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La Conservación y el Desarrollo Sostenible en la Fe Baha'i

La Conservación y el Desarrollo Sostenible en la Fe Baha'i

Este trabajo escrito se presentó por la Comunidad Internacional Baha'i ante la Cumbre sobre la Alianza Entre Religiones y la Conservación. La cumbre anfitrionada por Su Alteza Real el Príncipe Phillip, Duque de Edinburgo, y co-auspiciado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Fundación Pilkington y la MOA Internacional - se realizó en dos sesiones. Estas sesiones se realizaron en Atami, Japón, del 3 al 9 de Abril de 1995 y en el Castillo Windsor, Reino Unido de Gran Bretaña, del 29 de Abril al 3 de Mayo de 1995. La cumbre incluyó a líderes de nueve religiones principales: Baha'i, Budista, Cristiana, Hindú, Islámica, Jain, Judía, Sikh y Taoísta.

Windsor, Inglaterra—3 May 1995

3 de mayo de 1995

I. Las Enseñanzas Baha'is sobre la Conservación y el Desarrollo Sostenible

En esta época de transición hacia una sociedad mundial, la protección del ambiente y la conservación de los recursos de la tierra representan un desafío enormemente complejo. El progreso rápido en la ciencia y la tecnología que ha unido al mundo físicamente también ha acelerado grandemente la destrucción de la diversidad biológica y la rica herencia natural con que se ha dotado el planeta. La civilización material, movida por los dogmas del consumismo y el individualismo agresivo y desorientado por el debilitamiento de pautas morales y valores espirituales, se ha llevado al exceso. Solamente una visión muy amplia de una sociedad global, apoyada por valores y principios universales, puede inspirar a los individuos a asumir responsabilidad por el cuidado y la protección a largo plazo del ambiente natural. Los baha'is encuentran tal visión abarcadora del mundo y sistema de valores en las enseñanzas de Bahá’u’lláh: enseñanzas que anuncian una era de justicia, prosperidad y unidad planetarias.

Bahá’u’lláh le ordena a Sus seguidores a desarrollar un sentido de ciudadanía mundial y un compromiso hacia la mayordomía de la tierra. Sus escritos están imbuidos de un profundo respeto por el mundo natural y la entreconección de todas las cosas. Recalcan el que los frutos del amor de Dios y la obediencia a Sus mandatos son la dignidad, la nobleza y un sentido de valor. De estos atributos emergen la inclinación natural de tratarse unos a otros con amor y compasión, y la disposición por sacrificarse por el mejoramiento de la sociedad. Bahá’u’lláh también enseña la moderación, un compromiso a la justicia, y el desprendimiento de las cosas de este mundo: disciplinas espirituales que le permiten a los individuos contribuir al establecimiento de una civilización próspero y unido. El modelo amplio para tal civilización y los principios sobre los cuales ha de basarse se exponen en la Revelación de Bahá’u’lláh, una revelación que le ofrece esperanza a una humanidad desalentada y la promesa de que es verdaderamente posible tanto llenar las necesidades de las generaciones presente y futuras como sentar una base só1ida para el desarrollo social y económico. La inspiración y la visión para esta civilización se captan en las palabras de Bahá’u’lláh:

"La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos" [1]

Entre los principios que guían el enfoque baha'i de la conservación y el desarrollo sostenible, los siguientes son de importancia particular:

  • la naturaleza refleja las cualidades y los atributos de Dios y, por lo tanto, deberá respetarse y cuidarse grandemente;
  • todas las cosas están entreconectadas y prosperan según la ley de la reciprocidad; y
  • la unicidad de la humanidad es la verdad espiritual y social fundamental que modela nuestra edad.

La Naturaleza refleja las cualidades y los atributos de Dios.

Los Escritos baha'is describen a la naturaleza como una emanación de la voluntad de Dios:

"Dí: En su esencia, la Naturaleza es la encarnación de Nombre, el Hacedor, el Creador. Sus manifestaciones son diversificadas por diferentes causas, y en su diversidad existen signos para los hombres de entendimiento. La Naturaleza es la Voluntad de Dios y su expresión dentro y a través del mundo contingente. Es una dispensación de la Providencia ordenada por el Ordenador, el Omnisapiente." [2]

Comprendiendo a la naturaleza como un reflejo de la majestad de y una expresión del propósito de Dios inspira profundo respeto por el mundo natural:

"... cualquier cosa que contemplo, de inmediato descubro que Te da a conocer ante mí, y me recuerda Tus signos, y Tus señales, y Tus testimonios. Por Tu gloria! Cada vez que elevo mis ojos hacia Tu cielo, me trae a la memoria Tu excelsitud y Tu sublimidad, y Tu incomparable gloria y grandeza; y cada vez que vuelvo mi mirada hacia Tu tierra, me siento compelido a reconocer las evidencias de Tu poder y las señales de Tu generosidad. Y cuando observe el mar, encuentro que me había de Tu majestad, de la potencia de Tu fuerza, y de Tu soberanía y de Tu grandeza. Y cuando quiera que contemplo las montañas, me llevan a descubrir los emblemas de tu victoria y los estandartes de tu omnipotencia." [3]

Esta actitud de respeto se refuerza aun más por las ricas referencias metafóricas al mundo natural tejidas a lo largo de los Escritos baha'is. Sin embargo, mientras que la naturaleza se valora y se respeta grandemente, no ha de venerarse ni adorarse. Sino que ha de servir al propósito dado por Dios a la raza humana: el llevar adelante una civilización en continuo avance. Por esta parte, la Fe baha'i promueve una visión mundial que no es ni biocentrica ni antropocéntrica, hablando estrictamente, sino teocentrica, con las Revelaciones de Dios en el centro. La humanidad, al esforzarse por llevar a cabo la Voluntad Divina en este, el reino físico, es pues el fideicomisario o el protector de la naturaleza.

El fideicomiso responsable del mundo natural se extiende lógicamente al tratamiento humanitario de los animales.

"No sólo a sus semejantes del género humano deben los amados de Dios tratar con misericordia y compasión, sino que deben demostrar la mayor bondad hacia toda criatura viviente. " [4]

"Enseñad a vuestros hijos desde sus primeros días a ser infinitamente tiernos y cariñosos con los animales. " [5]

Todas las cosas están entreconectadas y prosperan según la ley de la reciprocidad.

Los principios de la entreconección y la reciprocidad subyacen el entendimiento baha'i tanto de los operamientos del universo como de las responsabilidades de la humanidad.

"Pues cada parte del universo está vinculada con todas las demás partes con lazos que son muy poderosos y que no admiten ningún desequilibrio, ni tampoco ningún descuido... " [6]

"La cooperación y reciprocidad son propiedades esenciales inherentes al sistema unificado del mundo de la existencia, sin las cuales la creación entera seda reducida a la nada." [7]

"Si uno observara con una visión que descubre las realidades de todas las cosas, llegaría a ver con claridad que la relación más importante que mantiene unido el mundo del ser se encuentra dentro de la esfera de las mismas cosas creadas, y que la cooperación, la ayuda mutua y la reciprocidad son características esenciales del cuerpo unificado del mundo del ser, en cuanto que todas las cosas creadas están relacionadas estrechamente entre sí y cada una es influida por la otra o saca algún beneficio de ella, sea directa o indirectamente. " [8]

Los procesos evolucionarios se afirman explícitamente en los Escritos baha'i:

"Todos los seres, ya sean grandes o pequeños, fueron creados perfectos y completos desde el comienzo, pero sus perfecciones aparecen en ellos por grados. La organización de Dios es una; la evolución de la existencia es una; el sistema divino es uno. ... Cuando consideréis este sistema universal, veis que no hay un solo ser que en el comienzo de su existencia ha llegado al límite de la perfección. No, crecen y se desarrollan gradualmente, y luego logran el grado de perfección." [9]

También sobresalen las bendiciones de la bio-diversidad:

"(L)a diversidad es la esencia de la perfección y la causa de la aparición de las dádivas de Dios.... Esta diversidad, esta diferencia, es como la naturalmente creada disimilitud y variedad de los miembros y órganos del cuerpo humano, ya que cada uno de ellos contribuye a la belleza, la eficiencia y perfección del todo.... ¡Qué ingrato a la vista sería si todas las flores y plantas, todas las hojas y capullos, los frutos, las ramas y los árboles de ese jardín fueran todos de la misma forma y color! La diversidad de tonos, de forma y aspecto, enriquece y adorna el jardín, y realiza su efecto... " [10]

El plano espiritual y el plano material están entreconectados y actúan uno sobre el otro:

"No podemos separar el corazón humano del medio exterior y decir que, una vez hayamos reformado alguno de los dos, todo mejorará. El hombre es orgánico con el mundo. Su vida interior moldea el entorno y é1 mismo es profundamente afectado por éste. El uno actúa sobre el otro y todo cambio permanente en la vida del hombre es el resultado de estas reacciones mutuas." [11]

Dada la unidad fundamental de la ciencia y la religión — el entreconectamiento de los reinos material y espiritual - no es sorprendente el que se alaben grandemente los esfuerzos científicos:

"(L)a facultad de investigación intelectual en cuanto a los secretos de la creación... es el poder más elogiable del hombre, pues por el empleo y el ejercicio de éste se logra el mejoramiento de la raza humana, se hace posible el desarrollo de las virtudes de la humanidad... " [12]

Sin embargo, el ejercicio de la facultad de la investigación tiene que guiarse por principios espirituales, especialmente a moderación y la humildad.

"(C)ualquier organismo, sea cual fuere, aunque fuera el instrumento del más grande beneficio para la humanidad, puede ser mal empleado. " [13] "De llevarse al exceso, la civilización será fuente tan prolífica del mal como lo había sido del bien cuando se mantuvo dentro de las restricciones de la moderación." [14]

"Todo hombre de discenimiento, al caminar sobre la tierra, realmente se siente avergonzado, porque sabe perfectamente que aquello que es la fuente de su prosperidad, su riqueza, su poder, su exaltación, su progreso y fuerza, como ha sido ordenado por Dios, es la tierra misma, la cual hallan los pies de todos los hombres. No cabe duda que quienquiera conozca esta verdad, se ha purificado y santificado de todo orgullo, arrogancia y vanagloria...." [15]

A la luz de la interdependencia y la reciprocidad de todas las partes de la naturaleza, la perfección evolucionaria de todos los seres, y la importancia de la diversidad "a la belleza, la eficiencia y perfección del todo", es claro para los baha'is el que, en el orden de asuntos humanos, debe hacerse todo esfuerzo por preservar al máximo posible la bio-diversidad y el orden natural de la tierra.

Sin embargo, en el proceso de extender la justicia social y económica a la familia humana entera, hay que hacerse ciertas decisiones difíciles y posiblemente irreversibles. Tales decisiones, creen los baha'is, deben hacerse dentro de un marco consultativo, involucrando a aquellos que sean afectados y tomando en cuenta el impacto de cualesquier políticas, programas y actividades resultantes en la calidad de vida de las generaciones subsiguientes.

Para los baha'is, la promesa de Bahá’u’lláh de que la civilización existirá en el planeta por un mínimo de cinco mil siglos hace que sea poco escrupuloso el ignorar el impacto a largo plazo de las decisiones tomadas hoy. Por lo tanto, la comunidad mundial tiene que aprender a hacer usos de los recursos naturales de la tierra, tanto renovables como no-renovables, de una manera que asegure la sostenibilidad en el provenir lejano. Sin embargo, esto no significa que los baha'is abogan una política "sin tocar, de vuelta a los bosques". Por el contrario, la civilización mundial que los baha'is creen emergirá eventualmente se animará por una profunda fe religiosa y será una en que la ciencia y la tecnología servían a la humanidad y la ayudará a vivir en armonía con la naturaleza.

