alimentación como en su educación. Por lo tanto, los problemas que enfrentan las mujeres y las niñas tienen que ser resueltos a distintos niveles: en la familia, en la comunidad, y en la sociedad en general.

Organización Mundial de la Salud (OMS)

La agencia de las Naciones Unidas responsable por la salud internacional es la Organización Mundial de la Salud (OMS), fundada en 1948 y constituida actualmente por más de 170 países miembros. La constitución de la OMS define la salud como " un estado de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad." Actualmente, muchas organizaciones le están agregando a esta definición de salud una cuarta dimensión: el bienestar espiritual. El próximo desafío para la OMS es el de reconocer que el mayor obstáculo para gozar del derecho a la salud es nacer mujer. La constitución de la OMS declara: "Gozar del nivel de salud más elevado que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de cada ser humano sin distinción de raza, religión, creencia política, condición económica y social." A esta lista deberá añadirse género.

Mejorar la salud en todo el mundo es una tarea gigantesca que requiere de la cooperación global. Para facilitar esta cooperación la OMS estableció una reunión anual de dos semanas de duración en Ginebra. Durante esa Asamblea de Salud Mundial los representantes de los países miembros se reúnen para intercambiar información, compartir experiencias, consultar sobre asuntos de salud y crear estrategias globales. En parte, debido a estas consultas anuales, el entendimiento de la OMS de cómo promover mejor la salud en todo el mundo continúa evolucionando.

Durante las tres primeras décadas la OMS progresó muy poco hacia su meta de un mundo más saludable. En 1977 el Director General de la OMS convocó a una nueva estrategia admitiendo que si bien las estrategias de asistencia sanitaria del mundo industrializado --grandes hospitales, drogas y medicina curativa-- se habían exportado durante treinta años a los países en desarrollo, la salud del mundo no había mejorado. Más bien, había empeorado.

En este año la Asamblea Mundial de la Salud resolvió que para finales de este siglo la gente en todas partes debería tener acceso a servicios de salud que le permitieran llevar una vida productiva tanto social como económicamente. Esta meta se conoce como "Salud Para Todos en el año 2000" (SPT/2000).

Atención Primaria de la Salud (PHC)

La estrategia para lograr la meta de "Salud para Todos" surgió en 1978 en una histórica conferencia en Alma-Ata, en la antigua Unión Soviética. La conferencia fue auspiciada por la UNICEF y por la OMS. Antes de la Conferencia de Alma-Ata, la OMS había identificado ocho componentes que tenían en común nueve programas de salud exitosos. La combinación de las palabras claves "Atención Primaria de la Salud" (Primary Health Care, PHC) fueron elegidas para describir los siguientes ocho componentes:

* educación sobre los principales problemas de salud y sobre los métodos de prevención y de lucha correspondientes;

* asistencia materno-infantil, incluyendo la planificación familiar;

* promoción de una nutrición apropiada;

* inmunización contra las principales enfermedades infecciosas;

* un abastecimiento adecuado de agua potable;

* saneamiento básico;

* la prevención y control contra las enfermedades endémicas locales; y

* el tratamiento apropiado de las enfermedades y traumatismos comunes.

La Atención Primaria de la Salud (PHC) recalca la prevención en vez de la cura. Depende de la autoayuda en el hogar, de la participación comunitaria, y de la tecnología que la gente considera aceptable, apropiada, y accesible. Combina el conocimiento científico moderno y la tecnología sanitaria viable con las prácticas tradicionales de curación aceptables y efectivas. De especial importancia para las mujeres es que la efectividad del PHC depende, en gran medida, de la aceptación comunitaria de los trabajadores sanitarios, muchos de los cuales son mujeres, y quienes en muchos casos son reclutados y elegidos con participación de la comunidad.

Otros conceptos básicos que surgieron del estudio se resumen de la siguiente manera:

* El cuidado de salud primaria debe configurarse en torno a los patrones de vida de la población.

* Debería cubrir tanto las necesidades de la comunidad local como ser parte integral del sistema nacional del cuidado de la salud.

* Los servicios preventivos, promocionales y de rehabilitación para el individuo, la familia, y la comunidad deben integrarse.

* La mayoría de las intervenciones sanitarias deberían llevarse a cabo en los lugares tan próximos a la comunidad como sea posible por trabajadores debidamente capacitados.

* La organización de cada uno de estos servicios debería variar según las necesidades de la comunidad y bien puede cambiar con el transcurso del tiempo.

* La población local debería estar involucrada en la formación e implementación de las actividades para la atención de la salud.

* Las decisiones sobre las necesidades de la comunidad y las soluciones a sus problemas deben basarse en un permanente diálogo entre la gente y los profesionales sanitarios que están a su servicio.

Los conceptos no eran nuevos, pero recién en 1977 se vincularon como una estrategia comprehensiva. Es más, basados en los resultados cualitativos de países donde los principios habían sido aplicados y con resultados efectivos, la atención primaria de la salud fue presentada en Alma-Ata ya no como una alternativa sino como la única alternativa posible, y las más importantes autoridades en materia de salud del mundo estuvieron de acuerdo. Adoptaron la atención primaria de la salud como la estrategia con más posibilidades de cubrir las necesidades sanitarias de la mayoría de la población mundial.

Así fue que en Alma-Ata los enfoques anteriormente aceptados en cuanto a medicina quedaron, en sentido figurado, patas para arriba. En el futuro, la medicina curativa quedaría en segundo lugar respecto a la prevención. Los representantes de todos los países asistentes firmaron la "Declaración de Alma-Ata" y prometieron volver a sus hogares para comenzar a canalizar fondos hacia la atención primaria de la salud y a desplazar el control central hacia el control regional y distrital. Éstos eran cambios drásticos que, de implementarse, comenzarían a potenciar a la gente para que se hiciese cargo del cuidado de su propia salud. Un cambio de pensamiento y de acción tan radical requeriría, sin embargo, de algo que no siempre está disponible: la voluntad política.

Una evaluación realizada en 1983 demostró que aún cuando la voluntad política estuviera presente, los responsables del bienestar físico, mental y social de la nación no tenían suficiente poder económico para hacer significativas mejoras sin ayuda. Por lo tanto, en 1985 la OMS invitó a organizaciones no-gubernamentales (ONGs) a ayudar a los gobiernos a lograr las metas de Alma-Ata. Muchos respondieron, primordialmente, cooperando con los gobiernos nacionales en la capacitación de trabajadores para la atención primaria de la salud elegidos de sus propias comunidades.

En 1989, y en asociación con muchas ONGs, UNICEF, OMS, UNESCO y FNUAP (Fondo de Naciones Unidas para Actividades de la Población), publicaron el libro "Para la Vida" en el que unificaron información vital sobre la salud del niño y de la familia, y estas mismas instituciones determinaron que cada familia en el mundo tenía derecho a saber. En 1993, fue revisado completamente a la luz de las investigaciones más recientes y actualmente se están usando 8 millones de ejemplares en más de 175 idiomas y en más de 100 países. "Para la Vida" ha llegado a constituir la base para los esfuerzos de educación por parte de los servicios de salud nacionales, para programas de las ONGs en la Atención Primaria de la Salud, y para clases de alfabetización de adultos.

"Para la Vida" declara que las múltiples cargas derivadas del hecho de ser mujer son demasiado grandes. Sin embargo, en muchas culturas los roles masculinos y femeninos están muy arraigados a la tradición y a menudo continúan así debido a las actitudes tanto de las mujeres como de los hombres. Si estos roles han de cambiar, tanto mujeres como hombres tienen que estar de acuerdo en que el cambio es deseable, y entonces deben decidir juntos cómo pueden redistribuirse las responsabilidades. La importancia de la consulta sobre este tema fue recalcada por varios profesionales de la salud masculinos entrevistados luego de una conferencia médica en Tanzania, donde se enfatizó la necesidad de que el hombre estuviera más involucrado en la protección de la salud de sus hijos. "Cuando tratamos de hacer esto," dijeron, "nuestras esposas piensan que queremos interferir con su trabajo."

Desde Alma-Ata, por una parte el PHC ha progresado sólidamente, y por otra, ha sufrido serios contratiempos, pero donde se ha implementado ha traído beneficios importantes para la mujer. Dado que la atención primaria de la salud depende en gran medida del aporte de la mujer, en particular en el área de educación para la salud, esto contribuye a aumentar su autoestima y a potenciar las capacidades de servir a sus comunidades en una variedad de formas:

* mejorando la salud de la mujeres y la de sus familias;

* capacitando a las mujeres tanto como encargadas de la atención como de educadoras sanitarias;

* ubicándolas en puestos de responsabilidad; y

* alentando la iniciativa individual.

Los siguientes ejemplos de las experiencias con PHC en África y en la India demuestran cómo se está potenciando a las mujeres para participar con mayor seguridad en la configuración de la vida de sus comunidades.

Ejemplos de Atención Primaria de la Salud en África

La atención primaria de la salud depende en gran medida del aporte de las mujeres. Se ha dicho que las verdaderas trabajadoras sanitarias en las aldeas son las parteras tradicionales (Traditional Bird Attendants, TBAs). "Es simple," dijo una TBA con experiencia. "Ayudamos en el parto, lavamos a la mujer y al bebé, hacemos nuestros gritos de alegría y nos vamos a casa." Las TBAs, tanto las entrenadas como las no entrenadas están de acuerdo en que la ignorancia es peligrosa. Por cada madre o infante que muere durante el parto son muchos más los que sobreviven con impedimentos físicos o mentales. "Estas tragedias son prevenibles en gran parte," dice la OMS. Al dar acceso a las parteras tradicionales a las facilidades y capacitación en la atención primaria de la salud, al proveerles a las madres cuidado prenatal, y al promover medidas sencillas de higiene, los programas de PHC han ayudado a reducir las altas cifras de mortalidad materna e infantil y de enfermedades relacionadas con el nacimiento.

Tal vez lleve tiempo para que alguien que nunca ha tenido un papel activo en el trabajo comunitario comience a aceptar responsabilidad, pero los resultados pueden valer la espera. Se cuenta la historia de una mujer que comenzó lentamente. Pasaron seis meses luego de su regreso del entrenamiento antes de que comenzara a involucrarse en la comunidad. Más tarde, sin embargo, en una reunión en su comunidad los oficiales gubernamentales (de los sectores de agricultura y educación) la elogiaban diciendo lo mucho que habían aprendido de ella y preguntándose en voz alta porqué no se capacitaba a las mujeres como trabajadores agrícolas o educativas, ya que también se necesitaban para ayudar a el progreso de la comunidad.

Las pequeñas inversiones en educación sanitaria para mujeres rinden grandes beneficios. Una trabajadora sanitaria que asistía a un curso de actualización le trajo una bolsa de zanahorias a la coordinadora. Ella dijo, "Ud. nos sugirió que tuviéramos huertos caseros para ayudar a alimentar a nuestras familias. Luego de la capacitación obtuve semillas del departamento de agricultura y sembré un huerto. También hice una parcela aparte de zanahorias y las vendí en el mercado para pagar los gastos escolares de mi hijo." (Se espera que cuando su hija tenga edad para ir a la escuela hará lo mismo para con ella.)

Las trabajadoras sanitarias son miembros muy valorados de sus comunidades. "Antes de que yo recibiera capacitación como trabajadora de salud," dijo una mujer, "nadie me hacía caso, pero ahora me escuchan cuando les digo lo que he aprendido. Todos trabajamos juntos. ¡Ahora soy alguien! "

Ejemplos de Atención Primaria de la Salud en la India

Para muchas mujeres aldeanas el PHC ofrece la primera oportunidad que jamás han tenido de educarse. Una facilitadora realizó un programa de diez días de duración sobre la Atención Primaria de la Salud para mujeres de aldeas cercanas. Aunque era tiempo de cosecha, todos los días asistían aproximadamente 30 mujeres. La mayoría era analfabeta. Una mujer dijo, "No me perdería ni un día de esto. Cuando yo era niña mi madre no tenía los medios para enviarme a la escuela. ¡Ahora estoy recibiendo una educación!"

Las consultas de atención primaria de la salud integran a la mujer al proceso tanto de tomar como de implementar decisiones que afectan a la comunidad. En una aldea situada en una montaña una trabajadora de PHC facilitó una reunión sobre desarrollo comunitario. Sobre una plataforma en una casa compartida con bueyes se llevó a cabo la consulta con hombres a un lado de la sala y las mujeres del otro lado. Al principio la conversación fue dominada por los hombres. Entonces una anciana dijo, "¿Tenemos que esperar otros catorce años para obtener una tapa para nuestro pozo?" Evidentemente, hacía catorce años algún organismo había dado dinero para hacer que el agua de la montaña bajara por una tubería hasta un pozo, pero el dinero se terminó antes de cubrir el pozo. La mujer señaló que las deposiciones de los pájaros que volaban sobre el pozo caían al agua y los bebés estaban enfermándose. Luego de una fructífera discusión en la que participaron tanto hombres como mujeres, la comunidad decidió recaudar dinero para la cobertura durante una celebración religiosa. Las mujeres dijeron que ellas ayudarían, pero preguntaron qué sucedería si no pudieran recaudar suficiente dinero. Se les contó sobre un club de servicio en un pueblo cercano que deseaba ayudar a cualquier aldea que hiciera un esfuerzo en el área de desarrollo. Un año más tarde la aldea tenía en funcionamiento un sistema de agua completamente nuevo.

El abuso de alcohol es uno de los mayores problemas de salud en las comunidades en todo el mundo. Estas mismas mujeres tomaron una valiente acción colectiva para impedir que los vendedores de licor llegaran a su aldea. El jefe había cerrado el camino para los vendedores, pero los hombres se reunían con ellos al amanecer en un campo de maíz. Una mañana, al acercarse los vendedores, las mujeres escondidas en el campo se levantaron gritando con sus machetes de cosecha en las manos. Los vendedores huyeron aterrorizados.

Conclusión

La Atención Primaria de la Salud no sólo está haciendo una diferencia a nivel local, sino que también impacta sobre la planificación sanitaria a nivel nacional e internacional. En 1986, se tomó un paso crucial al elevar el perfil y la importancia de la planificación sanitaria nacional. Durante la 39ª Asamblea Mundial de Salud en Ginebra, se realizaron tres días de discusiones técnicas sobre el papel de la cooperación entre sectores en las estrategias nacionales de Salud para Todos. Entre los participantes, más de quinientas personas, se encontraban treinta y seis ministros de gobierno y dirigentes de alto rango de áreas de importancia crítica en salud, incluyendo la equidad y la salud; la agricultura, comida y alimentación; educación, cultura, información y patrones de vida; y ambiente - agua y sanidad, albergue e industria. El aumento de la participación en las discusiones sobre políticas nacionales de salud marcó un hito de suma importancia.

Los signos de cambio están aumentando a nivel global, extendiéndose por todos los sectores y todos los niveles. Muchos de estos cambios están directamente relacionados a la salud, mientras que otros tienen poderosos efectos potenciales tanto en la salud como en el atención sanitaria. La Atención Primaria de Salud tiene que adaptarse a las circunstancias variables a nivel local y nacional. Cualquier país que establezca una base sólida para el PHC debe proveer a las necesidades de sus poblaciones más vulnerables y necesitadas, y a la vez potenciar a su recurso más abandonado: la mujer.

Ethel G. Martens ha estado involucrada en la Atención Primaria de la Salud durante casi cuarenta años. Recibió su Maestría en Educación en 1957 en la Universidad de California, Berkeley; y su doctorado en Medicina Social Preventiva en 1973 en la Universidad de Saskatchewan. Ha trabajado con la Agencia de Desarrollo Internacional Canadiense, la US/AID, la Organización Mundial de la Salud, la Salud y Bienestar Canadá, y actualmente es presidente de la Junta de Directores de Intra Delta Management Consultant International. La Dra. Martens ha publicado varios trabajos sobre educación sanitaria, atención primaria de la salud, comunicaciones y desarrollo comunitario, en revistas nacionales e internacionales. La Dra. Martens ayudó a establecer la Agencia de Salud Internacional Baha'i y ha prestado servicio como asesora en atención primaria para la salud para la Comunidad Internacional Baha'i.

Violencia

Los amigos de Dios deben adornarse con el ornamento de la justicia, la equidad, la amabilidad y el amor. Así como no permiten ser ellos objeto de la crueldad y la transgresión, de la misma manera deberían evitar que tal tiranía visite a las siervas de Dios.

Bahá'u'lláh

Poniéndole Fin a la Violencia Contra la Mujer

Comunidad Internacional Baha'i

La Comunidad Internacional Baha'i celebró el nombramiento, el año pasado, de la Relatora Especial sobre violencia contra la mujer. Al exhortar que se incluya este tema fundamental dentro del marco de los derechos humanos de la ONU, las organizaciones de mujeres han hecho un crítico aporte a la promoción de los derechos humanos en general. Pues intentar comprender a la violencia contra la mujer como un tema de los derechos humanos básicos sin duda esclarecerá las causas de otras formas de violencia, y facilitará el descubrimiento de estrategias para disminuir el preocupante aumento de violencia en todos los niveles de nuestra sociedad.

La violencia contra la mujer es una vara con la cual puede medirse la violación de todos los derechos humanos. Puede utilizarse para estimar hasta que punto una sociedad se gobierna por la agresividad, es dominada por la competitividad y gobernada por la fuerza. Frecuentemente las prácticas abusivas contra la mujer han sido y aún están siendo justificadas en el contexto de las normas culturales, creencias religiosas, suposiciones y "teorías científicas" sin fundamento. Pero, cualquiera sea su sistema político o religioso, una sociedad moldeada en base a la dominación inevitablemente dará lugar a distorsiones de poder tales como la violencia contra la mujer.

Sin embargo, se está haciendo más y más evidente que toda forma de violencia contra la mujer degrada no sólo a la víctima sino al perpetrador también. Aquellos que crean violencia contra la mujer ellos mismos son víctimas de los sistemas basados en el poder. Cuando la competencia, la agresión y la tiranía desenfrenadas destruyen la estructura de la sociedad, todos sufren. Desde el punto de vista baha'i "la cosecha de la fuerza es el tumulto y la ruina del orden social", y la violencia contra la mujer es un grave síntoma de este gran desorden.

Nuestro desafío es buscar nuevas estrategias y adoptar nuevos modelos que alienten una sociedad más saludable y cooperativa a todo nivel. Tenemos que apartarnos conscientemente de los modelos de fuerza y agresividad y movernos hacia métodos de consulta y pacificación. Debido al aumento del crimen y la pornografía, al aumento de la violencia étnica y el derrumbe de la familia, más y más individuos, organizaciones y gobiernos están buscando alternativas a la violencia para manejar el conflicto.

Una de las formas esenciales para alentar una mayor cooperación es la educación. Si bien es sabido que la disparidad económica y la desigualdad legal contribuyen a los incidentes de violencia contra la mujer, es obvio que la violencia nace de la ignorancia; de la falta de comprensión de realidades fundamentales tales como la unicidad de la raza humana; y de la idea equivocada de que la fuerza es la única forma honorable de resolver conflictos. En el mundo actual la educación --moral, material y práctica-- no es sólo un derecho fundamental sino una necesidad práctica. Cualquier intento de refrenar la violencia en una sociedad que no eduque a los individuos a superar el prejuicio de sexo ciertamente resultará insuficiente. En un momento en que el analfabetismo está aumentando entre las mujeres en el mundo subdesarrollado, y los niveles de aprendizaje están disminuyendo para ambos sexos en las sociedades industriales, es de vital importancia recalcar el papel de la educación en todos los lugares si es que la violencia contra la mujer ha de ser controlada.

Resulta bastante irónico que el lugar donde las mujeres y niñas son más sometidas a la violencia y al abandono es dentro de sus mismos hogares, punto neurálgico de la familia. Si las familias educan a sus hijas, y la comunidad alienta sistemáticamente la educación de las niñas, se benefician tanto la familia como la comunidad. Bahá'u'lláh, el Fundador de la Fe Baha'i, ha recalcado que las madres son las primeras educadoras de la próxima generación, en la interpretación más amplia de estos términos, y que, por lo tanto, donde los recursos son limitados la prioridad debe darse a la educación de las niñas.

Pero el problema de la violencia no puede ser verdaderamente resuelto a menos que a los hombres también se los eduque para valorar a las mujeres como socios igualitarios. Cualquier esfuerzo por proteger a la mujer contra la agresión masculina que no involucre la capacitación temprana de los niños, necesariamente, tendrá poca vida. Igualmente, todo intento por comprender las causas y consecuencias de la violencia contra la mujer que no involucre a los hombres está condenado al fracaso.

Por lo tanto, la Comunidad Internacional Baha'i celebra calurosamente la inclusión de un análisis total de la violencia contra la mujer en el mandato de la Relatora Especial. También recibe complacida la invitación por parte de la Comisión sobre Derechos Humanos a "recomendar medidas para eliminar la violencia contra la mujer y sus causas, y remediar sus consecuencias."

Ya que la Comunidad Internacional Baha'i ha hecho un esfuerzo considerable a nivel de base en cuanto a la educación y capacitación conjuntamente con hombres y mujeres, nos complace ofrecer compartir nuestra experiencia. Por ejemplo, nuestra colaboración reciente con la UNIFEM en tres proyectos empleando medios de comunicación tradicionales como agentes de cambio en la sociedad ha captado la atención de la UNICEF porque uno de los resultados del proyecto fue la disminución de la violencia familiar. En este aspecto, esperamos colaborar más estrechamente con la Ponente Especial.

Enunciado de la Comunidad Internacional Baha'i presentado ante la 51a sesión de la Comisión sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas; Ginebra, Suiza, 30 de enero al 10 de marzo de 1995.

Estructuras Económicas

Se os prescribe a cada uno de vosotros que os empleéis en alguna forma de ocupación, tal como oficio, arte u otra por el estilo. Nos, muníficamente hemos exaltado vuestro trabajo al rango de adoración... Ocupaos en aquello que sea beneficioso para vosotros y para los demás.

Bahá'u'lláh

La Mujer en el Sector Informal en Malasia

Lee Lee Loh Ludher

GOVINDAMAH: EMPRESARIA

Su quiosco se encuentra junto a la carretera en un cruce que lleva a un poblado. No es lo que el maestro de geomancia china hubiera denominado una ubicación favorable --frente a una carretera abierta que podría despojarla de fortuna-- pero ha Govindamah le ha traído suerte y algo más. Le ha traído un nuevo desafío y con éste el dulce sabor del éxito y la confianza. Como vendedora de 'nasi lemak' (arroz cocido con leche de coco), actualmente Govindamah tiene un sentido completamente nuevo de sí misma.

Todo comenzó hace un año. El marido de Govindamah perdió su trabajo como chofer de camión y comenzó a trabajar aquí y allá para alimentar a su familia. Fueron a vivir a un barrio barato. Vani, su hija mayor, dejó la escuela para trabajar en una fábrica local. Pero aún con el sueldo de Vani no había suficiente para alimentar y educar a sus otras dos hijas y a un hijo adoptado. Los desacuerdos se hicieron más y más frecuentes. Fue durante una de sus muchas caminatas pos-desacuerdo que Govindamah observó este lugar en la carretera y decidió que era hora de hacer algo.

Govindamah tardó algunos días en reunir suficiente valor para decir a su marido que había decidido hacer algunos paquetes de 'nasi lemak' para vender en el cruce de la carretera. Él enfureció. Abusó de ella, la ridiculizó y le aseguró que fracasaría. Pero mientras más ella se enfrentaba a su crítica, más se convencía de que su empresa tendría éxito.

A la mañana siguiente se levantó tempranito, preparó 5 tazas de arroz, hizo el 'sambal' (mezcla de pimientos picantes) con los 'ikan bilis' (anchoas) que quedaban en la casa, agregó pedacitos de pepino y agregó al 'nasi lemak' pedacitos de tortilla. Los colocó en paquetitos para vender a 50 sen cada uno, los puso en una canasta y salió de la casa a escondidas, dirigiéndose al lugar en el cruce.

Govindamah miraba detenidamente los rostros de las personas que pasaban. Tres señoras se detuvieron y compraron paquetes. Se sintió alentada. Pronto se detuvieron más personas y eventualmente ella tenía el bolsillo lleno de billetes y monedas y la canasta vacía.

Sin poder reprimir su alegría corrió a su casa a compartir su felicidad con sus hijas, quienes acordaron ayudarla. Pero en el instante en que entró su marido desapareció toda la excitación. Él se quejó de que su té estaba frío y se fue. A pesar de esto, Govindamah preparó sus canastas para el día siguiente, pudiendo apenas esperar tener su segundo encuentro con el éxito.

A medida que su negocio de 'nasi lemak' crecía, Govindamah agregaba más productos: té, entremeses y pasteles. Vani la ayudaba durante sus horas libres. Los clientes pidieron un quiosco con mesas y sillas, las que Govindamah consiguió de su prima a cambio de un 50% del negocio.

El negocio prosperó, pero hubo problemas. Cuando unos bandidos exigieron dinero a cambio de protección, Govindamah y su prima tenían demasiado miedo como para resistirse. Como no tenían licencia, los inspectores del concejo municipal llegaban seguido y amenazaban con confiscar todas sus pertenencias. No tenían muchos deseos de ir a las autoridades porque habían oído lo difícil que era obtener una licencia. Así estaban con su prometedor negocio en peligro y sin lugar a donde ir.

EL SECTOR INFORMAL

La historia de Govindamah es común. Al igual que muchas otras mujeres en todo el mundo, frente a una crisis familiar, Govindamah se hizo empresaria. Se hizo un lugar en el mercado, trabajó mucho, y tuvo éxito. Las mujeres como Govindamah contribuyen a la economía de las comunidades en casi todos los países. Es más, tienden a gastar sus ganancias ya no en ellas mismas sino en comida para sus familias y la educación de sus hijos. Sin embargo, como demuestra su historia, trabajar en el sector informal (no estructurado) de la economía tiene sus desventajas.

En Malasia, al igual que en la mayoría de los países, no existe definición oficial sobre el 'sector informal'. Sin embargo, a los fines de la investigación el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) ha confeccionado una lista de características identificatorias: 1

. tecnología sencilla;

. muy poco capital;

. sin lugar fijo de negocio;

. legalidad dudosa o falta de inscripción; y

. poco registros contables.

Los especialistas en desarrollo han notado que "en los países en desarrollo, donde escasean los puestos en empresas oficialmente habilitadas, gran parte de la población se gana la vida trabajando fuera de los sistemas oficiales de impuestos y regulaciones. Estas personas que pertenecen al sector informal son innovadoras, diestras en el arte de la supervivencia y, a veces, prosperan en un ambiente altamente reglamentado. Aunque el sector informal es una fuente importante de trabajo, de ingresos y hasta de vivienda, al operar fuera de la economía legal sus participantes pierden sus derechos plenos como ciudadanos."2

Esta vulnerabilidad legal afecta particularmente a las mujeres porque muchas de ellas están empleadas en el sector informal. Según un estudio de la economía de Malasia desde 1985 hasta 1992, un promedio de 47.05% de las mujeres que trabajan lo hacían en el sector informal.3 De éstas, la gran mayoría, el 61.2%, eran empleadas; el 21.8% eran trabajadoras en el hogar no asalariadas, 16% eran autónomas, y solamente el 1% eran empleadoras. Dentro del sector informal un promedio de 26% de todos los trabajadores autónomos son mujeres. De todos los trabajadores domésticos sin paga el 65% eran femeninos.4 Por lo tanto una significativa porción del aporte de la mujer a la economía _en Malasia y en todo el mundo en desarrollo _ no es ni reconocido ni contabilizado.