La unicidadde lahumanidades la fundamental verdad espiritual y social que forma nuestra edad.

La unicidadde lahumanidad es, para los baha'is, el principio operante y la meta última de la vida colectiva de la humanidad en el planeta. Se aplica no só1o al individuo, sino también a las relaciones que tienen que unir todos los estados y naciones como miembros de una familia humana:

"La unicidad de la humanidad... implica un cambio orgánico en la estructura de la sociedad actual, un cambio tal como el mundo aun no ha vivido..... Requiere nada menos que la reconstrucción y la desmilitarización del mundo civilizado entero — un mundo unificado orgánicamente en todos los aspectos esenciales de su vida, su maquinaria política, su aspiración espiritual, su comercio y finanza, su escritura y su lenguaje, y sin embargo infinito en la diversidad de las características nacionales de sus unidades federadas. [17]

"Representa la consumación de la evolución humana... y... lleva consigo nada más y nada menos que una aserción solemne de que el logro de esta etapa final en su evolución estupenda no es só1o necesario sino inevitable, que su realización se aproxima rápidamente, y que nada que no sea un poder nacido de Dios puede lograr establecerla." [18]

Los Escritos baha'is mantienen que la adherencia al principio de la unicidaddela humanidad tendrá un impacto directo y perdurable en cuanto a los ambientes espirituales, sociales y físicos del hombre. La aceptación universal de este principio requerirá una reestructuración de los sistemas educacionales, sociales, agrícolas, industriales, económicos, legales y políticas del mundo. Esta reestructuración facilitará la emergencia de una civilización mundial sostenible, justa y próspera. Al final só1o una civilización con base espiritual - en que la ciencia y la religión funcionen en armonía — podrá preservar el balance ecológico de la tierra, fomentar la estabilidad en la población humana, y avanzar el bienestar tanto material como espiritual de todos los pueblos y naciones.

En Conclusión

Los Escritos baha'is enseñan que como fideicomisarios de los vastos recursos y la diversidad biológica del planeta, la humanidad tiene que esforzarse por proteger la "herencia (de) generaciones futuras" [19]; ver en la naturaleza un reflejo de lo divino; acercarse a la tierra, la fuente de bendiciones materiales, con humildad; balancear sus acciones con moderación; y ser guiados por la verdad espiritual fundamental de nuestra edad, la unicidad delahumanidad. La rapidez y la facilidad con que establecemos un patrón de vida sostenible dependerá, a final de cuentas, en la medida en que estemos dispuestos a transformamos, por medio del amor de Dios y la obediencia a Sus Leyes, en fuerzas constructivas en el proceso de crear una civilización en continuo progreso.

II. Una Reseña del Programa Ambiental de la Comunidad Mundial

Baha'i desde Unirse a la Red de Conservación y Religión en el 1987

Por décadas los individuos baha'is y las comunidades baha'is han estado involucrados en la protección y preservación del ambiente. Sin embargo, durante los últimos diez años, ha habido un crecimiento notable en estas iniciativas.

A nivel global, la Comunidad Internacional Baha'i se unió oficialmente a la Red sobre Conservación y Religión del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en el 1987.

En el 1989 se emitió al mundo baha'i una recopilación de extractos de los Escritos baha'is. Esta recopilación, Conservación de los Recursos de la Tierra, se ha estudiado extensamente en las comunidades baha'is en todo el planeta y ha provisto mayor vislumbre e inspiración para los baha'is quienes emprenden iniciativas de conservación. En el mismo año se creo una Oficina del Ambiente dentro de la Comunidad Internacional Baha'i. La Oficina del Ambiente representa a la Comunidad Internacional Baha'i ante las Naciones Unidas y otros foros internacionales dirigiéndose a los asuntos de desarrollo sostenible. Pone preocupaciones ambientales ante la atención de comunidades baha'is y cataliza actividad al proveerles a las comunidades información y al ayudarles a formar redes con individuos, instituciones y recursos.

Veintenas de comunidades nacionales - incluyendo a Brasil, Japón, Malasia, Holanda, Nigeria, Noruega, Pakistán, las Islas Filipinas, y Taiwán - y muchas comunidades locales han creado Oficinas del Ambiente o el equivalente. Estas oficinas promueven actividades y educación de desarrollo sostenible, a menudo en cooperación con otras organizaciones e individuos con principios y metas semejantes. Varias comunidades adicionales han incorporado la protección ambiental en la esfera de sus ya establecidas Oficinas de Desarrollo Social y Económico.

Los siguientes ejemplos de iniciativas ambientales y actividades de desarrollo que involucran comunidades e individuos baha'is están catalogadas bajo cinco categorías:

Educaciónycapacitación;proyectos; lasartes;abogacía;yLugaresSagrados Baha'isy jardines.

Educación v Capacitación

Se han lanzado numerosos programas de educación y consciencia publica para alentar la conservación y el desarrollo sostenible de parte de comunidades e individuos baha'is en todo el mundo.

  • Las comunidades baha'is en todo el mundo están involucrados en un esfuerzo continuo por comprender mejor y aplicar las Enseñanzas baha'is a los desafíos ambientales que enfrenta la humanidad. Están examinando los Escritos baha'is en cuanto a la conservación y el desarrollo y exploran formas de transformar las enseñanzas en acción. El estudio, la reflexión y la consulta individuales y colectivos a menudo dan lugar a planes y proyectos.
  • Se han escrito artículos sobre el ambiente y el desarrollo por varios eruditos baha'is, y varias publicaciones baha'is actualmente contienen regularmente información e ideas relacionadas a la conservación.
  • Las escuelas baha'is, las escuelas de verano, las conferencias de jóvenes y otras reuniones han dedicado sesiones y a veces programas enteras a asuntos de ambiente y desarrollo. Se han formado grupos de trabajo sobre asuntos de desarrollo sostenible bajo los auspicios de varias Asociaciones para Estudios Baha'is nacionales y regionales.
  • La Oficina Baha'i para el Ambiente para Japón ha comenzado programas educativas ambientales en grupos comunitarios en Honshu y Kyushu.
  • La comunidad baha'i del Brasil, conjuntamente con la UNICEF, lanzó un programa de educación sobre conservación, donde se capacitaba a maestras y maestros en la capital y sus alrededores, Brasilia, y produjo materiales de currículo y un video. Actualmente está realizándose la segunda fase de este proyecto, llevando las mismas actividades a varios estados brasileros.
  • Varias comunidades baha'is locales y nacionales - desde Saskatoon, Fort Murray y Leicester, hasta Zimbabwe, Guyana y la India - han desarrollado módulos de currículo y materiales educativos de conservación localmente relevantes.
  • La Oficina Baha'i del Ambiente para Taiwán, en colaboración con el gobierno nacional, ha capacitado a cientos de maestros en todo el país para introducir asuntos de conservación en los currículos. La Oficina también ha producido una serie de programas educativas para la radio nacional sobre el cuidado y la protección del ambiente.
  • La Universidad Nur en Santa Cruz, Bolivia, cuyas filosofías educativas y administrativas se derivan de los principios baha'is, ha iniciado un programa de Maestría en Desarrollo.
  • Emisoras de radio comunitarias baha'is en seis países transmiten programas y anuncios de servicio publico sobre varios asuntos de ambiente y desarrollo, incluyendo prácticas agrícolas sostenibles y el cuidado para la tierra.
  • Jóvenes baha'is en Colombia realizan campamentos ambientales para estudiar los principios de conservación según se encuentran en los Escritos baha'is y para convertir estos principios en acción.
  • Ecologíay UnidadMundial, un periódico bimensual emitido por la comunidad baha'i de Argentina, informa asuntos de ambiente y desarrollo. Se vende en toda la Argentina y se distribuye mundialmente.
  • Vanguardia Trust, una organización de inspiración baha'i que comenzó en Puerto Rico, produce una carta noticiosa trimestralmente de ideas y proyectos con enfoque sobre la educación, tecnología apropiada y desarrollo.
  • OneCountry, la carta noticiosa trimestral de la Comunidad Internacional Baha'i, que se envía a más de 30.000 individuos y organizaciones (en chino, ingles, francés, alemán, ruso, y español), regularmente informa asuntos de ambiente y desarrollo.

Proyectos

Los proyectos de conservación abarcan desde iniciativas individuales tales como Rainbow Reforestation, un esfuerzo de dos baha'is, la Sra. Anne Mane y Sr. Michael Kariberg, para aplicar los principios espirituales de la unidad y la consulta al trabajo de repoblación forestal a gran escala en Canadá; hasta campañas de limpieza iniciadas por la comunidad de parte de jóvenes baha'is en Escocia y plantación de árboles en Islandia, Pakistán, Uganda, Brasil, Haití y Australia.

  • El Proyecto Tora-san es un experimento continuo en agricultura orgánica por la comunidad baha'i del Japón. Localizada cerca de la ciudad de Kurume, Kyushu, los niños, jóvenes y adultos están aprendiendo a cosechar comida sin pesticidas ni abonos artificiales.
  • El Instituto Vocacional Baha'i para Mujeres Rurales en Indore, India, tiene programas dedicadas al mejoramiento de los ambientes espiritual, físico y social. En la Cumbre de la Tierra, el Instituto recibió el Premio Global 500 presentado por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (UNEP).
  • La campaña Clean andBeautifulSwaziland (Swazilandia Limpia y Bella) ha recibido elogio de parte del gobierno nacional por su trabajo en limpiar las áreas rurales del país. La fundadora de la campaña, la Dra. lrma Alien, una baha'i de Swazilandia, también recibió el prestigioso Premio Global 500 de la UNEP.
  • La Sra. Fatima Traazil, una baha'i de Singapur, recibió el "Premio Hoja Verde" nacional del Ministerio del Ambiente por su campaña continua para promover principios ambientales seguros al alentar el reciclaje y desalentar el desperdicio.
  • New Dawn Engineering (Ingeniería Nuevo Amanecer), una iniciativa dirigida por baha'is en Swazilandia, produce apropiadas tecnologías cuidadosas del ambiente.
  • Más, de 40 comunidades baha'is nacionales en todo el mundo iniciaron actividades en el Vigésimo Aniversario del Día de la Tierra en el 1990. Las comunidades baha'is siguen siendo activas todos los años tanto en el Día de la Tierra como en el Día Mundial del Ambiente.
  • La radio solar SR-2, producida para la Vanguardia Trust por el Dr. K. Dean Stephens, un baha'i, ha contribuido tecnología nueva al campo de radio solar-voltaico. Se han producido diez mil SR-2 y el modelo se está probando en campaña por varias organizaciones gubernamentales y no-gubernamentales. Actualmente se esta desarrollando un modelo avanzado, SR-4.
  • Proyectos de criaderos de peces se han iniciado por comunidades baha'is en Bolivia y Malasia.
  • La comunidad baha'i en Cochabamba, Bolivia, ha desarrollado invernaderos de altiplano, y ha llevado esta tecnología de bajo costo a varias aldeas.
  • Muchas comunidades baha'is locales en toda Malasia están involucradas en el reciclaje.
  • Se han iniciado campañas de plantación de árboles a corto y largo plazo por comunidades baha'is en muchos lugares del planeta: éstos incluyen el proyecto de plantación de árboles BreathofLife en la comunidad baha'i de Hawaii la cual plantó árboles indígenas en todas las Islas Hawaianas; los esfuerzos de repoblación forestal de los estudiantes de la Escuela Secundaria Baha'i Rabbani en Madhya Pradesh donde se han plantado decenas de miles de árboles en los terrenos de la escuela y en aldeas aledañas; los esfuerzos de los baha'is en Washington, Estados Unidos, por replantar riberas descortezadas; el proyecto de repoblación forestal de aldeas de la Escuela Baha'i Anís Zunùzí en Puerto Principe, Haiti"; y la campaña de los baha'is de Islandia por plantar miles de árboles en Skógar, la propiedad ancestral del famoso poeta islándico, el Sr. Jochum M. Eggertsson.
  • La comunidad baha'i de Mauricio fue instrumental en lanzar una red nacional e interreligiosa de conservación.
  • Las comunidades baha'is en Kenya están involucradas en la manufactura y la distribución de estufas "jiko" eficientes en energía, que queman carbón.
  • La comunidad baha'i de las Islas Filipinas, trabajando conjuntamente con el Departamento del Ambiente y Recursos Naturales, ha estado involucrada en educación ambiental y trabajo de conservación en el Parque Nacional Camp John Hay.
  • Muchas comunidades están involucradas en esfuerzos de limpieza y embellecimiento de parques, carreteras y riberas. Muchos de estos esfuerzos son continuos, incluyendo campañas de "adopte una carretera".