LA MUJER DE MALASIA EN EL SECTOR INFORMAL

La típica mujer urbana o rural en el sector informal (no estructurado) de Malasia tiene educación primaria y una familia promedio de cinco miembros. Ingresó al sector luego de casarse y de comenzar a tener hijos; actualmente contribuye sustancialmente al ingreso total de su hogar. Aproximadamente un tercio se ha endeudado al proveerse de capital para sus negocios. La mayoría de las mujeres urbanas han trabajado anteriormente en el sector formal (estructurado).5

En años recientes un grupo relativamente nuevo ha entrado al sector informal. Son profesionales con capacidad de ganar dinero que han optado por crear su propio negocio, a menudo trabajando desde sus hogares. Los avances en la tecnología de información y la democratización del trabajo han hecho posible que trabajen fuera del sector formal. Lily y Eng Eng, por ejemplo, optaron por jubilarse anticipadamente de sus trabajos como maestras cuando se encontraron con que se les estaba exigiendo más y más trabajo administrativo. Como maestras autónomas pueden concentrarse en la enseñanza y estar más involucradas en el bienestar de sus estudiantes. También tienen mayor control sobre su tiempo.6

OBSTÁCULOS

A pesar de sus contribuciones a la economía total del país, las mujeres del sector informal enfrentan significativos obstáculos: poca paga, falta de acceso a recursos tales como capital, educación y capacitación, y exclusión del proceso de formulación de políticas.

Poca Paga

El trabajo que hacen las mujeres en el sector informal con frecuencia es visto por las mismas mujeres y por los demás como una extensión del trabajo doméstico. Como resultado, su paga no se basa en las tarifas del mercado de trabajo sino en tarifas para trabajo doméstico, lo cual es poco o nada. Aún los profesionales en el sector informal cobran menos que sus semejantes en el sector formal. La Sra. Ng, por ejemplo, lleva contabilidades en su casa intercalándolas con las tareas del hogar y el cuidado de su bebé. Les cobra a sus clientes tarifas más bajas porque tiene pocos gastos y considera esto como un ingreso suplementario.

Falta de Acceso al Capital

La mujer de negocios del sector informal tiene poco o ningún acceso al capital de préstamos bancarios u otras instituciones financieras ya que los requisitos y los procedimientos favorecen al sector formal y se contrapone a la mujer. Actualmente hay 40 organismos gubernamentales en 14 ministerios que ayudan a la pequeña y mediana industria oficializada (registradas), ofreciendo préstamos por un total de RM 1 billón ($1,00 = RM2, 57) o más, mientras que para el sector informal existen sólo tres posibilidades para obtener préstamos. En 1993, la institución más ampliamente desarrollada y la más exitosa de las tres, el Programa de Préstamo Ikhtiar, dio préstamos a unas 21.000 mujeres organizadas en 4.303 grupos. Desde sus comienzos, en 1986 hasta el 1993, el total acumulado por préstamos otorgados era de RM 13 millones. Es más común que se obtenga capital por medio de mecanismos de préstamo tradicionales tales como prestamistas, familiares y el 'kutu', un sistema tradicional de autoayuda rotativa.

Pocas mujeres del sector informal saben cómo llevar las cuentas de manera tal que las instituciones financieras validarían. Salmah, Foziah y otras cuatro mujeres, por ejemplo, miden sus ganancias por el número de brazaletes y cadenas de oro que pueden comprar para ellas mismas y sus seres queridos y por los ahorros que tienen para su peregrinaje musulmán (una meta que se han fijado). Estas mujeres no hablan el mismo idioma que las instituciones financieras. Sin embargo, serían clientes confiables, pagando cada centavo que tomaran prestado. Pero qué banco les creería, ¡sin garantía subsidiaria, sin cuenta bancaria, sin formularios de ingresos ni balances financieros para demostrar su éxito y su honestidad!

Falta de Acceso a la Capacitación y la Educación

Un estudio reciente7 disipa la creencia de que para la mujer el empleo en el sector informal es temporario. El estudio indica que la mayoría de las mujeres del sector informal no está allí por elección sino por obligación debido a la falta de entrenamiento y educación. La Sra. Lai cose bolsillos en ropa deportiva. Después de casarse, se hizo "trabajadora casera" para un contratista de la fábrica de ropa donde ella trabajaba antes. A ella se le paga por pieza. Le gustaría llegar a ser sastre pero sin acceso a la capacitación, la Sra. Lai no tiene otra opción que no sea hacer el trabajo por pieza.

Exclusión del Proceso de Formulación de Políticas

En gran medida los que están involucrados en el sector informal, y en particular las mujeres, no están organizados, así que no se escuchan sus voces ni sus puntos de vista, y muy rara vez están involucrados en la formulación de políticas.

En Malasia la política actual recalca la formalización del sector informal, requiriendo el registro de los negocios y el pago de impuestos. Para registrar un negocio pequeño en Malasia el costo inicial es de RM 2.000 o más; los servicios de secretaría y los contables costarán más de RM 1.000 anuales.

La verdad es que muchas mujeres como Govindamah estarían dispuestas a legalizar sus negocios y hasta pagar las tarifas e impuestos, pero se las intimida con facilidad tanto oficial como extraoficialmente. Así pues, el trato con autoridades que conceden licencias y con las burocracias gubernamentales pueden constituir un obstáculo insuperable. Los gobiernos harían bien en buscar una manera de involucrarlas en la creación de las políticas que las afectan para que las necesidades de aquellas que comiencen sus negocios por primera vez sean comprendidas y tenidas en cuenta.

PLATAFORMA PARA LA ACCIÓN

Primero, el aporte del 'sector informal' a la economía de todo país debe ser reconocido y apreciado.

Segundo, las prácticas que favorecen género y otros obstáculos que impiden la plena participación de la mujer en la vida económica de sus comunidades deben ser eliminadas. Una de las mejores maneras es involucrar a la mujer en la definición de las estructuras y políticas económicas que gobiernan el sector informal. Otra manera es reconocer que la mujer es un buen riesgo de crédito. Negarle a la mujer acceso a los recursos, en especial al sector informal "incluyendo préstamos, educación y capacitación" constituye tanto una negación de los derechos humanos básicos como una mala práctica comercial.

Finalmente, y tal vez lo más importante, los participantes del sector informal de la economía, y la mujer en particular, tienen que involucrarse en la total reconceptualización de la economía, tanto teórica como práctica. Si la mujer tiene un enfoque particular de la actividad económica, es en el sector informal y mayormente no estructurado de la economía, donde esto sería más evidente. Por ejemplo, los resultados preliminares de un reciente estudio sobre la mujer industrial subcontratista en Malasia, demostraron que los objetivos comerciales de la mayoría de las mujeres subcontratistas se definen no tanto en términos monetarios como en términos de valores.8

Un enfoque motivado por valores en relación a la actividad económica podría arrojar una nueva luz sobre enfoques alternativos para la generación y distribución de la riqueza así como sobre la teoría económica misma. De hecho, las experiencias, los valores y las percepciones de la mujer pueden ser la clave para el desarrollo de modelos económicos conducentes a la prosperidad de la humanidad en general.

NOTAS

1 Esta misma definición es utilizada también por la Oficina de Estadísticas de la Secretaría de las Naciones Unidas. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) usa criterios un poco diferentes.

2 Chickering, A. Lawrence y Mohamed Salahdine, editores, The Silent Revolution: The Informal Sector in Five Asian and Near Eastern Countries, (ICS Press, San Francisco, 1991). Igual observación hizo Nicholas Ardito-Barletta, ex-Director General del Centro Internacional para el Crecimiento Económico en Panamá, citado en el prefacio de The Silent Revolution - The Informal Sector in Five Asian and Near Eastern Countries.

3 Loh Ludher, Lee Lee (1994), 'The Position and Status of Women in the Informal Sector in Malaysia for the period 1985-1992'. Sin publicar.

4 Departamento de Estadísticas, Malasia. Informes de Encuesta a Trabajadores, 1985-86, 1987-88, 1989-90.

5 Berma, Madeline y Faridah Shahadan (1991). 'Meeting Women's Needs in Development and Family Welfare in the Informal Sector: A Proposal for action' Sin publicar. 'Poverty, Household Status and Women in the Informal Sector: A Structural Analysis' Sin publicar.

6 Loh Ludher, 1994.

7 Berma y Shahadan, 1991.

8 Loh Ludher, Lee Lee y Susan Chong (1993), 'Women Entrepreneurs: From Petty Trader to Entrepreneur - A Profile of Success.' Sin publicar.

Lee Lee Loh Ludher, decana en administración y funcionaria diplomática en el Gobierno de Malasia y editora de la carta noticiosa South-East Asian Focus. Universitaria, graduada en Ciencias Sociales y Maestría en Administración de Empresas. Está preparando su tesis doctoral sobre mujeres trabajadoras en el hogar como tomadoras de subcontratos industriales. Como miembro del Cuerpo Continental de Consejeros de los Baha'is en Asia, la Sra. Loh-Ludher está involucrada a nivel de base en el desarrollo socioeconómico y de recursos humanos, especialmente en programas de desarrollo de la mujer en países tales como Camboya, Vietnam, Laos, Malasia, Corea, la China y Mongolia.

División del Poder

Cuando las mujeres participen plena e igualitariamente en los asuntos del mundo, y cuando confiada e idóneamente accedan al gran ruedo de las leyes y la política, la guerra cesará...

Abdu'l-Bahá

Principio y Ley Baha'i: Creando Estructuras Legales e Institucionales para la Igualdad de Género

Martha L. Schweitz

La intención de este breve ensayo es demostrar, desde una perspectiva baha'i y empleando perspectivas de reciente crítica feminista legal, lo extenso y lo amplio del cambio legal e institucional exigido por el principio de la igualdad, e indicar, en forma sucinta, la naturaleza de tal cambio según se prescribe en los Escritos Baha'is. La religión siempre ha operado como fuente de guía a nivel de moralidad individual. Los Escritos Baha'is abarcan inclusive la vida colectiva de la humanidad, ordenando leyes, principios y procesos institucionales sobre los cuales pueden construirse las estructuras sociales y económicas para la igualdad de género, estructuras que solamente pueden socavar y eventualmente reemplazar los actuales modelos de subordinación. La reforma de leyes y sistemas legales es una vía vital para el logro de la igualdad. En la Plataforma para la Acción las estrategias para cada una de las áreas críticas de interés dependen, al menos en parte, de formular y poner en vigor leyes a nivel nacional, y de reorientar a las instituciones del gobierno. Sin embargo, según se ha dicho repetidamente, tales cambios sólo pueden ser efectivos si ocurren paralelamente a la evolución de valores y actitudes personales y sociales.

El cambio legal e institucional puede ser tanto causa como efecto. Las leyes y las instituciones cambian como resultado de nuevas actitudes que ejercen suficiente influencia como para generar el voto legislativo necesario. Inversamente, dicho cambio también es fuertemente conducente a la evolución continua de actitudes, tanto por la vigencia en sí de nuevas pautas de comportamiento como por un gradual proceso de alteración de las expectativas sociales. Las leyes e instituciones que permanecen inmutables frente a las nuevas realidades sociales tienen un efecto similar, pero trabajando opuestamente, es decir, en la dirección negativa de apoyar un status quo perimido y a aquellos que desean retrasar el cambio.

Muchas de las reformas legales necesarias para lograr la igualdad son técnicamente sencillas. Por ejemplo, las leyes que protegen los derechos civiles y políticos de la mujer y prescriben remedios para su violación no son particularmente difíciles de redactar ni de aplicar, dada la voluntad política de hacerlo. En tiempos recientes en algunos países el proceso de reforma legal de esta índole ha ganado mucho terreno. A la mujer y al hombre se les garantizan iguales derechos civiles y políticos así como la igualdad de oportunidad en la educación y el empleo, bajo leyes que en gran medida son aplicables y se aplican. Si bien no es completamente efectiva aún, sin embargo, esta reforma ha producido sociedades en las que la mujer disfruta con un grado de voz y control sobre su vida que es inimaginable en otros lugares. A pesar de tales avances es evidente que la igualdad de oportunidad no es suficiente. Según atestiguarán la mayoría de las mujeres (y un número creciente de hombres) en dichas sociedades "avanzadas" en tantos aspectos de la vida familiar y social la mujer sigue siendo una clase subordinada. Eruditos legales feministas recientemente han comenzado a explicar por qué esto es así. Están identificando la necesidad de cambios legales e institucionales más complejos, reformas éstas que alteran las presunciones y preferencias fundamentales que subyacen a nuestras leyes e instituciones gobernantes. En breve volveremos sobre este tema.

Uno de los principios esenciales de la Fe Baha'i es la igualdad de los sexos. Según se explica en la introducción de este volumen, el sistema de valores baha'i sostiene categóricamente el principio de la igualdad de mujeres y hombres en todo campo del quehacer humano. Los Escritos Baha'is visualizan sociedades futuras en las que la mujer participa "cabal, plena e igualitariamente en todos los asuntos mundiales"1 como "pares de los hombres".2 Además, cuando esto ocurra, "cuando (las mujeres) confiada e idóneamente accedan al gran ruedo de las leyes y la política, la guerra cesará."3

A la vez, es evidente en los Escritos Baha'is que la igualdad no implica ser lo mismo, que "la igualdad de posición no significa identidad de función."4 Notablemente, se le confiere gran honor y nobleza al rol de las madres. Las madres tienen el privilegio único de ser las " primeras educadoras, las primeras mentoras"5 de sus hijos. "Oh vosotras madres amorosas, sabed que a la vista de Dios, la mejor forma de adorarlo es educar a los niños y capacitarlos en todas las perfecciones de la humanidad; y no puede imaginarse hecho más noble que éste."6 Cuando una mujer, si es que lo hace, está completamente ocupada con la crianza de los niños, el marido tiene correspondientes responsabilidades en lo que hace al mantenimiento económico de la familia.7 Sin embargo, el padre también comparte la responsabilidad de educar a sus hijos, una responsabilidad de tanto peso que al no ejercerlo pierde sus derechos a la paternidad.8 Los roles y la división de responsabilidades no están fijados en los Escritos Baha'is; tales decisiones en una familia baha'i han de hacerse por medio de la consulta familiar,9 un proceso basado en principios explícitos de franqueza y respeto mutuo. Ni al esposo ni a la esposa se le permite "dominar injustamente" al otro.10

La exaltación de la maternidad da lugar a dos problemas en cuanto a la igualdad, uno muy subjetivo y el otro como una cuestión de implementación.