Las Artes

Se recalca en los Escritos baha'is la importancia de las artes en la inspiración de cambios en actitudes y comportamiento. Por lo tanto, no es sorprendente encontrarse que muchas comunidades baha'is han usado las artes para promover consciencia y compromiso con la conservación. Éstas abarcan una gran gama según se muestra en los siguientes ejemplos.

  • La Comunidad Internacional Baha'i organizó el evento ArtsforNature (Las artes para la naturaleza) en Syon House en Londres, tanto para alentar la expresión artística en el servicio de la conservación como para recaudar fondos para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
  • El Comité Baha'i de Mujeres de Singapur organizó un evento nacional semejante de Artespara laNaturaleza. Se crearon muchas obras artísticas por artistas de Singapur para este evento, y se recaudaron fondos para proyectos de conservación en la región.
  • La comunidad baha'i de las Islas Filipinas ha organizado festivales de música para crear consciencia de asuntos ambientales nacionales.
  • La Comunidad Internacional Baha'i y su afiliado nacional brasileiro, en colaboración con la UNICEF, produjo un libro de arte de niños, TomorrowBelongsto theChildren (Mañana le pertenece a los niños). Miles de niños escolares de 26 naciones alrededor del mundo discutieron asuntos de desarrollo sostenible y produjeron arte y poesía basadas en estas conversaciones. Luego se realizaron concursos para escoger obras que aparecerían en este libro. TomorrowBelongstothe Children, con sus mensajes conmovedores, se ha distribuido a miles de individuos, incluyendo Jefes de Estado y Embajadores de la ONU.
  • En el 1994 la Oficina Baha'i del Ambiente para Taiwán realizó un concurso internacional de arte de niños y exhibición sobre el tema, "Nuestro Ambiente Frágil"

Esta exhibición se vio por decenas de miles de personas. El segundo concurso y exhibición, "Los animales y yo", está programado para finales de 1995.

  • El Monumentode laPaz en Río de Janeiro, permanece como símbolo perdurable del nuevo espíritu de cooperación global que caracterizó la Cumbre de la Tierra y el Foro Global. Una iniciativa de la Comunidad Internacional Baha'i y su afiliado nacional brasileiro, el monumento se diseñó por el renombrado artista y escultor brasileiro, Sr. Siron Franco. Como parte de las ceremonias de clausura de estos históricos eventos gemelos, se depositó tierra de 40 naciones por niños en el monumento de cerámica y cemento en forma de reloj de arena, de cinco metros de altura. Ceremoniosamente se agrega tierra de países adicionales todos los años en el Día Mundial del Ambiente. Ya han contribuido más de 80 naciones. Inscrito en el monumento, como recordatorio de los más altos ideales de la Cumbre de la Tierra y el Foro Global, se encuentran las palabras siguientes: "La tierra es un solo país, y la humanidad sus ciudadanos - Bahá’u’lláh".

Abogacía

El mundo baha'i se ha involucrado más y más en abogar por la conservación y el desarrollo sostenible.

  • La Comunidad Internacional Baha'i y muchos de sus afiliados locales y nacionales participaron extensivamente en el proceso entero previo e incluyendo la Conferencia sobre Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas (o Cumbre de la Tierra). Se distribuyeron mundialmente en varios idiomas cerca de un millón de ejemplares de enunciados y trabajos escritos por la Comunidad Internacional Baha'i sobre asuntos de ambiente y desarrollo. Las comunidades baha'is activas en este proceso histórico trabajaron con sus gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil. En el proceso muchos baha'is se educaron mejor en cuanto a los asuntos tocados por la Cumbre de la Tierra y se hicieron mucho más conscientes globalmente.
  • La Comunidad Internacional Baha'i, en colaboración con otras organizaciones, ha auspiciado dos ReunionesMundialesdeCartaMagnade Silvicultura, una en el 1989 y una en el 1994. Las primeras Reuniones MundialesdeCartaMagnadeSilvicultura reunió a diplomáticos en la Corte de St. James en las décadas de 1940, 1950, y 1960 para discutir el estado de los bosques del mundo. Estas Reuniones fueron iniciadas por el Dr. Richard St. Barbe Baker, quien se encontraba entre los primeros ambientalistas globales, y quien también comenzó en 1920 una serie de proyectos ambiciosos —incluyendo viajes, trabajo de campo, discursos y escritos — dedicados a poner ante la atención mundial la condición de nuestro ambiente. La ReunióndeCartaMagnade Silvicultura de 1989 conmemoró el centenario del nacimiento del Dr. Baker y enfrentó programas vigentes dirigidos a preservar los bosques del mundo. La Reunión de 1994 era de importancia particular debido a su enfoque en cuanto a los PrincipiosdeSilvicultura, adoptados en la Cumbre de la Tierra, y por realizar la necesidad de ver a los bosques como herencia común de la humanidad para poder conservar y hacer que funcionen sosteniblemente para un futuro lejano.
  • La Comunidad Internacional Baha'i es una de los socios fundadores y respaldadores principales de AdvocatesforAfricanFoodSecurity: LesseningtheBurdenforWomen (Defensores de la Seguridad de la Comida Africana: Aliviándole el Peso a las Mujeres), una coalición de organizaciones formada para crear consciencia, particularmente entre los que crean leyes, sobre el papel critico que desempeñan las mujeres africanas en asegurar la seguridad de la comida del continente.
  • Muchas comunidades baha'is actualmente están trabajando con autoridades locales y organizaciones de sociedad civil para alentar la implementación de Agenda 27, el plan de acción global para el desarrollo sostenible adoptada en la Cumbre de la Tierra. Por ejemplo, las comunidades baha'is en toda Alemania y en el Reino Unido están dirigiéndose a las autoridades locales (el tema del Capitulo 28 de la Agenda21) para discutir la promoción del concepto de la ciudadanía mundial como base moral y ética del desarrollo. Semejantemente, las comunidades baha'is de Dinamarca, Suecia y Australia han lanzado campañas en las escuelas haciendo enfoque en la ciudadaníamundial.

— Las comunidades baha'is se están involucrando más y más a nivel local, nacional e internacional en conferencias, mesas redondas, comisiones y coaliciones, muchas en conexión con consultas mayores de la ONU. Los baha'is participaron extensamente en el proceso de la Cumbre de la Tierra, la Conferencia Global sobre Desarrollo Sostenible de Pequeñas Islas Estados en Desarrollo, el Foro Global ‘94, la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, y la Comisión sobre Desarrollo Sostenible.

Lugares Sagrados y Jardines Baha'is

Los Lugares Sagrados Baha'is y las Casas de Adoración Baha'i se conocen en todo el mundo por sus jardines exquisitos. Los jardines en el Centro Mundial Baha'i, tan queridos por los peregrinos baha'is como refugios para rejuvenecimiento espiritual, también atraen grandes números de turistas de todas partes del mundo. Su belleza y tranquilidad inspiran un profundo respeto por el mundo natural. La metáfora de la naturaleza que se encuentran en todos los Escritos baha'is ha encontrado expresión de una forma muy práctica, y a la vez sublime, en estos jardines.

Los centros espirituales y administrativos del Mundo Baha'i por diseño se encuentran juntos y rodeados de belleza magnífica. De hecho, es este diseño el que inspira reflexión sobre la idea de que el desarrollo espiritual, la administración de asuntos comunitarios, y el respeto por la naturaleza son elementos inseparables de todos los programas dirigidos a la promoción del bienestar de la humanidad a la vez que se construye una civilización mundial sostenible.

Jóvenes de todas partes del mundo, ofreciendo un año de servicio en el Centro Mundial, sirven de voluntarios en los Jardines Baha'is. Muchos de estos jóvenes no só1o han desarrollado, por medio de este trabajo, un respeto más profundo por la naturaleza, sino que han llevado de regreso a sus propias comunidades un compromiso duradero con la conservación.

III. Iniciativas Baha'is en las Áreas de Conservación y Desarrollo Sostenible: Prospectos para el Futuro

El desarrollo, para los baha'is, implica una coherencia dinámica entre los requisitos espirituales y materiales de la vida sobre la tierra. El enfoque baha'i en cuanto al desarrollo es orgánico y busca armonizar los conceptos aparentemente paradójicos de globalismo y la descentralización. Se establecen la dirección general y los principios guías a niveles internacional - y a menudo nacional - ayudando a asegurar un sentido de proceso y misión global en toda actividad de desarrollo. A la vez, programas y actividades vigentes surgen en gran medida de iniciativa individual o comunitaria, se dirigen por procesos de toma de decisiones comunitarios y están basados en el principio de la participación universal. Por lo tanto tienen la probabilidad de dirigirse a las necesidades, las condiciones y las aspiraciones de la sociedad local/nacional. Debido a este enfoque, no es posible detallar los proyectos y los programas que desempeñaran las comunidades en los años venideros; sin embargo, pueden sugerirse a grandes rasgos las actividades de desarrollo en el futuro.

En los años inmediatamente por delante la comunidad mundial baha'i sin duda expandirá el enfoque y el alcance de sus iniciativas de conservación y desarrollo sostenible, mientras continua en los caminos ya establecidos incluyendo

  • esfuerzos de educación y capacitación que se dirigen a asuntos de conservación;
  • proyectos, tanto individuales como comunitarios, dirigidos a la protección y la restauración del ambiente;
  • el uso de las artes para inspirar un compromiso activo en cuanto a la protección y el desarrollo ambiental; y
  • abogacía por el desarrollo sostenible a niveles local, nacional e internacional.

La vasta extensión actual de los jardines en el Centro Mundial Baha'i, incluyendo la construcción de terrazas desde el pie hasta la sima del Monte Carmelo, aumentará la grandeza y la majestad de este punto céntrico del Mundo baha'i a la vez que provee un ambiente extendido en el cual puede desarrollarse un profundo respeto por la naturaleza y un compromiso vitalicio con su cuidado y protección. Igualmente, los terrenos alrededor de las propiedades baha'is, incluyendo las Casas de Adoración Baha'i, seguirán embelleciéndose para servir de inspiración para todos los que visiten.

El mundo baha'i intensificará el proceso de buscar aplicar los principios espirituales de la unidad, la justicia, la solidaridad y la moderación a los actuales desafíos económicos, tecnológicos, sociales y políticos. Colaborará más y más con individuos y grupos de metas semejantes — incluyendo organizaciones de sociedad civil, gobierno y otros —para ayudar a realizar los cambios fundamentales requeridos en la sociedad si ha de realizarse la paz y el desarrollo sostenible.

El mundo baha'i trabajará sin cesar para desarrollar en todos sus miembros — niños, jóvenes y adultos — un profundo respeto por la naturaleza como reflejo de la majestad de lo Divino, y una consciencia global basada en los principios espirituales de la unidad en la diversidad, la justicia, el amor, y el servicio.

Las comunidades baha'is se esforzarán por crecer en la solidaridad y en la experiencia práctica, demostrando así un nuevo patrón de desarrollo a nivel de base capaz de restaurar tanto la dignidad humana como el ambiente, y mostrando que la unidad de la raza humana no es un ideal utópico sino una posibilidad práctica.

Ante todo, el mundo baha'i continuará fomentando la esperanza para el futuro. Compartirá con confianza su convicción de que, al seguir la voluntad de Dios en este día, la humanidad se transformará, se alcanzarán la unidad y la paz, y emergerá una civilización mundial sostenible — los frutos de la cual se disfrutarán por la familia humana entera - y se extenderá hasta un futuro lejano.

NOTAS AL CALCE:

  1. "Pasajes de los Escritos de Bahá’u’lláh", EBILA, Buenos Aires, 1978, sec. CXVII, pág.l66.
  2. Bahá’u’lláh "Tablas de Bahá’u’lláh reveladas después del Kitáb-i-Aqdas", EBILA, Buenos Aires, 1982, pág. 165.
  3. Bahá’u’lláh "Oraciones y Meditaciones de Bahá’u’lláh ", EBILA, Buenos Aires, 1984, sec. CLXXVI, pág. 216.
  4. "Selección de los Escritos de ‘Abdu’l-Bahá", EBILA, Buenos Aires, 1987, sec.
  5. 138, págs. 160-162.
  6. Id.
  7. "Selección de los Escritos de ‘Abdu’l-Bahá EBILA, Buenos Aires, 1987, sec. 137, pág. 159.
  8. ‘Abdu’l-Bahá, de una Tabla traducida del persa.
  9. Id.
  10. ‘Abdu’l-Bahá, "Some Answered Questions", pág. 199.
  11. "Selección de los Escritos de ‘ ‘Abdu’l-Bahá ", EBILA, Buenos Aires, 1987, sec.225, págs. 295-296.
  12. Secretaria de Shoghi Effendi, de una carta fechada el 17 de febrero de 1933 a un creyente individual.
  13. ‘Abdu’l-Bahá "The Promulgation of Universal Peace", pág. 31.
  14. ‘Abdu’l-Bahá "El Secreto de la Civilización Divina", EBILA, Buenos Aires, 1986, pág. 20.
  15. Bahá’u’lláh "Gleanings", pág. 343.
  16. "Epístola al Hijo del Lobo", EBILA, Buenos Aires, 1985, pág. 39.
  17. "Selección de los Escritos de ‘Abdu’l-Bahá ", EBILA, Buenos Aires, 1987, sec. 225, págs. 295-296.
  18. Shoghi Effendi, "The World Order of Bahá’u’lláh pág. 42-43.
  19. Id.
  20. Shoghi Effendi, de un telegrama fechado el 23 de mayo de 1951 al New Earth Luncheon, Londres, Reino Unido.

Historia de su Cooperación con las Naciones Unidas

Historia de su Cooperación con las Naciones Unidas

7 March 1995

La Comunidad Internacional Baha'i fue fundada en 1844. Como organización no gubernamental, la Comunidad Internacional Baha'i comprende y representa a los miembros de la Fe Baha'i del mundo entero, es decir mas de cinco millones de hombres y mujeres provenientes de más de 2000 grupos étnicos y de casi todas las nacionalidades, clases socio-económicas, ocupaciones y profesiones. La Comunidad Internacional Baha'i tiene importantes comunidades en más de 200 países y territorios, de cuales 172 están organizadas como miembros afiliados a nivel nacional (o regional) y 20,000 comunidades locales.

En 1945, representantes Baha'is estaban presentes en las histórica conferencia de San Francisco que dio origen a las Naciones Unidas. La Comunidad Internacional Baha'i fue registrada por primera vez como organización no gubernamental (ONG) por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas en marzo de 1948. En mayo de 1970, la Comunidad Internacional Baha'i fue reconocida como entidad consultiva de la categoría II por el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas. En 1976 fue reconocida como entidad consultiva por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y en 1989 obtuvo relaciones de trabajo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 1985 la Comunidad Internacional Baha'i estableció su Oficina de Información Pública, en 1989, su Oficina de Medio Ambiente y, en 1992, su Oficina para el Avance de la Mujer.

La Comunidad Internacional Baha'i participa en una gran variedad de temas de interés para las Naciones Unidas, entre los cuales están el progreso de la condición de la mujer, el desarrollo económico y social, el medio ambiente, los derechos humanos y la paz. Las comunidades Baha'is tienen una larga experiencia en fomentar la participación popular, valorizar el papel de la mujer como persona responsable de adoptar decisiones y a prevenir el uso indebido de drogas. Entre las actividades a las cuales se dedican las comunidades Baha'is, están el desarrollo sustentable, preocupación por la protección de las minorías, esfuerzos para la eliminación del racismo y la educación de los derechos humanos. Durante más de 20 años, la Comunidad Internacional Baha'i a través de sus relaciones consultativas y de trabajo con los organismos especializados de las Naciones Unidas, se esforzó por compartir las experiencias de las comunidades Baha'is en estos campos y en otros. De 1989 a 1993, la Comunidad Internacional Baha'i participó en aproximadamente 90 reuniones de las Naciones Unidas donde presentó más de 70 declaraciones, según su Informe Cuadrienal de 1994 al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).

La Comunidad Internacional Baha'i publica en inglés, francés, chino, ruso, español, y alemán, un boletín trimestral llamado ONE COUNTRY y distribuido en más de 150 países. Este boletín, con un premio a su haber, cubre proyectos de desarrollo socio-económico, relaciones con el sistema de las Naciones Unidas y temas de interés para las personas de influencia.

Metas y Actividades

La Comunidad Internacional Baha'i se dedica a la promoción de la paz mundial, creando las condiciones en las cuales la unidad aparece como un estado natural de la existencia humana. Entre estas condiciones, las siguientes tienen una importancia particular.

Promoción de la unidad de la humanidad. La paz y el bienestar de la humanidad dependen del establecimiento de la unidad, incluso la igualdad racial y la eliminación de todas las formas de prejuicio. Durante más de 140 años, los Baha'is han estado construyendo comunidades caracterizadas por su diversidad y por su compromiso por la causa de la unidad. La creación de comunidades unificadas y diversificadas exige el abandono de los prejuicios de todo tipo y estimula a los seguidores a aprender a trabajar juntos por el bien de todos. Los consejos dirigentes elegidos localmente favorecen la cooperación entre los distintos elementos de la comunidad al fomentar, gracias a la consulta, una gran participación en la toma de decisiones.

Reconocimiento de la igualdad del hombre y de la mujer. En las comunidades Baha'is tanto los hombres como las mujeres se comprometen a instituir el principio de la igualdad, que exige la emancipación completa de las mujeres. Tanto hombres como mujeres se empeñan en desarrollar actitudes apropiadas para demostrar que la posición de la mujer es igual a la del hombre, y ambos contribuyen en proyectos de desarrollo socio-económico.

Progreso de la justicia y la cooperación económica. Los Baha'is consideran que servir a la humanidad es la meta esencial de su vida y que también es el medio de favorecer el progreso social y económico. Los consejos Baha'is elegidos localmente son responsables de juntar a la comunidad para consultar, planear e implementar proyectos que favorezcan el bienestar de la comunidad entera. Más de 1600 proyectos de desarrollo socio-económico están realizándose en comunidades del mundo entero.

Servicio a la causa de la educación universal. La educación de la persona, de la familia y de la sociedad es un punto primordial de las actividades Baha'is desde que se formaron las primeras comunidades. Se da una atención especial a la educación de las niñas, porque como futuras madres serán ellas las primeras educadoras de los niños y por el papel importante que desempeñarán en todos los campos de actividades humanas. Entre los proyectos de desarrollo socio-económico implementados por comunidades Baha'is, 741 son escuelas, 7 radioemisoras y 203 programas de alfabetización y otros proyectos educativos. Un enfoque holístico de la salud, que hace hincapié en el equilibrio entre el bienestar físico, mental, social y espiritual, es uno de los elementos de la educación Baha'i. Algunas comunidades Baha'is patrocinan proyectos de salud específicos. Por ejemplo, se emprendió en 12 países un programa modelo para la formación de agentes primarios de salud al nivel rural.

Consolidación del sentimiento de ciudadanía mundial. Los Baha'is apoyan los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas así como los objetivos humanitarios, sociales y económicos de sus organismos especializados. Las inquietudes por el planeta que se comparten y expresan a nivel internacional se reflejan en actividades desarrolladas a nivel local. Por ejemplo, los proyectos Baha'is ponen énfasis en las estrategias del desarrollo sustentable, incluso la reforestación, el desarrollo de los recursos renovables, la conservación y las prácticas agrícolas confiables.

Fomento de la tolerancia religiosa. Los Baha'is apoyan la cooperación y la comprensión Inter-religiosas basándose en el reconocimiento de la fuente común de todas las grandes creencias mundiales y han apelado a la Organización de las Naciones Unidas para que se proteja la libertad religiosa de su correligionarios en varias partes del mundo. Los Baha'is también animan a la gente a que reconozcan la armonía fundamental que debe existir entre la ciencia y la religión.

Incentivo a la adopción de un idioma auxiliar internacional. Una falta fundamental de comunicación entre los pueblos debilita seriamente los esfuerzos hechos para alcanzar la paz mundial. Los Baha'is promueven la adopción de un idioma auxiliar internacional que contribuiría a solucionar este problema.

Direcciones de las Oficinas de la Comunidad Internacional Baha'i

Para realizar su trabajo de relaciones con las Naciones Unidas, la Comunidad Internacional Baha'i tiene una oficina central ubicada en Nueva York y una sucursal en Ginebra, Suiza. También tiene representaciones ante las Oficinas de las Naciones Unidas en Viena, Nairobi, Bangkok, Addis Ababa, Santiago y Roma.

El Papel de la Religión en el Desarrollo Social

El Papel de la Religión en el Desarrollo Social

Comentarios al borrador de la Declaración y Programa de Acción para el desarrollo social. Presentado por la Comunidad Internacional Baha'i durante la segunda reunión del Comité Preparatorio para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social

New York—24 August 1994

New York, New York
22 Agosto- 2 Septiembre 1994

"La religión"-afirma Bahá'u'lláh- "constituye el medio más potente para el establecimiento del orden y la tranquilidad de cuantos habitan en la Tierra".