El problema subjetivo es que la reverencia y la protección de la maternidad a menudo se ha usado como justificación para dejar a la mujer en desventaja social y económicamente. La deferencia hacia "la timidez y la delicadeza natural y propia" de la mujer y hacia su "destino y misión cumbre... a cumplir los oficios nobles y benignos de esposa y madre"11 ha dado lugar a que se ubique a la mujer no en un pedestal sino en una jaula. Además, la historia y la experiencia han convencido a muchos de que cualquier distinción en el tratamiento entre hombre y mujer es un distintivo de inferioridad femenina, como de hecho lo ha sido. Por otra parte, existen sociedades en las que la mujer se ha enfrentado el problema opuesto. En Checoslovaquia, a dos generaciones de mujeres el estado les ha exigido trabajar muchas horas todos los días por lo que debían dejar sus hijos en guarderías infantiles estatales, y en la actualidad muchos han llegado a la conclusión que ésta práctica ha tenido serios efectos psicológicos en detrimento de esos niños.12 Como resultado, actualmente allí la mujer valora mucho el derecho de no trabajar y la oportunidad de criar a sus propios hijos. Encontrar el camino a la igualdad parece exigir que aprendamos de la vasta experiencia de las mujeres en todo el mundo y nos neguemos a las restricciones y los prejuicios de una sola perspectiva.

El segundo problema presentado por la exaltación de la maternidad en el contexto de la igualdad es cómo ha de implementarse. Aunque no existe inconsistencia lógica inherente a que la mujer sea madre y participe plena e igualitariamente en los asuntos del mundo", ya que una vida de duración promedio permitiría amplio tiempo para ambas cosas; en general, es una imposibilidad práctica. La incompatibilidad de la maternidad (o la paternidad en general en cuanto a ello) y la plena participación en los asuntos del mundo surge más bien de la naturaleza de los sistemas económicos y sociales, de las leyes y prácticas económicas, con las diferencias radicales que se observan en varias sociedades, pero casi todos parecen hechos a medida para ejercer una permanente división de tareas entre los que cuidan a los niños y a sus hogares y los que producen ingresos en la economía formal y tienen voz en los asuntos públicos. Muchos de los recientes adelantos de la mujer en el mundo del trabajo se han logrado a pesar de tales obstáculos, pero a menudo a un gran costo personal para la mujer misma. ¿Cómo pueden reconciliarse estas dos vidas" de la mujer? La firme insistencia en los Escritos Baha'is sobre ambas indica que tiene que ser posible.

Retomamos las percepciones de la crítica legal feminista en cuanto al significado de la igualdad y la profundidad del cambio legal e institucional necesario para lograrla. Consistente con el feminismo liberal tradicional, los adelantos en la igualdad de oportunidades en los últimos 30 años se han producido asumiendo que la igualdad significa la libertad de ser tratada con total prescindencia del género. Si bien éste puede ser un principio efectivo de implementación en la mayoría de los casos, no llega a definir exhaustivamente la igualdad y puede resultar muy dañino a los intereses de la mujer en los asuntos relacionados con la maternidad. (Por ejemplo, ¿porqué es que una mujer embarazada tiene que declarar una _incapacidad" para poder recibir ciertos beneficios en materia de seguros?) Las eruditas feministas han revelado convincentemente el prejuicio de género existente en sistemas de reglamentos aparentemente neutrales. Han demostrado que el prejuicio sexual es un problema estructural de la ley, y que la desigualdad se perpetúa a través de una cantidad de presunciones tácitas que permean nuestras leyes, nuestras cortes y legislaturas, nuestros procesos legales, y hasta nuestras formas heredadas de razonamiento legal. Han desenmascarado efectivamente la idea de que la ley debería regular el mundo de los asuntos públicos (es decir: el mundo del hombre) pero no debe invadir la privacidad del hogar, es decir, proteger a la mujer de la violencia. Han demostrado que aunque la forma legal de la igualdad, recalcando igualdad de derechos e igualdad de tratamiento, pueda haber resultado inicialmente apropiada, actualmente debería superar la retórica de derechos. La igualdad, fundamentalmente, es la liberación de la subordinación sistemática debido al sexo.13

Las implicancias de esta definición de igualdad son vastas puesto que desafían las bases mismas de tradiciones e instituciones de larga data. Esta definición es consistente con la visión baha'i de la igualdad. Nada que no sea eso permitirá una reconciliación práctica entre la vida pública y privada de la mujer, ni le hará justicia a la gama completa de Enseñanzas Baha'is en cuanto a la igualdad.

La subordinación sistemática de la mujer es claramente evidente en cada una de las siguientes áreas: (1) educación; (2) violencia y abusos en el hogar y en la sociedad; (3) discriminación en las oportunidades generadoras de ingresos; (4) toma de decisiones de la familia; (5) desigualdad o exclusión de las estructuras del poder económico y político; (6) control masculino (y uso sin rendir cuentas) de los ingresos familiares; y (7) única responsable, sin apoyo social, de la crianza de los hijos. La subordinación de la mujer en cada una de estas áreas es el resultado de una combinación casi inseparable de leyes, actitudes, arreglos y procedimientos institucionales, estructuras económicas, y silencios legales. En cada una de estas áreas, el sistema y las estructuras opresivas son socavadas por explícitas leyes baha'is y principios sociales referidos a la desigualdad invasiva que sobrevive tenazmente, aún a las más formidables reformas legales. Las leyes y los principios baha'is van más allá de la noción de la igualdad de oportunidades para crear sociedades que valoren sistemática e institucionalmente tanto la maternidad como la participación de la mujer en los asuntos públicos, sociedades que encarnan y expresan tanto la "ética de cuidado" femenina como la "ética de derechos" masculina,14 que se esfuerzan tanto por preservar las relaciones como por promover la justicia. Algunos puntos específicos sobre las enseñanzas baha'is relacionadas con las variadas áreas críticas de preocupación pueden encontrarse en otras partes de este volumen.

Actualmente es casi imposible imaginar un mundo en el que la mujer y el hombre tengan la libertad de "lograr la grandeza que podrían hacer suya", pero los baha'is se encuentran entre aquellos que están convencidos de que cada paso hacia esa meta es un avance crítico, no sólo al permitir a las mujeres y a los hombres la realización individual de los dones dados por Dios, sino también al llevar a la humanidad un paso más cerca hacia la paz.

NOTAS

1. 'Abdu'l-Bahá, La Promulgación de la Paz Universal, p. 135. Ebila - 1991.

2. Ibid.

3. Ibid.

4. La Mujer; pp. 62-63. Casa Universal de Justicia; de una carta, 23/6/1974.

5. Selección de los Escritos de 'Abdu 'l-Bahá, p. 126.

6. Ibid.

7. La Mujer; pp. 64-67. Casa Universal de Justicia, de una carta, 23/12/1980.

8. Ibid.

9. Ibid.; pp. 68-69. Casa Universal de Justicia, de una carta, 9/08/1984.

10. Ibid.; pp. 60-61. Shoghi Effendi, de una carta escrita en su nombre, 22/07/1943.

11. Bradwell contra Illinois, 83 EEUU 130, 139 (1873), el caso de la Corte Suprema de EEUU que sostenía que a una mujer podría ser privada constitucionalmente de practicar la abogacía, al interpretar "toda persona" en la Enmienda Catorceava arbitrariamente como 'todo hombre".

12. Helena Klimova, disidente y directora checa de "Tolerance", grupo cívico con sede en Praga, charla sobre "La mujer en Europa Central Oriental: Luego de la caída del comunismo" en la Escuela Woodrow Wilson, Universidad de Princeton, 14/10/1994.

13. Ann C. Scales; "La emergencia de la jurisprudencia feminista: un ensayo", Yale Law Journal 95:7, 1373-1403, en 1395, utilizando esta frase cita a menudo el trabajo de Catharine A. MacKinnon.

14. Carol Gilligan; "In a Different Voice: Psychological Theory and Women's Development" [En una voz diferente: teoría psicológica y desarrollo de la mujer] (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1982). El trabajo de Gilligan se ha utilizado ampliamente en críticas legales de tipo feminista social/psicológica. Los términos "ética de cuidado" y "ética de derechos" empleados por Gilligan para distinguir el proceso de desarrollo moral en mujeres y hombres, respectivamente. Dicho de la forma más sencilla posible, la "ética de derechos" describe un proceso en el que se valora altamente la individuación, y en que la madurez se logra cuando las decisiones morales se hacen en base a principios universales abstractos sobre el bien y el mal. En contraste, la "ética de cuidado" se basa en el entendimiento de que la madurez moral es la capacidad de demostrar cuidado por los otros; las decisiones morales se basan en el valor de preservar relaciones y llevar a cabo responsabilidades mutuas.

Martha L. Schweitz ha sido profesora de leyes internacionales en la Universidad de Seinan Gakuin en Fukuoka, Japón desde 1989. Se graduó de la Universidad de Stanford en 1976 y recibió su título de Doctorado en Jurisprudencia de la Facultad de Leyes de la Universidad de Nueva York en 1981. Ejerció en leyes de comercio internacional durante cinco años con Baker & McKenzie en la ciudad de Chicago y enseñó leyes corporativas e internacionales como profesora asistente en la Facultad de Leyes Universidad de Oregon durante tres años antes de mudarse al Japón, Acaba de completar un año sabático como Profesora Visitante en la Universidad de Princeton, dedicado a la investigación en organizaciones económicas internacionales y la relación entre sociedad civil y leyes internacionales.

Mecanismos para el Avance

El mundo en el pasado ha sido gobernado por la fuerza... Pero el equilibrio está variando, la fuerza está perdiendo su dominio, y la agudeza mental, la intuición y las cualidades espirituales de amor y servicio, en las que la mujer es fuerte, están ganando poder.

'Abdu'l-Bahá

Proyecto UNIFEM/Baha'i:

Crea Comunidades Conscientes

ONE COUNTRY

Badan, Provincia del Este, Camerún. Como obras de teatro, las escenas presentadas en la plaza de este pueblecito del Oeste africano no dejan de ser modestísimas producciones.

Sirva de ejemplo el argumento de una de las obras creadas por los mismos aldeanos: Tras haber vendido su cosecha de cacahuetes uno de los campesinos se va al bar donde invita a sus amigos a unas bebidas para, acto seguido, gastarse el resto del dinero en compañía de una mujer.

Al volver a casa, la esposa del campesino, desconociendo el destino dado al dinero, le riñe al marido por sus excesos. Poco después, el hijo de ambos enferma gravemente y no hay dinero para medicinas. Por suerte, el doctor se apiada y regala las medicinas necesarias. Al final, el campesino comprende su error y decide que en el futuro consultará con su mujer antes de gastar sus ingresos.

A pesar de la simplicidad del tema, de lo espontáneo de las actuaciones y de la ausencia de trajes y decorados, ésta y otras obras similares han constituido todo un éxito en esta provincia remota y subdesarrollada.

Las representaciones describen situaciones familiares para hombres y mujeres, por lo que han logrado despertar las simpatías de un público muy amplio. Éste ha sido uno de los resultados del proyecto de dos años emprendido en tres países, como experiencia piloto, por el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM) y la Comunidad Internacional Baha'i.

El proyecto aspira a estimular el desarrollo social y económico de toda la comunidad, elevando la dignidad de la mujer mediante la utilización de las expresiones artísticas tradicionales: teatro, canciones y danzas.

"En esta sencilla representación hay varios mensajes", afirma Mona Grieser, directora técnica internacional del proyecto. "Hay mensajes acerca de la responsabilidad de los padres, la administración del dinero y del compañerismo familiar. Más aún, ha habido presencia masculina entre el público, y es a los hombres a quienes más nos interesaba llegar."

Aunque el experimento baha'i "Medios de Comunicación Tradicionales como Agente de Cambio" se distingue por integrar ideas reconocidas sobre la comunicación en el desarrollo y la promoción de la igualdad de la mujer, su característica sobresaliente estriba en el esfuerzo dedicado a lograr que hombres y mujeres participen conjuntamente.

"Lo que hace de este proyecto un trabajo pionero es que pretende incorporar a los hombres" afirma Pamela Brooke, asesora independiente de comunicación y desarrollo que ha sido contratada como asesora técnica para el proyecto en Malasia.

"Muchos proyectos de promoción de la mujer cuentan sólo con mujeres. Pero los baha'is sienten que el cambio deseado podría lograrse mejor creando un proceso de consulta entre hombres y mujeres", asegura Brooke. "Porque nada va a cambiar si al final todo lo que se consigue es que se forme una camarilla de mujeres resentidas."

Gracias a los fondos facilitados por UNIFEM el proyecto ha comenzado simultáneamente en Camerún, Bolivia y Malasia, donde la existencia de comunidades baha'is nacionales y locales proveyeron los recursos materiales existentes y la red de una fuerza de voluntarios.

Primeros logros

Esencialmente el proyecto aspira a conseguir un cambio de actitudes. Si bien las actitudes, a diferencia de los resultados concretos en la vacunación o en la agricultura, son difíciles de medir, no obstante, ya existen suficientes pruebas de los logros alcanzados, tanto en forma anecdótica como en términos estadísticos.

Según relevamiento e investigaciones en la Provincia Oriental de Camerún, donde el proyecto ha operado en siete aldeas, los hombres han empezado a unirse a las mujeres en las labores del campo, están consultando más con sus esposas sobre la economía doméstica y les están permitiendo un mayor grado de participación en las decisiones comunitarias.

"Se está dando un cambio," asegura Madeline Eyidi, ayudante del programa de la PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) con oficina en Yaounde, Camerún, quien pasó una semana en la región el pasado verano. "Tradicionalmente las mujeres venían realizando las labores agrícolas, pero ahora he visto que los hombres empiezan a participar y a ayudar a sus esposas. Creo que el proyecto es magnífico."

Según Tiati Zock, coordinador del proyecto para Camerún, una encuesta realizada a principios de 1992 entre 45 familias de cada una de las aldeas revelaba que las decisiones económicas eran tomadas casi exclusivamente por los hombres. Una encuesta posterior, realizada en 1993, reveló que ahora, en un 80% de las familias, las decisiones son coparticipadas. Otra estadística significativa: desde el comienzo del programa el número de niñas que van a la escuela en Badan ha aumentado un 82%.

En Bolivia, son ocho las aldeas situadas en la provincia sureña de Chuqisaca donde se desarrolla el proyecto. En la aldea de Poqonchi, los comentarios realizados en las discusiones de enfoque grupal indican que las mujeres participan más en las decisiones de la comunidad, tienen más disposición para expresar su interés por educarse y reciben más ayuda de sus maridos en sus faenas cotidianas.

Otro detalle revelador: recientemente una mujer fue elegida miembro del sindicato de Poqonchi, un órgano político del gobierno local. Es la primera mujer que fue electa para tal cargo. Poco después del acontecimiento el sindicato aprobó una decisión por la que se solicitaba mayor atención hacia cuestiones relacionadas con la mujer.

Asimismo, en Malasia, donde el proyecto ha funcionado en dos aldeas y una comunidad urbana, existen indicios concretos de que las mujeres empiezan a hacer sentir su presencia en la organización y toma de decisiones (prueba de ello es que desde el comienzo del proyecto ha aumentado el número de mujeres elegidas en los organismos locales de gobierno baha'i).

Los cambios más importantes se han registrado en Kampong Remun, un remoto pueblecito de Sarawak, donde el proyecto ha tenido varias derivaciones. Los métodos del proyecto permiten a sus habitantes la identificación de los problemas comunitarios y, en consecuencia, la adopción de medidas como la creación de huertos, nuevos servicios públicos, clases de alfabetización especiales para mujeres adultas (aunque no excluyen a los hombres).

Según Joo Jong Kung, responsable del proyecto para Malasia, estas tres iniciativas han respondido a un proceso de consulta protagonizado por hombres y mujeres. "Rara vez se consigue que en la vida de una comunidad los hombres se avengan a consultar con las mujeres, pero el proyecto ha dado a éstas la oportunidad de plantear sus problemas."

En el mundo entero se da mayor reconocimiento a la importancia de incluir a las mujeres en cualquier iniciativa de desarrollo. Un buen número de estudios e índices estadísticos demuestran que un mayor grado de salud, educación y participación femenina conllevan un mayor grado de bienestar para toda la familia.

"Creemos que conforme las mujeres de los países en vías de desarrollo alcanzan un mayor grado de igualdad y progreso social, todos se benefician," explica Marjorie Thorpe, vicedirectora de UNIFEM. "No sólo ha de mejorar la calidad de vida de las mujeres, sino también la de los hombres, los niños y el conjunto."

Un Enfoque Diferente

El proyecto aborda su meta en forma multifacética. Si bien los elementos del proyecto son variados --por ejemplo, el uso de medios de comunicación tradicionales para comunicar ideas nuevas-- lo que lo caracteriza es su vocación por integrar ideas de diferentes fuentes, entre ellas las Enseñanzas Baha'is.

Esencialmente, el proyecto está centrado en torno a los siguientes elementos:

* Pretende que las personas participen en el análisis de sus propios problemas valiéndose para ello, en primer lugar, de las modernas técnicas de análisis (grupos de interés, encuestas comunitarias) y también de la consulta baha'i.

* Orienta dicho análisis destacando la importancia de los principios morales positivos, en este caso la igualdad entre el hombre y la mujer.

* Por último, aspira a promover un cambio en la comunidad mediante la comunicación de los resultados del análisis a través de medios de difusión tradicionales como el teatro, las canciones y la danza, que son medios poco polémicos.

"El proyecto," asegura Thorpe, "parte de la premisa de que en las sociedades no alfabetizadas los medios tradicionales de difusión --actores, bailarines, titiriteros, cantantes-- trasmiten mensajes que son tomados muy en serio por la población. Por consiguiente, si el mensaje presentado eleva la condición de la mujer (...) es claro que constituye una oportunidad para entablar el diálogo con el conjunto de la comunidad, y además en una forma que no es amenazadora."

Si bien, este esfuerzo está organizado por las comunidades baha'is de cada zona, el objetivo es cambiar las actitudes del conjunto de la población. "Una de las ventajas de trabajar con los baha'is es que poseen importantes lazos con el grueso de la sociedad," añade Thorpe para explicar por qué UNIFEM decidió financiar el proyecto. "No es una organización elitista. Puesto que existen baha'is que pertenecen a ese grueso de la sociedad y dado que el movimiento baha'i posee una trayectoria de trabajo con la gente sencilla, disponemos por tanto de un canal de comunicación que nos es muy útil."

En general, las comunidades baha'is, lejos de estar aisladas de la sociedad, se encuentran firmemente ancladas en ella. En los lugares donde tuvo lugar el proyecto, el porcentaje de habitantes baha'is oscilaba desde algo menos de un 1% hasta un 10%.

El Proceso

En cada uno de los países el proyecto comenzó con sesiones preparatorias de carácter nacional. En ellas se preparó a los voluntarios baha'is para realizar sus propias experiencias en el trabajo comunitario.

En primer lugar hubo un curso introductorio sobre los principios de la consulta, un método de toma de decisiones practicado en todas las comunidades baha'is y basado en la no-confrontación.

"La práctica de la consulta baha'i enseña a respetar las opiniones de los demás, algo fundamental para las mujeres," afirma Lee Lee Ludher, asesora para el desarrollo en Malasia, "pues son muchas las mujeres que piensan que sus opiniones carecen de importancia."

Los voluntarios aprendieron a emplear las técnicas modernas de relevamiento de datos, encuestas participativas y grupos temáticos destinados a la identificación de necesidades comunitarias. Asimismo recibieron preparación en metodologías de archivo, evaluación y organización.

Una vez formados, los voluntarios volvieron a sus comunidades de origen para a su vez organizar sesiones similares.

El resultado fue la creación de un grupo de voluntarios por cada pueblo. Casi siempre dicho grupo estaba constituido por los miembros del consejo local de gobierno baha'i conocido como Asamblea Espiritual. Como instituciones encargadas de velar por el bienestar de sus respectivas comunidades, las Asambleas Espirituales proporcionan una infraestructura idónea para el análisis de las necesidades de la comunidad y para la toma de decisiones.

Tras los seminarios locales de formación, los voluntarios procedieron a entrevistar a los habitantes del pueblo. En algunos casos disponían de cámaras de video y cámaras fotográficas que utilizaron para documentar algunos casos mientras recababan información, ya que no todos los voluntarios sabían leer o escribir.

En cada país el análisis de los datos se centró en la relación entre los problemas locales y la igualdad de la mujer (o mejor dicho, su ausencia).

"Uno de los diagnósticos más sencillos consistía en hacer un listado de todas las tareas cotidianas que realiza una mujer," afirma el Dr. Richard Grieser, uno de los formadores con que contó Camerún al comienzo, cuya esposa, Mona Grieser, participó en casi todas las fases del proyecto.

"A continuación, les solicitamos que hicieran una lista de las tareas masculinas. La diferencia era siempre muy significativa. A decir verdad, los hombres solían avergonzarse bastante al ver que su lista no era, ni en el mejor de los casos, la mitad de extensa."

"Con los problemas locales ya identificados, se pidió a la comunidad que expresase sus conclusiones con los medios más adecuados, como canciones, danzas, historias y representaciones. Se invitó a participar a los artistas locales. Acto seguido, se hacía la presentación de estas obras aprovechando las ocasiones festivas del pueblo, en programas nocturnos especiales o en otras reuniones."

Problemas Idénticos en Todas Partes

En los tres lugares fueron identificados problemas básicamente idénticos. Los participantes del proyecto, en consulta con las comunidades, determinaron que tres de estos problemas básicos tenían la máxima prioridad: 1) La alfabetización de las mujeres; 2) la mala administración del dinero por parte de los hombres; 3) la injusta carga de trabajo que pesa sobre las mujeres.

"Las mismas personas se dan cuenta de que no sólo las mujeres gozan de derechos en la sociedad, sino que también tienen una contribución importante que ofrecer," dice el Sr. Tiati, de Camerún. "Por ejemplo, muchos hombres reconocen ahora que la mujer administra el dinero mejor que los hombres, quienes suelen gastar demasiado en bebidas. Uno de los resultados del proyecto es que en la mayoría de las familias implicadas, la mujer lleva la administración del dinero, o por lo menos es consultada sobre el destino que deba dársele."

En Malasia se reconoció la existencia de problemas similares. "Uno de los principales problemas que salieron a la luz en Malasia fue la falta de educación y de posibilidades para las niñas y las mujeres," asegura Ludher. "Gracias a que el tema ha sido aireado de una manera suave, las personas ahora coinciden en señalar que esa falta es un problema."

También en Bolivia, en las reuniones de enfoque grupal, se destacó la educación desigual de las niñas.

La Siguiente Fase

El proyecto conjunto fue concebido a raíz de la declaración presentada por la Comunidad Internacional Baha'i en la 32ª sesión de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer. A propósito de la necesidad de cambiar las actitudes que refuerzan la aceptación de la desigualdad de la mujer, la declaración afirmaba que "uno de los objetivos prioritarios de los proyectos de desarrollo dirigidos a las mujeres, muy bien puede estar centrado en los hombres."

Margaret Snyder, Directora de UNIFEM, impresionada por la idea, propuso a la Comunidad Internacional Baha'i la realización de un proyecto. Después de varios años de trabajo conceptual, el proyecto comenzó a funcionar en octubre de 1991. La primera fase concluyó en septiembre de 1993.

La ayuda concedida por UNIFEM a la Comunidad Internacional Baha'i ascendió a 205.000 dólares, cantidad relativamente modesta en el mundo de los proyectos de desarrollo, particularmente si se tiene en cuenta que el proyecto abarcaba tres países y tenía prevista una duración inicial de dos años.

La Comunidad confía no sólo en continuar este proyecto sino en ampliarlo hacia otros lugares.

"Ya se ha expresado interés por parte de las comunidades participantes en trasladar el proyecto a otros lugares," explica Mary Power, directora de la Oficina de la Comunidad Internacional para la Promoción de la Mujer, institución responsable de la administración internacional del proyecto. "Estas comunidades disponen ahora de un plantel de asesores baha'is a los que puede recurrirse en sus propios países y que pueden asimismo utilizarse para iniciativas similares en otros países."

Más aún, las comunidades baha'is de Nigeria y Brasil ya han lanzado sus propios proyectos pilotos de "Medios de Comunicación Tradicionales como Agente de Cambio" en conjunción con la iniciativa financiada por UNIFEM. Además, cabe señalar que algunas comunidades locales baha'is de Malasia, animadas por los logros de sus vecinos, recientemente han iniciado sus propios proyectos para la promoción de la mujer a través de medios de comunicación tradicionales.

Comentarios de los participantes camerunenses

El proyecto me ha afectado. Yo no sabía que los hombres podían ayudar a las mujeres en las tareas de la casa. Ahora estoy contento de que, a través de UNIFEM, estoy ayudando a mi esposa. Nuestra vida es bastante mejor y con menos rencillas. Antes de gastar el dinero consulto con mi esposa. Antes del programa de UNIFEM solía malgastar el dinero en la bebida. Ya no pego a mi mujer; de hecho, nadie en la aldea se atrevería a hacerlo tras haber aprendido lo que nos ha enseñado el proyecto UNIFEM. Aodou Jean, 31 años de edad, profesor de enseñanza primaria de Badan.

El proyecto es bueno porque ahora mi marido me ayuda con la leña y me respeta. Si digo algo, escucha y lo lleva a cabo. Antes no era así. Las canciones y el teatro nos han traído todas estas ideas nuevas. Hubo una representación sobre un matrimonio que trabajaban juntos, otra sobre la educación de las niñas y otra sobre cómo gastar el dinero. Gbane Odette, 43 años de edad, campesina y madre de siete niños, residente de la aldea Yoko-Sire.

Al comienzo el proyecto no me decía nada, pero luego descubrí sus ventajas. Ahora puedo ver que mi esposo, que antes no solía ayudarme, ha cambiado. Los dos trabajamos juntos en casa y en el campo. Mi marido me ayuda en las faenas de la casa, que antes pensaba eran sólo cosa de mujeres. Lleva al niño, limpia los platos y lava la ropa. He aprendido la importancia que tiene la educación de los niños; ésa es mi primera responsabilidad y por eso procuro cuidarlos lo mejor posible. Estas ideas las he recibido de las canciones. A través de ellas pues he prestado mucha atención a lo que decían. Zongayina Delphine, 36 años de edad, campesina y madre de seis hijas de la aldea de Ndokayo.