La religión ejerce un influjo poderoso en todas las sociedades. A lo largo de la historia, ha demostrado ser la fuerza principal desencadenante del progreso social, fuerza que motiva a las personas a que desarrollen cualidades espirituales y que hace posible que éstas se sacrifiquen por sus semejantes y por el mejoramiento de sus comunidades.

Los principios espirituales y universales que atesora la religión -la tolerancia, la compasión, el amor, la justicia, la humildad, el sacrificio, la honradez, la unidad y la entrega al bienestar de los demás- son la base de toda civilización progresiva.

Al mismo tiempo, también debe reconocerse que a lo largo de todas las épocas la perversión de la religión ha sido la causa fundamental de la desintegración social, la intolerancia, el odio, el sexismo, la pobreza, la opresión y la guerra. A decir verdad son muchos los problemas actuales, aparentemente insolubles -entre los que cabe incluir no pocos de los reseñados durante el curso de la Cumbre Social-, cuya raíz se remonta al mal uso y corrupción de la autoridad religiosa.

Así pues, es evidente si la religión ha de hacer frente a los múltiples desafíos que la apremian, ella misma debe estar limpia de ignorancia, prejuicios y animosidades.

Tras abandonar toda tendencia a promover una salvación puramente personal o limitada al grupo, la religión debiera recalcar que el bienestar y la realización espiritual de la persona están estrechamente ligados al progreso de la comunidad mundial entera. Los valores de servicio y compromiso activo con la justicia y la unidad hacen que la religión pueda convertirse en una fuerza enormemente positiva en cuestiones de desarrollo social.

Por consiguiente, la Comunidad Internacional Baha'i insta a que la Declaración y el Programa de Acción planteen de forma cabal el papel constructivo que le cumple desempeñar a la religión en materia de desarrollo social.

El papel de la Educación, los Medios de Información y las Artes en el Desarrollo Social

El papel de la Educación, los Medios de Información y las Artes en el Desarrollo Social

El papel de la Educación, los Medios de Información y las Artes en el Desarrollo Social Comentarios al borrador de la Declaración y Programa de Acción para el desarrollo social. Presentado por la Comunidad Internacional Baha'i durante la segunda reunión del Comité Preparatorio para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social

New York—23 August 1994

New York, New York
22 Agosto - 2 Septiembre 1994

I. La educación

La educación -reglada o no- constituye indudablemente el medio más eficaz de formar los valores, las actitudes, los comportamientos y destrezas que hacen posible el funcionamiento efectivo de una sociedad mundial integrada. Por lo tanto, el papel de la educación como promotora del desarrollo social y, sobre todo, de la integración social debe ser tema privilegiado de la Declaración y muy especialmente del Programa de Acción.

Lógicamente, tanto a nivel local, como nacional e internacional las actividades y programas educativos destinados a promover la integración social presentarán diferencias de detalle muy considerables. No obstante, dada la creciente interdependencia de nuestro mundo, todos los programas e iniciativas deberían contener ciertos rasgos comunes. De entre ellos destacamos los siguientes:

o enseñar la unidad en la diversidad como principio fundamental de integración social de las naciones y de la comunidad mundial

o cultivar la tolerancia, el amor, la fraternidad, la igualdad, la compasión, la comprensión, el sacrificio, la humildad y el compromiso activo con la justicia

o fomentar el aprecio de la riqueza e importancia de los varios sistemas culturales, religiosos y sociales en la medida en que éstos contribuyan a la integración social, la justicia y la unidad

o tomar como punto de partida los esfuerzos positivos realizados por el país y subrayar los logros concretos de integración social que sirvan como modelos de unidad racial, religiosa, nacional y étnica

o centrarse en el desarrollo moral de la persona, y en esa medida recalcar el papel de la virtud como fundamento de las actividades que promueven el bienestar espiritual y material de la persona y de la colectividad

o sensibilizar a las personas sobre sus derechos y responsabilidades correspondientes

o erradicar los estereotipos de religión, cultura, género, raza, clase, nacionalidad y etnicidad

o granjearse el apoyo ciudadano a las iniciativas de las Naciones Unidas, y a tal fin subrayar la importancia de la ONU como promotora de la colaboración y comprensión universales; explicar sus metas y programas; demostrar su actualidad y pertinencia para las gentes y naciones de la tierra; aclarar el papel que tal organismo ha de ir asumiendo en un mundo cada vez más reducido; y

o fomentar una ética de servicio y al servicio de toda la raza humana, empezando por la propia familia, los vecinos, la comunidad y la nación; y arbitrar los medios prácticos para su expresión en el proceso educativo a través de programas orientados hacia el servicio.

Además, los valores, las actitudes y destrezas que se impartan dentro de los diversos programas educativos deben traducirse en actos. En tal sentido y como medida práctica la Comunidad Internacional Baha'i recomienda encarecidamente que la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social adopte alguna modalidad de Servicio Juvenil Voluntario. En caso de organizarse y ponerse en marcha de manera adecuada y accesible a todos, tal Servicio Juvenil podría convertirse en un medio importantísimo con que plasmar el ideal de servicio a la humanidad y preparar a la juventud para una vida de compromiso activo con el prójimo. Además, el Servicio Juvenil permitiría que los jóvenes adquieran un conocimiento directo del mundo. Las experiencias así obtenidas les ayudarán a ver más allá de las diferencias que dividen -sean éstas culturales, religiosas, sociales, étnicas o nacionales-, y a reconocer los aspectos comunes que unen a los diversos pueblos de la tierra.

Las experiencias más ejemplares logradas a través del Servicio Juvenil podrían a su vez incorporarse a los currículos, y los modelos de conducta -por ejemplo, jóvenes que se esfuerzan, con humildad, por aprender y servir- podrían recibir especial atención en los cursos. Ello permitiría que el Servicio Juvenil, además de ser dado a conocer a posibles participantes, proporcione asimismo ejemplos inspiradores sobre jóvenes que, al reconocer su misma humanidad, han roto las trabas intelectuales y emocionales para construir un mundo de paz y justicia.

Con este fin debería establecerse un comité especial o grupo de trabajo que indique las pautas que promuevan la integración social, basada en la unidad en la diversidad, así como las propuestas que trasladen dicho principio a los programas educativos actuales, ya sean reglados o no. El comité o grupo de trabajo en cuestión podría iniciar su labor analizando las propuestas contenidas en documentos tales como Educación para la comprensión, la colaboración y paz internacionales, y La Educación y su relación con los derechos humanos y las libertades fundamentales, elaborados en 1974 por la UNESCO; el documento de 1993, del mismo organismo, titulado El plan mundial de acción a favor de los derechos humanos y la democracia; y Ciudadanía Mundial, una ética global para el desarrollo sostenible, elaborado por la Comunidad Internacional Baha'i.

II. La concienciación del público: el papel de las artes y medios de comunicación

La Declaración y el Programa de Acción deberán recomendar la creación de campañas de concienciación que centren la atención del público en la promoción de la unidad en la diversidad y en los grandes retos que tiene planteados la integración social. Tales campañas deberán hacer uso de las artes y de todo el abanico de medios de comunicación: televisión, vídeo, películas, radio, redes electrónicas, libros, revistas, carteles, folletos, teatro y música. Deberían asimismo recabar el apoyo de las industrias publicitarias y del ocio, de los medios de comunicación -tradicionales y no tradicionales-, del conjunto del sistema de las Naciones Unidas, de todos los Estados miembros, de las ONGs y de las personalidades populares; todo ello a fin de llegar a los hogares, lugares de trabajo, espacios públicos y escuelas. Las directrices arriba indicadas para los programas educativos servirían igualmente para estas campañas de integración social.

Los medios de comunicación ejercen un influjo poderoso sobre las actitudes y percepciones de las personas, de ahí su grave responsabilidad como agente de integración social. En la actualidad, gran parte de la atención informativa se centra en las diferencias, aparentemente insuperables, que dividen a los pueblos y naciones, y es muy poca la atención que se fija en los testimonios que prueban que tales diferencias pueden ser superadas. Es preciso elaborar un discurso global que explore los usos a que se prestan las nuevas tecnologías de la comunicación, hoy en rápido desarrollo, dar fundamento a la esperanza y promover la integración y desarrollo sociales. Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de ayudar a que las personas comprendan que la diversidad, si bien ha sido a menudo causa de conflictos, es al propio tiempo un potente recurso para el desarrollo social. Un buen paso inicial en ese sentido vendría dado por la eliminación en la programación informativa de los estereotipos basados en la religión, la cultura, el género, la raza, la clase social, la nacionalidad y la etnicidad. Convendría, pues, que los mismos medios demostrasen, haciéndose eco de iniciativas constructivas, solidarias e integradoras, que la humanidad posee la capacidad para colaborar y hacer frente a sus desafíos.

Los medios de comunicación deben recalcar la importancia y el honor que supone servir a la humanidad. A través del servicio, los principios esenciales de la integración social -y entre ellos la compasión, la tolerancia, el amor, la comprensión, el sacrificio, la humildad y el compromiso con la justicia- se manifiestan en la sociedad. El servicio no sólo reporta beneficios inmediatos a la sociedad, sino que también crea lazos de solidaridad y un propósito mancomunado entre sus integrantes. Según los Escritos Baha'is, la paz, la justicia y la seguridad tomarán cuerpo en la tierra cuando todos los pueblos "se coordinen y se unan para servir al mundo de la humanidad".

La unidad en la diversidad, principio fundamental de la integración social, también puede promoverse -a nivel local, nacional e internacional- mediante la realización de concursos y la presentación de premios otorgados por los medios de comunicación, escuelas, organizaciones cívicas y gobiernos. Del mismo modo, debería recabarse los servicios de las agencias publicitarias a fin de que promuevan los valores fundamentales del desarrollo social.

III. Conclusión

Debe animarse a que todos los países destinen recursos específicos para promover una integración social basada en el principio fundamental de la unidad en la diversidad. Debería sopesarse la inclusión de dicho principio entre los indicadores del desarrollo social. Por ejemplo, podría animarse a que los países den cuenta en sus informes de los esfuerzos que vienen realizando en pro de la tolerancia, la comprensión y aprecio por las demás culturas, la igualdad de los sexos, el concepto de una sola familia humana, el servicio a la comunidad, a la nación y al mundo entero.

Hacia un modelo de desarrollo para el siglo XXI

Hacia un modelo de desarrollo para el siglo XXI

Comentarios al borrador de la Declaración y Programa de Acción para el desarrollo social. Presentado por la Comunidad Internacional Baha'i durante la segunda reunión del Comité Preparatorio para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social Estrategia y Plan de Acción mundiales para el desarrollo social Aportación de la Comunidad Internacional Baha'i a la primera sesión del Comité Preparatorio de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social Estrategia y Plan de Acción mundiales para el desarrollo social

New York—22 August 1994

New York, New York
22 Agosto - 2 Septiembre 1994

La Cumbre Mundial para el Desarrollo Social es en sí misma prueba palpable del fracaso del actual modelo de desarrollo en cuanto garante de la seguridad y bienestar de los pueblos y naciones tanto del Norte como del Sur. La esencia de este modelo fallido se asienta en una arraigada visión materialista del propósito y naturaleza fundamentales de la persona y de la sociedad.

Satisfacer las necesidades materiales, asegurar la educación universal, crear las instituciones democráticas y los códigos de leyes en todos los niveles de nuestra sociedad mundial en aras del progreso económico y de la justicia social; todos éstos son elementos esenciales de un modelo de desarrollo universal digno del siglo XXI. Pero no son suficientes.