Antes en esta aldea los hombres y las mujeres no solían trabajar juntos; pero ahora estoy sorprendido de que trabajen hombro a hombro. Personalmente he visto un cambio en mi vida. Por lo que respecta a la igualdad entre el hombre y la mujer, he podido apreciar un cambio de actitud en los hombres. Ahora consultan con sus mujeres. Yo hago lo mismo. Antes del proyecto era difícil saber qué hacían las mujeres con el dinero; pero ahora mi esposa consulta conmigo. Trabajo con mi esposa en la misma granja y, por ejemplo, ahora la ayudo en la limpieza de la casa, algo que nunca antes había hecho. Dimessi Denis, 42 años de edad, campesino de la aldea de Ndokayo.

Ahora, antes de gastar el dinero, mi marido me consulta. Antes se lo habría gastado por su cuenta en la bebida. Ahora mi marido me ayuda en los quehaceres de casa, moliendo el foufou y reuniendo leña. Ahora soy capaz de hablar en público ¡e incluso de actuar en un teatro!. Nandiba Marguerite, 34 años de edad, campesina y madre de Badan.

Ver p. 44 Este artículo se publicó originalmente en el ejemplar de Octubre-Diciembre de 1993 (Vol. 5 Nº 3) de ONE COUNTRY [Un País], carta noticiosa de la Comunidad Internacional Baha'i, bajo el título de "UNIFEM/Baha'i project strikes a responsive chord" [UNIFEM/proyecto baha'i crea reacción]. ONE COUNTRY enfoca las actividades de las comunidades baha'is orientándola hacia los temas sociales mundiales. Informa sobre proyectos de desarrollo social y económicos exitosos y sobre actividades que se relacionan a la promoción de la paz, el avance de la mujer, y la protección del ambiente.

Derechos Humanos

Debe haber igualdad de derechos entre hombres y mujeres... Pues el mundo de la humanidad posee dos alas: hombre y mujer. Si un ala permanece incapacitada y defectuosa, restringirá el poder de la otra y el vuelo pleno será imposible.

'Abdu'l-Bahá

Protección de los Derechos de la Mujer

Comunidad Internacional Baha'i

La Comunidad Internacional Baha'i celebra la oportunidad de hablar sobre el ítem 11 de la agenda en esta histórica Conferencia Mundial. Esperamos que en toda futura reunión para el adelanto de los derechos humanos continúe la comprehensiva consideración de los derechos humanos de la mujer, y apoyamos la resolución adoptada por la Comisión sobre la Condición de la Mujer en su sesión de 1993, en la cual se exhorta a considerar los derechos y preocupaciones de la mujer en todos sus aspectos independientemente de la agenda provisional para el Congreso Mundial sobre Derechos Humanos.

La persistencia y el aumento de la violencia hacia la mujer, tanto personal como institucional se atribuyen, en gran medida, a la tradicional exclusión de la mujer del proceso de desarrollo y de la toma de decisiones. Se necesita un profundo ajuste en el punto de vista colectivo de la humanidad, guiado por la consideración de valores universales y principios espirituales. Es necesaria una legislación que preste expresión práctica a la igualdad de los sexos al tratar con las injusticias particulares que enfrentan las mujeres. La violencia doméstica es una realidad en la vida para muchas mujeres en todo el mundo, sin importar la raza, la clase social, ni el trasfondo educacional. En muchas sociedades las creencias tradicionales de que las mujeres son una carga las hace blancos fáciles de enojos. En otras situaciones, cuando las economías se restringen y fracasan, la frustración de los hombres es desahogada sobre las mujeres y los hijos. En todas partes del mundo la violencia contra la mujer persiste porque pasa sin ser castigada.

Las creencias y las prácticas que contribuyen a la opresión de la mujer tienen que re-examinarse a la luz de la justicia. Cuando se comprenda apropiadamente el principio de la igualdad fundamental de hombres y mujeres, eventualmente, esto transformará toda relación social, permitiendo que cada persona desarrolle sus dones y talentos únicos. Utilizar las potencialidades de cada cual fomentará la madurez de la sociedad. La aceptación del principio de igualdad y el desafío de transmitirlo a la próxima generación tiene que ser encarado por parte de padres, escuelas, gobiernos y ONGs.

La familia es la unidad básica de la sociedad: todos sus miembros deben educarse según los principios espirituales. Deben salvaguardarse los derechos de todos y los niños deben ser educados en el respeto a sí mismos y a los demás. Según los Escritos Baha'is, "la integridad del lazo familiar debe ser constantemente considerado, y los derechos de los miembros individuales no pueden ser transgredidos."

La educación en los valores espirituales es necesaria no sólo para la protección de la mujer sino, de hecho, para fomentar el respeto hacia toda persona, para que el honor y la dignidad humana puedan ser preservados y para que pueda evolucionar un carácter distintivo global en el que todos los derechos humanos sean defendidos. La Comunidad Internacional Baha'i está convencida de que nada que no sea una infusión de valores espirituales podrá efectuar la transformación de individuos e instituciones que aseguren el respeto por los derechos humanos de toda persona.

La Comunidad Baha'i, por medio de concejos administrativos locales y nacionales en más de 165 países, está trabajando en una variedad de formas para cambiar la condición y la percepción de la mujer. Un ejemplo destacado es la colaboración entre UNIFEM y las comunidades baha'is en Bolivia, Camerún y Malasia dirigida hacia el mejoramiento de la condición de la mujer rural empleando medios de comunicación tradicionales, tales como la música y el baile, para estimular el intercambio de ideas a nivel de aldea sobre el papel de la mujer. Las experiencias de nuestra comunidad y las Enseñanzas de Bahá'u'lláh nos llenan de confianza de que nuestro mundo está destinado a llegar más allá de su presente condición a una en que todos los miembros de la familia humana disfruten igualitariamente de la completa realización de sus derechos humanos.

Enunciado de la Comunidad Internacional Baha'i a la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, presentado bajo Agenda 11: Consideración de tendencias contemporáneas y nuevos desafíos para la plena realización de todos los derechos humanos de mujeres y hombres, incluyendo los de personas pertenecientes a grupos vulnerables; Viena, Austria, 14-25 de junio de 1993.

Medios de difusión

Las realidades de las cosas han sido reveladas en esta radiante centuria, y lo verdadero debe salir a la superficie. Entre estas realidades se halla el principio de igualdad del hombre y la mujer, iguales derechos y prerrogativas en todas las cosas que conciernen a la humanidad.

_Abdul-Bahá

La Mujer y los Medios de Difusión:

Estrategias Legales para Realzar la Imagen de la Mujer

Lucy J. Weidner

Existe una aceptación generalizada en que la difusión en los medios de telecomunicación, en particular la televisión, desempeñan un papel prominente en la formación de nuestras ideas sobre lo que constituye un comportamiento socialmente aceptable. La radio y la televisión están siempre presentes en nuestro ambiente, tanto reflejando como formando nuestro punto de vista de la realidad. Dado el poder de la televisión y la radio para influenciar los valores sociales, el público muestra un permanente interés en cómo se utilizan las ondas de transmisión. Con mucha razón nos preocupa el efecto decadente de la violencia, la agresión, el materialismo, la actividad sexual ilícita, la in moralidad, y el acostumbramiento al sufrimiento humano propuesto por muchos de los medios de difusión. Al mismo tiempo, el potencial de estos medios para actuar de manera positiva, como influencia normativa, ayudando al cambio social y promoviendo el progreso de la mujer, ha permanecido en gran medida inexplotado.

En muchos países la legislación que gobierna la televisión y la radio reconoce las ondas de transmisión como un recurso limitado manteniéndolo como fideicomiso público para beneficio de todos. En consecuencia, las leyes de difusión a menudo contienen amplios conceptos que declaran, en términos generales, los saludables propósitos por los que se han creado. A los comunicadores se les ha otorgado el privilegio de usar las limitadas frecuencias disponibles a condición de que las utilicen para el bien público por medio de programas para la educación y para el avance cultural y social, y no sólo para la explotación comercial.

Estas declaraciones de intención, por lejos que estén de la realidad diaria de lo que los medios de difusión presentan, sin embargo, proveen una base legal para pedir y exigir que la programación, los anuncios y las noticias transmitidas respondan a pautas de interés público, de promoción de cultura, de educación y bien social. Estas pautas generales pueden ser fácilmente interpretadas como requerimientos de que se preste atención al rol ya cambiado y cambiante de la mujer, a los aportes realizados por las mujeres y los que están realizando en una gran variedad de áreas, a los obstáculos que enfrentan las mujeres en el hogar, en ambientes sociales, y en el lugar de trabajo.

Esta obra selecciona aplicaciones legales útiles de las leyes de difusión de varios países que pasan por lo estatutario, lo constitucional y la jurisprudencia, y sugiere posibles interpretaciones. Menciona brevemente estrategias legales adicionales y bosqueja estructuras para la acción. Finalmente, sugiere cómo puede lograrse una transmisión más positivamente moldeada.

LEYES DE DIFUSIÓN DE ALGUNOS PAÍSES

Las leyes de difusión útiles para elevar y engrandecer la imagen de la mujer son de dos tipos: prohibiciones que determinen lo que NO puede presentarse, y obligaciones afirmativas de lo que DEBE incluirse. Ambos requisitos proveen oportunidades para la interpretación creativa de las leyes, y sugerencias creativas para los comunicadores. Algunos ejemplos de posibles prohibiciones incluyen transmisiones que promuevan la violencia (tal como la violencia familiar), la indecencia o la inmoralidad. Las obligaciones afirmativas a menudo incluyen proveer programación para niños y asegurar la variedad en la programación de noticias y de entretenimientos. Ya sean que estén expresadas en términos específicos o generales, estas leyes contienen material estatutario útil sobre el cual pueden basarse las sugerencias o planes para comunicadores. Presentamos varios ejemplos.

La ley alemana requiere que los programas "respeten la dignidad humana... y promuevan la unidad."1 Estas obligaciones pueden emplearse para pedir programaciones que respeten la dignidad de la mujer, las diferencias de valores y perspectivas entre mujeres y hombres, y la unidad de la vida familiar, incluyendo compartir más equitativamente el trabajo y las responsabilidades de toma de decisiones.

En Italia las transmisiones deben ser escrudiñadas de acuerdo a principios de _objetividad y amplitud."2 Además, los que tienen licencia tienen que _dedicar veinte por ciento de su tiempo de transmisión semanal total a las noticias locales y programas no comerciales de interés para la comunidad."3 Las pautas tanto de objetividad como de amplitud sustentan los pedidos por una representación más positiva de la mujer y por la inclusión de las actividades locales de mujeres en las transmisiones de noticias.

Sudáfrica requiere que su emisora de difusión pública _desempeñe un papel prominente" en la eliminación de la discriminación basada en raza o género.4 Además, exige un enfoque positivo insistiendo en que los servicios de _igual calidad [se provean] a la gama total de su audiencia."5 Estos requisitos explícitos y de largo alcance proveen una amplia base para pedir sensitividad de género en la transmisión así como una programación que responda a las necesidades de la mujer. En países con una emisora pública fuerte tal vez los defensores deseen concentrarse en ella, ya que ésta puede estar en una posición que influencie a otras emisoras.

En Corea del Sur el propósito de la Ley de Difusión es de _esforzarse por... el mejoramiento de la cultura nacional, y ...la promoción del bienestar público."6 Los que transmiten son además responsables por _respetar la dignidad y el valor de los seres humanos" y de _respetar los sentimientos éticos y emocionales de los ciudadanos".7 Un Comité de Difusión es responsable de asegurar _la guía correcta para niños y jóvenes... la pureza de la vida familiar... [y] la ética y moral pública."8 La promoción del bienestar social puede depender sustancialmente del adelanto de la mujer, y el respeto por los sentimientos de los ciudadanos y por los derechos humanos requiere la eliminación de estereotipos derogatorios. La guía de niños y jóvenes y los requisitos para la vida familiar proveen una base racional para la eliminación del comportamiento ofensivo en las ondas de transmisión y reemplazarlo por modelos positivos de lo que es justo y por el uso de la razón y no la violencia por parte de los adultos.

En Taiwan los _programas de entretenimiento han de dirigirse a la promoción de la cultura China al igual que la ética..."9 _Ninguna transmisión ha de ser perjudicial a la salud mental y física de los niños..."10 Y a los programas educacionales y culturales se les solicita que _promuevan la educación social... y desarrollen la inteligencia y la habilidad de los niños."11 Estas elevadas pautas para la protección y la educación de niños pueden usarse como referencia en cualquier solicitud para que los medios de comunicación ofrezcan modelos positivos para niñas y niños.

En la Constitución de la antigua Unión Soviética los _medios de comunicación... constituirán... la riqueza de todo el pueblo."12 Por lo tanto, el desarrollo de las habilidades de la mujer requiere que los medios de comunicación sean uno de los recursos que contribuyan a ese fin. Aunque la validez de la Constitución de la Unión Soviética y su aplicabilidad a los antiguos miembros de la Unión ya no es clara, esta ley se incluye como un ejemplo de cómo un concepto muy general aún puede ser útil en su interpretación.

La definición de _interés público" en la ley de los Estados Unidos exige que las emisoras _realicen la más completa y efectiva utilización"13 de los medios de comunicación, y una Comisión tiene que _estudiar nuevas aplicaciones... proveer medios experimentales... y alentar la utilización más amplia y más efectiva... en interés del público."14 Realzar el papel de la mujer, crear imágenes más positivas, hacer reportajes de los desafíos y logros de las mujeres permitirán que los medios de comunicación sean potencialmente más efectivos. La referencia a las aplicaciones experimentales puede apoyar un estudio colaborativo de nuevos medios que beneficien a la mujer.

Estos ejemplos tienen la intención de señalar que en las leyes de difusión de casi todos los países seguramente existe alguna base apropiada para solicitar una programación que aliente los valores sociales positivos en niños y niñas, y mejore la forma en que se presenta a las mujeres.

Además también pueden encontrarse fundamentos para pedir emisoras responsables en las solicitudes de licencias de los comunicadores, ya que generalmente son documentos públicos. Es allí donde el comunicador, al solicitar permiso para transmitir, seguramente ha declarado su propósito y se ha comprometido a ciertas pautas, a menudo repitiendo el lenguaje idealista de las leyes mismas. Las propuestas de programación pueden referirse a los conceptos de la solicitud como la declaración de intención del que transmite: su oferta y compromiso con el público.

Existen varios foros en los que pueden presentarse solicitudes para emisiones más responsables. Uno de ellos es reunirse con el comunicador. Segundo, sería una reunión con el ente regulador. Tercero, sería el procedimiento de renovación de licencia. Los tres proveen oportunidades para articular pautas y expectaciones positivas. En el proceso de renovación de licencias, los entes reguladores de difusión acogen favorablemente esta información pues cuando se otorga la licencia por primera vez puede que no existan bases para desafiar tal solicitud. Sin embargo, después de que una emisora ha estado en funcionamiento, los oyentes y televidentes pueden presentar quejas basadas en la actuación en sí del licenciatario.15

CONSULTA GRUPAL CON LOS MEDIOS DE

TELECOMUNICACIÓN

Para efectuar cambios positivos para la mujer en la utilización de los medios de comunicación se requiere de un cuerpo consultivo que delibere y decida sobre proyectos y estrategias, y sobre interpretaciones creativas de la ley. Incluir tanto a las mujeres como a los hombres ayudará al desarrollo de una perspectiva más completa. Las comisiones gubernamentales, relacionadas con la mujer, niños y jóvenes, la educación, los ancianos, los servicios sociales, el desarrollo social o cultural, pueden tener materiales _estadísticas, estudios o pautas políticas _ que apoyen los pedidos a los medios de comunicación. La apreciación y el uso efectivo de sus materiales alentarán el apoyo de estos organismos, o hasta puede dar lugar a una asociación para proyectos permanentes. Los grupos privados podrían ofrecer recursos similares.

Una vez identificados los interesados y los recursos, el comité deberá evaluar su propio compromiso y habilidades y considerar proyectos que sean conmensurables a sus recursos. Los proyectos sencillos incluyen anuncios, pedidos y arreglos de entrevistas, y la provisión de música, drama, o narración de cuentos sobre temas apropiados. Una vez que el grupo tenga más pericia, pueden emprenderse proyectos mayores. Los comunicadores son más receptivos a los pedidos de programación en los que se adjuntan parcialmente o al menos algunos de los recursos solicitados por dicho Comité.

La planificación será facilitada por una declaración de propósito que sea positiva y claramente articulada. Si el propósito primordial del grupo es eliminar material ofensivo, ese material fácilmente puede reemplazarse por otra categoría de material ofensivo, y no se ganaría mucho. Las sugerencias de nuevos tipos de programas, o de agregados nuevos a antiguos programas, tienen mayor posibilidad de éxito y de fomentar mejores relaciones de trabajo con los comunicadores. Los grupos consultivos de los medios de difusión deben, hasta donde sea posible, convertirse en recursos positivos para los comunicadores.

Reflejando sus propios intereses y diversidades culturales, los grupos consultivos pueden llegar a ser ricas fuentes de ideas de programación para los que transmiten en sus áreas respectivas. En su búsqueda por formas de elevar la imagen de la mujer en los medios de comunicación, tal vez deseen considerar la exploración de una gran gama de posibilidades incluyendo, pero no limitándose, al aporte de las mujeres y los desafíos que éstas enfrentan en el hogar, en la comunidad y en el mundo del trabajo.

UNA VISION COMPARTIDA

Un grupo consultivo de los medios de comunicación debe desarrollar una visión compartida y abarcadora que permita que su trabajo sea unido, positivo, efectivo y sostenible. Ya que no tenemos un modelo para una civilización en la cual el principio de la igualdad de la mujer y el hombre se haya implementado completamente, el trabajo de _visualizar" requiere un esfuerzo imaginativo y sostenido. Desarrollar juntos una imagen específica de una sociedad caracterizada por un equilibrio equitativo y armonioso entre mujer y hombre también ayudará al grupo a manifestar este principio en su propio funcionamiento. A largo plazo, una visión común no sólo sostendrá al grupo para su propio crecimiento y su proceso de aprendizaje, con sus correspondientes éxitos y fracasos, sino que también servirá como fuente ilimitada de ideas para los medios de comunicación.

La plena participación tanto de las mujeres como de los hombres en toda deliberación de grupo debe ser frecuentemente cultivada. La consulta de grupo debe caracterizarse por el respeto hacia cada miembro del mismo y un deseo por descubrir la verdad, no importa de donde provenga. La habilidad de exponer los puntos de vista propios en forma clara y franca debe equilibrarse con la habilidad de aceptar las ideas de otros. Los miembros del grupo tienen que estar conscientes de que, al igual que otros miembros de la sociedad, tal vez hayan absorbido sin querer creencias negativas sobre mujeres y hombres, o adquirido hábitos que podrían tener un efecto espeluznante sobre la consulta. Sin embargo, una vez que el grupo haya desarrollado una unidad dinámica en torno a una visión compartida, tendrá la libertad de considerar las capacidades superiores de los seres humanos, y descubrir cómo esas capacidades pueden reflejarse y representarse en lo que ofrecen los medios de telecomunicación.

La base de una visión compartida es la creencia fundamental de que la mujer es un par del hombre; que ella merece iguales derechos y oportunidades para el adelanto; que actualmente el progreso de la sociedad depende de la plena participación de la mujer; que cualquier falta de logro en la mujer se debe a la falta de oportunidad y educación, y no a cualidades inherentes; que dada la igual oportunidad ella probará que sus capacidades son iguales a las de los hombres; y que cuando sea completamente potenciada ella constituirá una fuerza poderosa hacia la paz.

Los medios de telecomunicación tienen la responsabilidad de reflejar no sólo los signos de la desesperación sino también los signos de la esperanza. Al recordarles a los que transmiten sus obligaciones legales de servir al bien común, de educar y contribuir al progreso de la sociedad, los grupos de ciudadanos pueden usar el poder de los medios de difusión para el adelanto de la mujer y el mejoramiento de la familia humana y la sociedad en general.

NOTAS

1 Staatsvertag, 31/8/1991, s. 23. Informado en Barendt, E.M. BROADCASTING LAW: A COMPARATIVE STUDY. (Oxford: Clarendon-Oxford University Press, 1993). 105. Este trabajo compara las leyes de cuatro países europeos y los EE.UU.

2 [Ley italiana] Ley del 11/1/1988, s. 12(3). Informado en Barendt, 109.

3 Ibid.

4 South African Broadcast Corporation, SABC Board of Directors, _Vision". n.p.: South African Broadcast Corporation, 1995. 3.

5 Informado por SABC Junta de Directores, _Values". 3.

6 2 Artículo 1, Capítulo I, de la Ley de Transmisión de Corea del Sur, Ley no. 3978, 28 de noviembre

7 Sección (1), Artículo 4, Capítulo I de la Ley anterior.

8 Sección (2), Artículo 5, Capítulo I de la Ley anterior.

9 Artículo 17, Capítulo III de la Ley de Transmisión y Televisión de Taiwan, promulgado el 8/1/1976, según enmienda del 7/6/1982.

10 Sección 4, Artículo 21, Capítulo III de la ley anterior.

11 Artículo 14 de Las Reglas de Vigencia de la Ley de Transmisión y Televisión de Taiwan, aprobado el 24/12/1976 por Ejecutivo Yuan letra (65) wen 10933, y el 2/11/1979 Ejecutivo Yuan letra (68) wen 10967, y el 18/4/1983, Ejecutivo Yuan letra (72) wen 6768.

12 Artículo 6, Capítulo I, Constitución de la Unión de las Repúblicas Soviéticas Socialistas. Informado en alemán, Harold J. y John B. Quigley, Fr., traductores y editores. BASIC LAWS ON THE STRUCTURE OF THE SOVIET STATE. Cambridge, Mass: Harvard University Press, 1969.- 4.

13 Gillmore, Donald M. y Jerome A. Barron. MASS COMMUNICATION LAWS: CASES AND COMMENT. 807. St. Paul, Minn: West Publishing Co., 1969. Párrafo (g), Sección 303, Ley Federal de Comunicaciones de 1934, según enmendada, Título 47 Código EE.UU.

14 Párrafo (g), Sección 303 de la Ley anterior.

15 Según declaraciones de una opinión legal: _la participación pública es especialmente importante... ya que el público habrá estado expuesto... a la actuación del licenciatario... este no es ni puede ser el caso en el momento... [en el que se considera el] otorgamiento inicial y también puede ocurrir que no haya nadie que presente ante la Comisión en forma efectiva las deficiencias en una programación ofensiva o sobrecomercialización." Oficina de Comunicación de la Iglesia de Cristo Unido v. FCC, 359 F. 2d 94 (1966), informado en Gillmor, 723.

Lucy Weidner, Doctorada en Jurisprudencia de la Facultad de Leyes de la Universidad de Rutgers en 1975, ejerció durante nueve años en Filadelfia, Pensilvania. Una vez graduada regresó a la Universidad de Temple, logró su Maestría en Artes en Literatura y Composición Inglesa en 1986. Ese mismo año se radicó en Taiwan, donde ha sido Profesora Adjunta de Leyes y Catedrática en Literatura Americana desde el 1987. Baha'i desde 1984, la Srta. Weidner prestó servicios en el Comité de Radio y en el Comité de Mujeres de los Baha'is de Taiwan. Ha publicado poesía, críticas literarias y discurso legal en China, Hong Kong, Taiwan y los Estados Unidos.

LA NIÑA

Debemos declarar que su capacidad es igual, incluso mayor que la del hombre. Esto inspirará en ella esperanza y ambición, y su susceptibilidad hacia el progreso aumentará continuamente.

'Abdu'l-Bahá

La Niña: Una Cuestión Crítica

Comunidad Internacional Baha'i

La Comunidad Internacional Baha'i celebra los esfuerzos de la UNICEF por atraer la atención hacia la crisis de las niñas. Desde la decisión, hace un año, de dar prioridad a la niña, la UNICEF ha contribuido significativamente a un aumento en la conciencia global sobre los efectos de la discriminación de género hacia millones de niñas. Al auspiciar la investigación, alentar la disgregación de datos, difundir información y solicitar que los programas de UNICEF muestren sensibilidad hacia las necesidades de las niñas, la UNICEF ha iniciado un proceso que merece el apoyo sostenido y entusiasta.

Desde el punto de vista de la Comunidad Internacional Baha'i, actualmente el avance de la civilización requiere de la participación plena de todos, incluyendo a las mujeres. Para que esto suceda, las familias y la sociedad deben valorar a las niñas y los niños por igual. Compartimos la angustia de UNICEF ante el evidente abandono de las niñas, justificado en muchos lugares del mundo como parte de las culturas locales. Estamos de acuerdo con la recomendación expuesta en el _Informe de progreso sobre logros alcanzados en la implementación de la política de UNICEF sobre la mujer en el desarrollo" (E/ICEF/1991/L.5), en que la UNICEF amplía su enfoque hacia la salud materna para incluir un intento por alterar factores que afectan a la salud de las niñas y las mujeres antes de la maternidad, inclusive las actitudes dañinas y las prácticas tradicionales.

Las niñas no sólo deben recibir comida, cuidado sanitario y educación adecuada, sino que también debe brindárseles toda oportunidad por desarrollar sus capacidades. Las niñas no sólo prestarán servicio a la humanidad como madres y primeras educadoras de la próxima generación, sino que también, como mujeres, harán aportes especiales a la creación de un orden justo: un orden caracterizado por su vigor, cooperación, armonía y un grado de compasión jamás atestiguado en la historia. Actualmente, las madres pueden ser los agentes primarios para la potenciación de los individuos con miras a la transformación de la sociedad. Sólo ellas pueden inculcar en sus hijos el amor propio y el respeto por los demás, ambos esenciales para el progreso de la civilización. Es evidente, entonces, que la posición de las madres, que se ha denigrado más y más en muchas sociedades, tiene en realidad la mayor importancia y el mayor mérito.

Las mujeres y las niñas deben ser educadas _espiritual, emocional e intelectualmente _ porque una madre no puede compartir lo que no tiene. Un niño necesita un ambiente de cuidado amoroso y guía sabia en los primeros años de vida para poder desarrollar un carácter seguro y una mente bien preparada. Si debido a sus propias deficiencias la madre no puede proveer a sus hijos experiencias que los prepararán para la educación formal, ellos se encontrarán ante una seria, y a menudo paralizante, desventaja. Sin embargo, debe recalcarse que esta doble responsabilidad de desarrollar el carácter y estimular el intelecto del niño también corresponde a la familia como entidad, incluyendo al padre, a los abuelos y a la comunidad. Según señalara la Sra. Agnes Aidoo, Asesora Principal para Mujeres de la UNICEF, en su enunciado a la Comisión sobre el Estado de la Mujer de las Naciones Unidas en su sesión de 1991, _el contexto de la familia provee oportunidades únicas para que niños varones y hombres se involucren en cambiar la condición de las niñas y mujeres." En sus actividades basadas en la comunidad las ONGs. también pueden contribuir sustancialmente al centrar su atención sobre la niña.

Ya que los sexos son iguales en capacidad intelectual y en potencial para servir a la humanidad, las niñas y los niños deben estudiar el mismo currículo. Debe abrirse el camino para que las mujeres y las niñas accedan a toda esfera del quehacer humano, incluyendo el arte y las ciencias, la agricultura, el comercio, la industria y asuntos de estado. No existe límite natural en cuanto a la capacidad de la mujer.