Hasta que las necesidades tanto materiales como espirituales y las apiraciones de las personas no reciban su debido reconocimiento, los esfuerzos por el desarrollo continuarán viéndose frustrados en su mayor parte. La felicidad, la seguridad y bienestar, la cohesión social y la justicia económica no son meros subproductos de los logros materiales. Antes bien, éstos surgen de la interacción entre las satisfacción de las necesidades materiales y sociales y la realización espiritual de la persona.

Al vincular el progreso material a las aspiraciones espirituales fundamentales, y al apelar a los valores universales que permiten a las personas trascender sus intereses más inmediatos, los pueblos de la tierra se verán facultados para traducir los ideales y principios más elevados en actividades constructivas y constantes para su propio bienestar y el de sus comunidades.
Así pues, un modelo que aspire a procurar la prosperidad universal debe tener en cuenta la naturaleza espiritual y material de la persona y de la sociedad, y al mismo tiempo atender a la interdependencia creciente de los pueblos y naciones del planeta. Los Escritos Baha'is prevén el surgimiento de un nuevo modelo de desarrollo en que las regiones del mundo se "unan para compartir aquello de lo que las demás carezcan. Esta unión -se nos asegura- traerá consigo la verdadera civilización, aquella en que lo espiritual se expresa y realiza en lo material".

La Comunidad Internacional Baha'i cree que la Declaración y el Programa de Acción pueden contribuir significativamente a un desarrollo social genuino, como demanda el sigo XXI, a condición de que tanto las necesidades espirituales como materiales y las aspiraciones de los pueblos del mundo reciban cumplido tratamiento.

Hoy en día, a las puertas del nuevo milenio, la marcha hacia la unidad mundial se ha convertido en una de los rasgos dominantes de la vida social. Está surgiendo de manera evidente una conciencia mundial. Crece el número de personas convencidas de que la construcción de un planeta pacífico y justo no sólo es posible, sino que, en verdad, resulta esencial para la supervivencia misma de la humanidad.

Simultáneamente, coexisten sectores significativos de la comunidad mundial -entre ellos muchos teóricos sociales, economistas líderes religiosos y seculares, que adoptan el punto de vista según el cual los hombres son seres incorregiblemente egoístas y agresivos, y por tanto incapaces de erigir un orden social pacífico, progresivo y mundial en sus alcances. Tan cínico punto de vista sobre la naturaleza humana, con su corolario de actitudes y comportamientos, ha contribuido enormemente a los males que azotan a la sociedad actual: la pobreza, el desempleo, la lucha social, el consumismo, el nacionalismo chauvinista, la guerra, y la apatía moral y espiritual.

Si la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social ha de "sentar las bases del trabajo de las Naciones Unidas en la esfera del desarrollo social de las generaciones venideras", tal y como el Secretario General de las Naciones Unidas ha sugerido, habrá de examinar las dos cosmovisiones mencionadas, y reconocer en consecuencia que mientras que la primera de ellas proporciona inspiración e impulso a un progreso social sin precedentes, la segunda sólo alienta la sospecha y la división.

Debe lograrse que una manera de pensar y un espíritu integrador nuevos arrojen luz sobre los puntos centrales de la Cumbre. No debe permitirse que el proceso de la Cumbre se desvíe con llamadas a estrechos intereses materiales y nacionales, no importa de qué lado vengan ni en qué terminos se expresen. En este punto hará falta practicar una vigilancia constante.

Para superar el partciularismo y la mentalidad provinciana se necesitará contar con iniciativas audaces y gran valor por parte del Comité Preparatorio. La responsabilidad por fomentar el bienestar de todos los miembros de una sociedad particular -principio elemental del bienestar social moderno- debe ampliarse hasta abarcar a todos los pueblos de la tierra. Sólo al aceptar el principio de la unidad de la humanidad puede el Comité Preparatorio garantizar que las deliberaciones del proceso preparatorio se centren en el bienestar de la familia humana entera, ampliando el concepto de bienestar social, que de esta manera superaría las fronteras nacionales para aplicarse a la totalidad del mundo. Por lo tanto, urgimos a que el Comité Preparatorio convierta el principio de unidad de la humanidad en el "tema central y vertebrador de la Cumbre", y a que explore sus consecuencias para los pueblos y naciones de la tierra, y a que lo transforme en programas realizables y compromisos prácticos.

La unidad de la humanidad, y su corolario, la unidad en la diversidad, son de aplicación tanto para las personas como para las naciones. Constituye un criterio práctico, y a decir verdad esencial, para el reordenamiento de la vida a escala planetaria. La unidad de la humanidad es tanto una declaración de principio como meta última de la existencia humana. Implica, pues, mucho más que una predisposición a cooperar; trasluce la añoranza que sienten las personas por un mundo impregnado de tal espíritu de comunidad, compañerismo y compasión, que torna intolerables y en su día impensables la miseria, la degradación, la violencia y la opresión. En un mundo así la paz, la justicia social y económica, la prosperidad y la libertad, estarán a la orden del día. La aceptación creciente de la unidad de la humanidad es la fuerza más poderosa que impulsa al mundo hacia la unidad.

En un mundo cuya interdependencia se intensifica día a día, ya no es posible que un pueblo o una nación logren la prosperidad a expensas de la de otros pueblos y naciones. Por tanto, el avance en los temas centrales de la Cumbre -logro de una integración social duradera, paliación de las causas básicas de la pobreza, y la expansión del empleo productivo y constante- sólo puede conseguirse mediante estrategias y actuaciones que fomenten la unidad interna y externa de las naciones de la tierra. Un compromiso firme con el principio de unidad de la humanidad servirá en gran medida para que el Comité Preparatorio elabore una "estrategia global y un plan de acción"eficaces que brinden respuesta a estos temas centrales.

Indudablemente, la educación y los programas de formación contarán con una presencia significativa en esta estrategia global y plan de acción. Dichos programas deben promover el principio de la unidad de la humanidad y hacer comprender lo inexorable, por más que turbulento, del avance de la civilización hacia una integraciación global. Sólo en la medida en que los pueblos del planeta hagan suyo este principio, discerniendo en los grandes cambios que afectan a la sociedad los signos de integración, podrán desarrollar su confianza en el futuro, mostrarse dispuestos a sacrificarse por el bien común, y verse facultados para desempeñar un papel activo y constructivo a nivel local, nacional y, finalmente, mundial. La capacidad de pensar globalmente se está convirtiendo en un requisito del desarrollo económico y social de toda nación y pueblo. Pues es en tal reconocimiento en donde arraiga las actitudes, el conocimiento y las destrezas necesarias para operar eficazmente en un mundo que avanza velozmente hacia su integración.

Por consiguiente, la Comunidad Internacional Baha'i insta a que el Comité Preparatorio rechace las justificaciones de intereses nacionales y materiales de miras cortas, y a que adopte la unidad de la humanidad como piedra de toque moral para la estrategia global y plan de acción para el desarrollo social. La aceptación de tal principio integrador ha de facilitar el descubrimiento y puesta en marcha de soluciones duraderas a los abrumadores problemas sociales que tiene ante sí la Cumbre. Pues únicamente a medida que los pueblos del mundo empiecen a mirar el planeta como un solo hogar y a sus habitantes como un solo pueblo, empezarán a tomar forma la visión, la entereza moral y el compromiso necesarios para enfrentarse a los complejos retos del desarrollo social. Entonces, podrá la humanidad erigir un orden social cuyas fronteras sean los confines mismos del planeta. Dirigiéndose a esta época, Bahá'u'lláh escribió: "No te gloríes de que amas tu país, sino de que amas a toda la humanidad".

Protección de las Minorías

Protección de las Minorías

Comisión de Derechos Humanos Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías 46º período de sesiones Tema 18 del programa provisional

Geneva—19 August 1994

La Comunidad Internacional Baha'i felicita a la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías y, en particular, a su Relator Especial, Sr. Asbjørn Eide, por los esfuerzos que ha realizado con miras a preparar el documento "Posibles medidas para facilitar la solución pacífica y constructiva de los problemas en que intervienen minorías" (E/CN.4/Sub.2/1993/34 y adiciones).

Más de un año ha transcurrido ya desde que la Asamblea General aprobó la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas. Ahora, tanto los gobiernos como los particulares han de recoger el desafío de poner en práctica esas normas. Resulta triste reconocer que, para muchas minorías, la realidad de la vida no guarda ningún parecido con las normas mínimas en materia de derechos humanos fijadas en el documento. Los miembros de las minorías más pequeñas, que esta Declaración pretendía proteger, siguen padeciendo graves sufrimientos y angustias al verse involucrados en los violentos conflictos que azotan la faz del planeta.

En opinión de la Comunidad Internacional Baha'i, el deber de garantizar la igualdad de derechos a las minorías recae tanto en las mayorías como en las minorías. Las mayorías tienen una responsabilidad especial, por imperativo de la justicia, de promover los ajustes sociales y políticos que permitan a las minorías ejercer, hasta el máximo de sus posibilidades, sus derechos comunes y fundamentales. Por otra parte, las minorías tienen la responsabilidad moral de brindar una acogida digna a los esfuerzos sinceros de la mayoría y, como ha declarado el Relator, de "reconocer y respetar sus deberes frente a la sociedad en general" (E/CN.4/Sub.2/1993/34/Add.4, párr. 20). Ambas deben plantearse los problemas de las minorías en el contexto de un mundo cada vez más interdependiente. En ese mundo, la mejor manera de favorecer los intereses de una parte estriba en fomentar los intereses del todo; de igual manera, el todo no puede prosperar cuando hay partes que están oprimidas o sufren privaciones.

Es preciso, por tanto, identificar las condiciones que ponen trabas a la libertad de ciertas minorías e instar a los gobiernos a promulgar leyes que permitan a esas minorías reivindicar sus justos derechos y subsanar las injusticias. Ello no será, sin embargo, suficiente para garantizar que las minorías disfruten de los mismos derechos que los demás ciudadanos. Debe producirse un cambio en las actitudes. Las mayorías tienen que modificar su concepto de las minorías oprimidas y las minorías deben arrojar lejos de sí el sentimiento de incapacidad provocado por una larga etapa de discriminación.

No obstante, el reto de cambiar las actitudes no incumbe enteramente a los gobiernos ni está en su mano afrontarlo, ya que requiere la influencia de los principios espirituales y morales. La Comunidad Internacional Baha'i cree que el principio que debe regir cualquier consideración de los derechos de las minorías es el de la unidad de la humanidad. A menudo, la ignorancia de nuestra humanidad común promueve miedos y odios irracionales atizados fácilmente por imágenes distorsionadas de otras culturas. Con objeto de avanzar hacia el logro de una auténtica aspiración de comprensión mutua, de pluralismo en la unidad, como ha dicho el Sr. Eide (E/CN.4/Sub.2/1993/34, cap. II.B), hay que reconocer que la diversidad de la familia humana, más que una amenaza, supone una fuente de enriquecimiento.

Respaldamos el llamamiento del Relator Especial de que se creen escuelas para enseñar, no sólo a respetar los derechos humanos, sino a valorar la diversidad: "La educación en materia de derechos humanos", ha señalado el Sr. Eide, "debe ser una de las principales asignaturas de los planes de estudio de la enseñanza primaria universal" (E/CN.4/Sub.2/1993/34/Add.4, párr. 4). "Los programas de estudios de todos los Estados deben enseñar la tolerancia de todos los grupos. Los grupos mayoritarios deben conocer las culturas de los grupos minoritarios de modo que les sea posible apreciar esas culturas en el sentido de que constituyen un enriquecimiento de la sociedad en conjunto" (ibid., párrs. 10 y 11).

Sin embargo, para hallar una solución duradera a los problemas de las minorías, la educación debe ir respaldada por la voluntad de respetar los principios éticos y espirituales. La práctica de estos principios impregna, tanto a las mayorías como a las minorías, de la conciencia de sus responsabilidades morales recíprocas como seres humanos pertenecientes a una misma colectividad. En este sentido de la responsabilidad se inspiran virtudes civilizadoras como la tolerancia y la compasión para con todos los semejantes. Da alas a la voz de la conciencia y emplea el lenguaje del corazón, sobre el que la terminología del derecho civil no ejerce influencia alguna. Nunca se podrá subrayar lo suficiente la repercusión práctica de esos valores espirituales en el orden social. En una época de transiciones turbulentas, la conciencia generalizada de la unidad del género humano facilitaría la tarea de considerar a las minorías como parte integrante de cualquier sociedad. Quedarían así superadas las viejas animosidades surgidas al amparo de diferencias étnicas, lingüísticas y religiosas y se desbaratarían los intentos de manipular a los grupos unos contra otros con fines políticos.

La Comunidad Internacional Baha'i está convencida de que, si se pretende que los inmensos esfuerzos en materia de derechos humanos que están desarrollando las Naciones Unidas y los gobiernos den fruto, hay que emplear la presión combinada de las influencias políticas y jurídicas, espirituales y morales. Por su parte, la Comunidad Internacional Baha'i está intentando afrontar esos retos en el mundo entero a través de sus propios miembros. Las comunidades bahaíes siguen la doctrina de su fe, que les lleva no sólo a aceptar, sino a apoyar, estimular y salvaguardar a todas y cada una de las minorías pertenezcan a las creencias, raza, clase o nación que fuere. Por ese motivo, las Escrituras bahaí proponen que, si hay que tolerar alguna discriminación, que sea a favor de la minoría. Guiada por los principios unificadores del orden mundial, transmitidos hace más de un siglo por Baha'u'llah, fundador de la fe bahaí, las comunidades bahaíes del mundo entero están procurando integrar a la gente de cualquier procedencia racial, nacional y religiosa en una sola comunidad -una comunidad que sea a la vez unificada y diversa.

Para apoyar las recomendaciones del Relator Especial de fomentar activamente la participación de las minorías en la vida de la comunidad (E/CN.4/Sub.2/1993/34/Add.4, párr. 12), los bahaís, consideran que las emisoras de radio son muy eficaces. "Radio Baha'i" en Ecuador, por ejemplo, está al servicio de los indígenas rurales de la región de Otavalo. En sus emisiones, fundamentalmente en quechua, que es el idioma local, la emisora de radio se ha fijado el objetivo de hacer frente a las necesidades de formación espiritual, cultural y material expresadas por los oyentes. Se ha capacitado in situ al personal local en todos los aspectos del funcionamiento de una emisora de radio, sin olvidar las operaciones técnicas y la preparación del programa. Las emisiones abarcan una amplia gama de temas que incluyen el desarrollo agrícola, la enseñanza, la espiritualidad y los asuntos públicos. Se protege y preserva la cultura local invitando a los narradores del lugar y radiando música grabada en los festivales indígenas anuales patrocinados por la emisora. Se han creado emisoras similares en el ámbito rural en Bolivia, Chile, Panamá, Perú y los Estados Unidos de América.

La Comunidad Internacional Baha'i quiere felicitar a la UNESCO, y en especial a su Oficina Internacional de Educación (OIE) por organizar una mesa redonda interreligiones sobre la contribución de las religiones a la enseñanza del entendimiento internacional. Ese encuentro se ajusta, sin lugar a dudas, a la recomendación del Sr. Eide de promover y alentar reuniones que faciliten un mejor entendimiento entre los pueblos (E/CN.4/Sub.2/1993/34/Add.4, párr. 69). La Comunidad Internacional Baha'i está encantada de poder participar en los debates de esa mesa redonda durante la Conferencia de los Ministros de Educación de los Estados Miembros de la OIE que se celebrará en octubre de 1994.

Nos congratulamos de la importancia práctica que ha atribuido la Subcomisión a las medidas para facilitar la solución pacífica y constructiva de los problemas en que intervienen minorías. Si los gobiernos y organizaciones cívicas lo considerasen útil, la Comunidad Internacional Baha'i está dispuesta a dar a conocer su experiencia en la creación de comunidades caracterizadas por la unidad y el respeto a la diversidad.

La Creación de Familias Liberadas de la Violencia

La Creación de Familias Liberadas de la Violencia

Un Informe Resumido del Simposio Llevado Acabo

Nueva York—23 May 1994

Del 23 al 25 de Mayo de 1994

La violencia doméstica es un pernicioso problema mundial. Para hacer frente al desafío que representa este grave asunto, en mayo de 1994 se llevó a cabo un Simposio de dos días al que asistieron trabajadores comunitarios de la salud, académicos, profesionales de la salud mental y representantes de más de 30 organizaciones no gubernamentales (ONG) y de dos organismos de las Naciones Unidas. El Simposio se debió a la iniciativa de la Oficina para el Avance de la Mujer de la Comunidad Internacional Baha'i, en colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), con motivo del Año Internacional de la Familia (1994).

Los participantes, que procedían desde China hasta el Caribe, y quienes aportaron una rica variedad de culturas, profesiones, experiencias y puntos de vista, colaboraron en un clima de confianza y respeto mutuos. En un compromiso colectivo destinado a redoblar los esfuerzos para crear familias liberadas de la violencia, los participantes intercambiaron opiniones y descubrieron puntos en común.

También estuvieron de acuerdo en que la violencia doméstica se manifiesta de formas diversas, y afecta todos los aspectos de las sociedades y del desarrollo humano. Es imposible ignorar los vínculos que existen entre la violencia en el seno de las familias y la violencia social, estructural y política. Los participantes del Simposio analizaron estrategias y trataron temas relacionados con las acciones contra la violencia doméstica y la prevención de ese fenómeno. ¿Cuál es la mejor manera de concienciar al público sobre el alcance y la gravedad de la violencia doméstica? ¿Cómo se interrumpe la espiral intergeneracional y se impide que los niños que han sido víctimas de abusos se conviertan en adultos que sufren abusos o someten a otras personas a abusos? Quienes asistieron al Símposio estudiaron también posibles estrategias para ayudar a que las esposas e hijas que sufren malos tratos adquieran suficiente confianza en sí mismas y sentido de su valía para dejar al desnudo la falsedad del poderoso mito histórico según el cual las mujeres carecen de la misma importancia que el hombre debido a su sexo, y para tomar medidas en su propio provecho. Tras dos días de cursillos prácticos y debates, todos los participantes acordaron que no sólo es necesario sino también posible elaborar una política multidisciplinaria e integral que haga posible la difícil tarea de crear familias liberadas de la violencia.

Para que los esfuerzos en ese sentido sean eficaces, es necesaria la coparticipación de hombres y mujeres y la intervención activa de todos los estamentos sociales. Las estrategias orientadas a remediar las situaciones en las que se produce cualquier tipo de violencia deben tener en cuenta a todos los miembros de las familias, ya que la dinámica de la violencia doméstica los afecta a todos directamente. Según el orador principal, el Dr. Hossain Danesh, Director del Instituto de Educación y Desarrollo Internacional de Weinacht, Suiza, ese esfuerzo debe comenzar con una nueva definíción del concepto "familia". El Dr. Danesh afirmó que cualquiera que sea el tamaño y composición de la familia, su existencia no se debe basar "en el poder sino en la unidad, la igualdad y el respeto mutuo".

Esa visión requiere una amplia gama de acciones, desde la revaluación de los valores y actitudes hasta la definición y penalización de las conductas violentas. La toma de conciencia sobre esos delitos y las medidas para combatirlos y prevenirlos deben ser procesos simultáneos. "La eliminación de la violencia doméstica no es una cuestión de gusto personal, de caballerosidad, de gracia o de buen talante’: afirmó en su discurso de clausura Marjorie Thorpe, Subdirectora de UNIFEM. "Se trata. en cambio, de una obligación y responsabilidad que nos impone nuestra condición humana y nuestra interdependencia".

Durante el Simposio se llegó por consenso a las siguientes conclusiones:

Es necesario reconocer públicamente el problema de la violencia doméstica. Uno de los principales obstáculos para la eliminación de la violencia doméstica es la negación. La necesidad de las víctimas de ser amadas y aceptadas impide con frecuencia que denuncien los abusos, y a veces las llevan a negar incluso que los están sufriendo. Hay que ayudar a las víctimas a reconocer la existencia de esa violencia, ya se trate de violencia contra ellas mismas, contra SUS hermanas, sus hermanos, su tía o su abuela. Y hay que brindarles también todos los servicios de apoyo jurídico y emocional que requieran. Asimismo, hay que ayudar a que las mujeres y niños no entren en connivencia con los hombres ni perpetúen la violencia al mantener el silencio, excusar esos actos, culparse a sí mismos y aceptar las justificaciones culturales.

La violencia doméstica tiene un incalculable costo social y económico. Según Alda Facio, Directora del Programa Mujer, Justicia y Desarrollo del Instituto Latinoamericano de las Naciones para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, de Costa Rica, entre esos costos figuran los de la hospitalización de los lactantes, los niños y las mujeres que han sufrido abusos físicos y sexuales, los del tratamiento médico de los abortos peligrosos y las enfermedades venéreas, los costos judiciales y los fondos destinados a refugios para mujeres agredidas y a hogares adoptivos para los niños.

Pero Facio comenta que la violencia no sólo es costosa desde el punto de vista monetario, sino que hay que tener en cuenta el costo enorme de la productividad pérdida debido a que las víctimas no pueden funcionar parcial o plenamente, y de la pérdida de la identidad psíquica y aún de las vidas de las víctimas. "Pensemos en los millones de mujeres que viven bajo la violencia y temerosas de ésta. Esas mujeres pierden su sentido de la identidad hasta el punto de que aceptan la validez de la distorsionada versión de la realidad que les dictan las mismas personas que las someten a abusos. Pensemos en las mujeres que pagan con sus vidas, ya sea porque se las quitan con sus propias manos o la pierden a manos de otros".

La violencia doméstica es un tema relacionado con el desarrollo humano. Esta forma de violencia perjudica a las esposas, madres e hijas que son golpeadas, violadas, y privadas de su dignidad humana y de los medios para satisfacer sus necesidades básicas. La violencia también traumatiza a los niños que viven en los hogares afectados por ella, donde son testigos o víctimas frecuentes de golpizas, abusos sexuales y verbales, y abandono. Al comprobar y perpetuar el histórico desequilibrio de poder que existe entre ambos sexos, la violencia doméstica impone enormes obstáculos al desarrollo y progreso pleno de los hombres y las mujeres. Y debido a que pasa de una generación a la siguiente, la violencia doméstica impone trabas al desarrollo de sociedades íntegras. Para poder poner en práctica estrategias eficaces para el desarrollo, los organismos y organizaciones que trabajan con mujeres y niños deber ser más sensibles al tema de la violencia y convertirlo en un elemento central de sus tareas.