El mundo, actualmente, está aprisionado en un ciclo de educación errónea en el cual se pasan características dañinas de una generación a otra retardando el progreso social. Una fuente de esta educación errónea es el fracaso en respetar a la mujer, aún en el hogar. La negación de igualdad entre los sexos comete una injusticia contra la mitad de la población del mundo y promueve en los hombres actitudes y hábitos dañinos que se llevan de la familia al trabajo, a la vida política y, finalmente, a las relaciones internacionales. El mundo no puede darse el lujo de las consecuencias de tal ignorancia e injusticia, especialmente en este momento crítico cuando las perspectivas de establecer la paz en este planeta son tan alentadoras.

La causa de la educación universal merece el mayor apoyo que los gobiernos del mundo puedan darle, pues la ignorancia es indiscutiblemente la razón principal de la decadencia y la caída de los pueblos y la perpetuación del prejuicio. Ninguna nación puede lograr el éxito a menos que la educación se otorgue a todos sus ciudadanos. La falta de recursos limita la habilidad de muchas naciones para cumplir esta necesidad, imponiendo cierto orden de prioridades. Los organismos de toma de decisiones que estén involucrados harían bien en considerar darle primera prioridad a la educación de mujeres y niñas, ya que es por medio de las madres educadas que los beneficios del conocimiento pueden difundirse más efectiva y rápidamente por toda la sociedad.

La Comunidad Internacional Baha'i felicita a la UNICEF por sus iniciativas y exhorta al Cuerpo Ejecutivo de la UNICEF a continuar haciendo importante este énfasis en las necesidades de la niña.

_La mujer en el desarrollo" enunciado de la Comunidad Internacional Baha'i presentado ante la Junta Ejecutiva de la UNICEF; Nueva York, EEUU, 22 de abril de 1991. Número de documento de las Naciones Unidas E/ICEF/1991/NGO/7.

Apéndice

El cambio es un proceso evolutivo que requiere paciencia para con uno mismo y con los demás, educación amorosa y el paso del tiempo; mientras los creyentes profundizan su conocimiento de los principios de la Fe, gradualmente descartan actitudes tradicionales largo tiempo sostenidas, y progresivamente conforman sus vidas a las enseñanzas unificadoras de la Causa.

Casa Universal de Justicia

La Condición la Mujer en la Comunidad Baha'i

Comunidad Internacional Baha'i

Oficina para el Avance de la Mujer

La lucha de la mujer por el reconocimiento y la plena participación en sus comunidades religiosas siempre ha sido difícil, a menudo más difícil que en el mundo secular. Tanto en la vida religiosa como en la vida secular, la mujer es excluida por actitudes y comportamientos derivados de la creencia de que la mujer es inferior al hombre; pero en muchas comunidades religiosas la subordinación de la mujer también está entramada en sus instituciones y se ve reforzada por la interpretación de los escritos como si fuera la voluntad de Dios.

No es así en la comunidad baha'i. Las enseñanzas de Bahá'u'lláh, Profeta Fundador de la Fe Baha'i, aseveran inequívocamente la completa igualdad espiritual y social de la mujer. Además, las instituciones de la Fe Baha'i tienen la obligación moral de apoyar y alentar la plena participación de la mujer. En el liderazgo y la toma de decisiones y en todo aspecto de la vida comunitaria baha'i. Una encuesta reciente sobre la participación de la mujer en la vida comunitaria baha'i mostró que la mujer está bien representada en posiciones de liderazgo en las comunidades baha'is en todo el mundo, e ilustra el progreso que se está haciendo en la superación de actitudes tradicionales y fuertes pautas culturales.

Para poder comprender la información recabada en esta encuesta es importante comprender la naturaleza del liderazgo en la comunidad baha'i: una comunidad religiosa sin clero. Se enfatiza el liderazgo de grupo en lugar del poder individual presente en todo el sistema administrativo baha'i, que tiene dos ramas: una se compone de consejos elegidos para gobernar; la otra se compone de individuos nombrados para motivar y aconsejar. La encuesta reveló que las mujeres forman el 30% de los miembros de los consejos gobernantes nacionales elegidos (denominados Asambleas Espirituales Nacionales) y el 40% de los miembros de los consejos gobernantes locales (denominados Asambleas Espirituales Locales). Además, el 47% de aquellos que han sido nombrados (denominados miembros de los Cuerpos Auxiliares) para inspirar y aconsejar a la comunidad a nivel sub-nacional y regional, son mujeres.

Aunque estas estadísticas colocan a la comunidad baha'i muy por delante del mundo en general en cuanto a la participación de la mujer en el liderazgo, la comunidad baha'i todavía tiene que cumplir su propia meta de completa igualdad entre mujeres y hombres. Actualmente, para la gran mayoría de los baha'is del mundo, muchos de los cuales son los primeros en sus familias en hacerse baha'is, los valores y los hábitos con que se han criado no son fáciles de abandonar. Pero al hacerse baha'is se comprometen a un proceso de transformación individual y social, basado en la realidad fundamental de esta época: la unicidad de la humanidad. La igualdad del hombre y la mujer es un aspecto importante de este principio. Es así que la comunidad baha'i toda está empeñada en una lucha compartida para superar una variedad de prejuicios tradicionales, y sus miembros son ayudados en dicha lucha por las instituciones administrativas baha'is.

ANTECEDENTES DE LA ENCUESTA

Esta reciente encuesta sobre la condición de la mujer en la comunidad baha'i (1993-1994) es la tercera que la Comunidad Internacional Baha'i lleva a cabo. La primera se realizó en 1972, en preparación para el Año Internacional de la Mujer (1975), y la segunda en el 1984 a finales de la Década de la Mujer (1976-1985). Las tres encuestas examinaron --en mayor detalle cada vez-- los siguientes factores críticos que afectan la condición de la mujer:

1. la participación de la mujer en los consejos elegidos que gobiernan la vida comunitaria baha'i;

2. las formas en que las instituciones baha'is alientan a la mujer a participar en la vida comunitaria baha'i; y

3. las estrategias empleadas por las instituciones baha'is para cambiar las actitudes hacia la mujer.

La encuesta de 1993-1994 recabó información sobre la participación de la mujer en las actividades administrativas de la comunidad baha'i de dos fuentes: las instituciones elegidas y los miembros de la rama nombrada del orden administrativo baha'i (miembros del Cuerpo Auxiliar) cuyas funciones --aconsejar, proteger y alentar a la comunidad-- complementan las de la rama electa, que tienen la responsabilidad de gobernar. La información lograda aclara el asunto del proceso de transformación y muestra cómo estas instituciones complementarias promueven --cada una a su manera-- el proceso de comprensión e implementan del principio de la igualdad de los sexos.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

Se enviaron cuestionarios a 165 Asambleas Espirituales Nacionales; 92 respondieron. También se enviaron cuestionarios a miembros de los Cuerpos Auxiliares que son nombrados para inspirar y guiar a los individuos y para consultar con los consejos gobernantes elegidos a nivel sub-nacional y regional. Respondieron doscientos cincuenta y cuatro (65%) de los 389 miembros del Cuerpo Auxiliar que prestan servicio en todo el mundo, informando sobre sus actividades y las de sus ayudantes, nombrados para realizar las mismas funciones a nivel local. Se validó la exactitud de la muestra al comparar las estadísticas de miembros en las 165 Asambleas Espirituales Nacionales, lograda por el Centro Mundial Baha'i, con la misma información suministrada por las Asambleas Nacionales que habían respondido a dicha encuesta.

RESULTADOS PRELIMINARES

EN LAS INSTITUCIONES ELEGIDAS

El porcentaje de mujeres que prestan servicio en las 92 Asambleas Espirituales Nacionales que respondieron a la encuesta era del 30%, demostrando el grado al cual los baha'is _quienes votan con balota secreta _ están intentando superar los prejuicios tradicionales. Este porcentaje, que ha permanecido constante desde la primera encuesta en 1972, es consistente con el porcentaje de todas las 165 Asambleas Nacionales, según las estadísticas recabadas por el Centro Mundial Baha'i. En el relevamiento se observó que el 41% de los secretarios nacionales son mujeres. Ésta es una muestra significativa de confianza, ya que la Oficina de la Secretaría es de gran responsabilidad y ocupa un lugar visible en la administración baha'i.

Además de información básica sobre proporciones masculino-femenino en varias posiciones de liderazgo, la encuesta también consultó sobre las actividades de mujeres a nivel local y nacional. La respuesta indicó que más de la mitad de las comunidades baha'is nacionales que respondieron han realizado eventos específicos en cuanto a los temas de la mujer al menos una vez al año en los últimos seis años. Entre los temas discutidos se encontraban la igual dad entre mujeres y hombres, la mujer en el liderazgo, el matrimonio y la vida familiar, el ser padres, y sobre "heroínas de la Fe Baha'i". Las 38 Asambleas Nacionales con programas de alfabetismo informaron que debido, en parte, a esfuerzos deliberados por reclutar mujeres, más mujeres que hombres asistieron a las clases.

La encuesta también estableció que en las empresas editoriales baha'is las mujeres desempeñan un papel prominente. La mayoría de las comunidades nacionales indicó que ellos nombran comités de publicación, y la proporción masculino-femenino en estos comités es de uno a uno. De las 54 comunidades que informaron que publicaron libros en los últimos seis años, 24 produjeron libros sobre mujeres.

Particularmente alentadora es la información estadística sobre 4.680 comunidades locales (aproximadamente un cuarto de las comunidades organizadas en todo el mundo) indicando que un número creciente de mujeres está siendo elegido para servir a nivel de base. De aquellos que son electos para servir en los consejos gobernantes locales un impresionante 40% son mujeres. Es más, la mitad de los secretarios locales y un tercio de los tesoreros locales son mujeres.

RESULTADOS PRELIMINARES

EN LAS INSTITUCIONES NOMBRADAS

El compromiso de las instituciones baha'is para con la plena participación de la mujer es evidente en el nombramiento de casi igual números de mujeres y hombres para servir en los Cuerpos Auxiliares. De los miembros de Cuerpo Auxiliar que informaron, 47% eran mujeres; 53% eran hombres. Además, los ayudantes que éstos nombraron para educar y alentar a los baha'is a nivel local también eran aproximadamente 50% mujeres y 50% hombres.

Estos individuos ejercen una poderosa influencia moral en las comunidades baha'is. Sus ideas y percepciones a menudo son solicitadas tanto por los consejos gobernantes baha'is electos como por los individuos baha'is. Al responder a la encuesta, muchos de estos líderes nombrados indicaron que promueven regularmente los principios de la igualdad y la asociación entre mujeres y hombres en sus discursos, talleres y charlas personales.

CONCLUSIONES

La encuesta produjo un cúmulo de información que aún no ha sido completamente analizado. Sin embargo, los resultados preliminares demuestran claramente que la mujer desempeña un papel significativo en gobernar (30%) y en guiar (47%) a las comunidades baha'is en todo el mundo. Los datos obtenidos también confirman que las instituciones de la Fe Baha'i están accionando positivamente para fomentar el desarrollo y la plena participación de la mujer en la vida de la comunidad. Tal vez lo más interesante es que, además, la encuesta aclara el rol de las dos ramas del orden administrativo baha'i --consejos elegidos e individuos nombrados-- en la canalización del proceso de transformación individual y social.

El consejo gobernante internacional de la Comunidad Baha'i, la Casa Universal de Justicia, aconseja para este proceso un enfoque integrado: "El principio de la igualdad entre mujeres y hombres, como las otras enseñanzas de la Fe, puede ser efectiva y universalmente aplicado entre los amigos cuando sea ejercitado conjuntamente con todos los otros aspectos de la vida baha'i."

Los datos obtenidos confirman que en este proceso evolutivo tanto las instituciones baha'is nombradas como las elegidas están ejerciendo el liderazgo moral. Al designar mujeres para posiciones de responsabilidad dentro de la comunidad y luego apoyarlas y alentarlas, tanto las instituciones elegidas como las nombradas ayudarán a la mujer a desarrollarse y demostrar las capacidades que se esperan de aquellos que sirven en los consejos gobernantes baha'is a todo nivel. Según los Escritos Baha'is, estas cualidades incluyen "lealtad incuestionable", "dedicación sin egoísmo", " mente bien preparada", "reconocida capacidad y experiencia madura".1 A medida que las mujeres se levanten para servir, particularmente en el nivel local, la comunidad puede verlas en nuevos roles y experimentar por sí mismos los aportes de que son capaces las mujeres. Dada esta nueva evidencia de la capacidad de la mujer, muchos baha'is pueden internalizar este principio revolucionario de la igualdad entre las mujeres y los hombres. Especulamos con que, a medida que estos esfuerzos sean exitosos en ayudar a los baha'is a "descartar actitudes tradicionales de larga data", más mujeres serán elegidas para servir como miembros y oficiales tanto de los consejos gobernantes nacionales como locales.

Los resultados de esta encuesta son especialmente alentadores dado que la comunidad baha'i se encuentra entre las más diversas del planeta. Los más de cinco millones de baha'is de todo el mundo proceden prácticamente de toda nación, grupo étnico, cultura, profesión y clase social o económica, representando a más de 2.100 distintos grupos étnicos y tribales. Geográficamente, la Fe Baha'i se ha convertido en la segunda religión mundial independiente de mayor alcance, después del Cristianismo. Los baha'is, quienes han establecido comunidades en unos 232 países y territorios, seguirán bregando por la completa emancipación de la mujer ya que comprenden que Hasta que la realidad de la igualdad entre hombre y mujer sea establecido y plenamente logrado, no será posible el más alto desarrollo social de la humanidad." 2

NOTAS

1 Shoghi Effendi, Principios de Administración Baha'i, p. 76. Ebila-1979.

2  La Promulgación de la Paz Universal, pp. 76-77.

Análisis preliminar de los resultados de una encuesta realizada en el 1994 por la Oficina para el Avance de la Mujer de la Comunidad Internacional Baha'i.