La violencia doméstica es un tema relacionado con los derechos humanos. Esta forma de violencia está profundamente enraizada en los prejuicios culturales y religiosos contra las mujeres, y no sólo la respaldan muchas sociedades patriarcales, sino que está institucionalizada en ellas. La violencia doméstica se genera en los sistemas sociales y jurídicos que "confían" el cuidado de las mujeres y los niños a los hombres, a quienes otorga licencia ilimitada para dominarlos, oprimirlos y hasta "poseerlos". En las sociedades donde se coartan abiertamente los derechos de las mujeres, la violencia doméstica puede ser un elemento culturalmente connatural de la crianza de los niños, y, a fuerza de haber sido inculcado en la conciencia de los miembros de la familia, resultar algo "aceptable" y "normal" Contrariamente a la creencia generalizada, la elevación de la situación de las mujeres no suele conllevar una disminución sino un aumento de los casos de violencia, ya que los hombres se sienten amenazados por la pérdida de poder.

"El primer paso para poner fin a la violencia doméstica" afirmó la Dra. Nahid Toubia, del Consejo de Población (Population Council), "es el reconocimiento de que determinadas prácticas, como la mutilación genital y la incineración de las viudas a la muerte de sus maridos, pueden ser motivos de orgullo cultural e instrumentos para mantener el orden social existente" Agregó que en otros casos, la gente cree que las golpizas a las esposas, los castigos excesivos contra los niños y el infanticidio de niñas son "realidades desagradables pero inevitables."

En muchos países, la violencia doméstica se ignora o tolera en nombre de la religión, la cultura y un "culto a la familia", en el que la santidad de esa unidad social adquiere más importancia que la seguridad o sanidad de sus integrantes. En los círculos de poder político, a menudo se considera que la violencia doméstica es una cuestión privada, y en muchos países ni siquiera es un delito penado por la ley En algunos países, las leyes prohiben que un miembro de la familia denuncie a otros, aun en los casos en que se hayan cometido actos graves y violentos. Y en los sitios en que existen normas jurídicas que prohiben la violencia doméstica, a menudo se hacen pocos esfuerzos por ponerlas en práctica. Con frecuencia, la ley es el último recurso al que apelan las víctimas de esos abusos.

El empleo eficaz de un marco de derechos humanos para crear familias libres de violencia requerirá que se pongan en vigor los convenios internacionales como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y la Convención sobre los Derechos del Niño. También será necesario que los estados tomen medidas para proteger a las mujeres y los niños de los abusos y para prevenir que esas violaciones ocurran. Se deben adoptar medidas para que los dirigentes religiosos y políticos, los educadores y las autoridades policiales sean más sensibles a este problema y se movilicen en apoyo de los nuevos valores culturales de respeto entre los sexos, que reemplazarían los antiguos conceptos de dominio de un sexo sobre el otro.

Las sociedades violentas producen familias violentas. De la misma forma en que la violencia doméstica afecta a segmentos más amplios de la sociedad, las sociedades violentas refuerzan o crean un clima propicio para la violencia en el seno de las familias. La violencia institucionalizada, la opresión y las injusticias económicas y sociales rígidamente mantenidas pueden no sólo convertir en sus víctimas a los hombres, sino también llevarlos a ejercer la violencia contra quienes, en una sociedad basada en la autoridad masculina y la discriminación sexual, están aun más desvalidos que ellos, como sus mujeres e hijos. Hlengiwe Mkhize, Directora del Children in Violence Project (Proyecto sobre los Niños Víctimas de la Violencia) de la Universidad de Witwatersrand, de Johannesburgo, presentó pruebas de que en su país existe una clara relación entre la opresión provocada por el Estado y la violencia doméstica. Agregó que la unidad familiar se convierte en un centro de tensión y terreno fértil para diversas formas de violencia doméstica, desde la tortura y el asesinato hasta los ataques físicos contra las esposas, las agresiones sexuales, y los abusos psíquicos y físicos que sufren los niños que crecen en familias alcohólicas y violentas.

La comunidad mundial debe hacer frente a la violencia doméstica. Estos actos de violencia no son una cuestión privada, sino que han adquirido proporciones de pandemia mundial. La comunidad internacional no puede ignorar ni permitir que se protejan como si fueran asuntos familiares privados. Se trata de un mal que azota a todas las regiones del mundo, a sectores de la población mundial de los más diversos niveles económicos y educacionales, y a familias de todo tipo. La familia es el ámbito principal de intercambio social y desarrollo humano. Si se impide o tergiversa ese proceso de desarrollo, las consecuencias negativas podrían resultar irreversibles. Las conductas que se aprenden en el hogar se repiten luego en los círculos sociales más amplios. "En el sistema de las Naciones Unidas", afirmó en su declaración inaugural Karin Sham Poo, Subdirectora Ejecutiva de Operaciones del UNICEF "hemos reconocido por fin que la violencia en el seno de la familia representa un obstáculo formidable para el desarrollo socioeconómico, y un obstáculo aun mayor para la paz y la justicia universales".

Es necesario movilizar a las comunidades y los gobiernos. Estos deben crear redes y líneas de comunicaciones de emergencia que disminuyan el aislamiento y brinden protección a las víctimas que deseen denunciar la violencia. Una forma eficaz para concienciar a las comunidades sobre el tema de la violencia es mediante investigaciones en las que participen los integrantes de las mismas. Lo que hace posible que éstos elaboren sus propias definiciones y soluciones. También hay que establecer una definición practica de la violencia doméstica y una lista (de síntomas que sirva de material de consulta a maestros, enfermeras, padres, terapeutas y médicos. Los gobiernos deben sancionar y poner en vigencia leyes referidas a la violencia, fijar políticas, elaborar programas adecuados, y tornar medidas para la protección de las víctimas, además de asignar fondos de los presupuestos y llevar a cabo vastas campañas de creación de conciencia pública orientadas a eliminar la violencia doméstica.

Las ONG pueden desempeñar un importante papel, y ya lo están haciendo. Los participantes en el Simposio reconocieron que la naturaleza intimidante de la violencia doméstica es un problema mundial que exige una solución mundial. También se sintieron inspirados y motivados por el alto grado de interés general y el gran número de estrategias concretas de origen Popular que va se están poniendo en práctica desde Kenya hasta el Canadá, y que abarcan desde proyectos de familias modelos hasta líneas telefónicas de emergencia para adolescentes, Cuando se las pone en práctica a nivel mundial, las innovadoras labores de las ONG en materia de capacitación, rehabilitación o defensa de las víctimas pueden resultar de gran aporte en pro de la reducción de la violencia doméstica. Para poder crear familias libres de la violencia, la amplia comunidad del desarrollo debe crear estrategias eficaces que tengan carácter multidisciplinario y cooperativo y que consideren las condiciones culturales y sociales específicas en que se desarrolla la violencia.

Los medios de comunicación deben eliminar las imágenes estereotipadas de las niñas y mujeres, que deben ser presentadas en condiciones de igualdad con los hombres. La explosión de las comunicaciones durante este siglo ha dado lugar a una industria multimillonaria que glorifica la violencia por medio del cine, la televisión, las revistas y la música. Esos medios perpetúan el concepto erróneo de que las víctimas provocan, y hasta desean, la violencia doméstica. Es necesario que los medios dejen de transmitir mensajes que exaltan la guerra y la violencia social, a las que presentan como manifestaciones naturales de la potencia masculina, mientras refuerzan la impresión de que las mujeres son los objetos impotentes y asequibles de los deseos sexuales masculinos.

El sistema educacional debe elaborar nuevos programas de estudios y deportes, nuevas actividades y nuevos textos que promuevan la igualdad entre los sexos. Cuando una escuela secundaria de una comunidad caribeña ofreció un curso optativo sobre desarrollo infantil y aptitudes de crianza, más de la mitad de quienes se inscribieron en el mismo fueron varones. Las organizaciones juveniles también deben dedicarse a educar a los niños para que adquieran conductas y actitudes no violentas. Esto puede lograrse mediante el asesoramiento por parte de otros jóvenes de edades similares, nuevos métodos de resolución de conflictos, y con nuevos símbolos y modelos de masculinidad.

Sobre la base de los debates del cursillo práctico, los participantes del Simposio propusieron las siguientes recomendaciones escogidas:

Investigación

  • Recoger y analizar los datos ya existentes y nuevos sobre los tipos y el alcance de los abusos que brinden las víctimas, los hospitales, los informes policiales y las organizaciones comunitarias, que serán empleados en las tareas de difusión y de toma de decisiones políticas.
  • Consolidar y difundir la información sobre modelos de acciones prácticas contra la violencia doméstica y programas exitosos de prevención de la misma.
  • Realizar investigaciones cualitativas en las que tengan participación las comunidades para evaluar la naturaleza, la frecuencia y las consecuencias de la violencia doméstica, y para ayudar a elaborar estrategias para combatir y prevenir ese problema.

Educación, Capacitación y Difusión

  • Brindar apoyo y capacitación a los agentes de salud infantil de primera línea, como las familias, los trabajadores sociales y las comadronas tradicionales, sobre el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de la violencia doméstica.
  • Aumentar la sensibilidad de la policía, el sistema judicial, y los dirigentes políticos y religiosos con respecto a las consecuencias psicológicas, económicas y sociales de la violencia doméstica, y capacitarlos para poner en práctica estrategias de prevención.
  • Elaborar materiales, textos y juguetes que tengan en cuenta las disparidades entre los sexos y que sean distribuidos en los consultorios médicos, los centros comunitarios, las guarderías infantiles y otros sitios a los que acuden las familias.
  • Brindar capacitación especial a los docentes sobre métodos de mediación y resolución de conflictos entre los propios estudiantes, para que los educadores puedan enseñar cooperación en las aulas.
  • Concienciar al público mediante el empleo de todos los medios y redes comunitarias disponibles, para presentar la violencia doméstica como un problema grave con consecuencias graves.
  • Organizar clases mixtas para desarrollar una política igualitaria con respecto a la crianza de los niños y otras actividades familiares. Esa política se pone en práctica, por ejemplo, con la división justa de las tareas y los recursos domésticos, y dando oportunidades a las niñas fuera del hogar, incluso en materia de educación y capacitación profesional.
  • Instruir a las mujeres y los niños acerca de sus derechos y facilitar la creación de estrategias para que puedan protegerse a sí mismos.

Servicios

  • Ofrecer a las víctimas de la violencia doméstica apoyo y programas que deberían incluir asesoramiento, albergue, centros de emergencia y apoyo jurídico.
  • Ofrecer a las familias programas de enriquecimiento orientados a potenciar a sus integrantes más vulnerables y a reforzar los recursos y las cualidades de las familias.
  • Exigir que se brinde asesoramiento a quienes cometen abusos, para ayudarlos a reflexionar sobre sus experiencias y sobre las razones profundas de sus actos, y para que aprendan a adquirir más respeto por sí mismos y a controlar su ira.

Leyes Nacionales o Internacionales

  • Difundir los convenios internacionales y las partes pertinentes de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, con notas simples sobre cómo emplear esos documentos. Aprobar y difundir las normas jurídicas nacionales que penalicen todas las formas de violencia doméstica y contemplen mecanismos de vigilancia y ejecución.
  • Exigir un mayor grado de responsabilidad a los funcionarios policiales, al sistema judicial, los establecimientos médicos y psiquiátricos y los servicios sociales respecto a cómo se tratan los casos de violencia doméstica.

Ciudadanía Mundial: Visión de Realidad

Ciudadanía Mundial: Visión de Realidad

Ética Global Para El Desarrollo Sostenible

Nueva York—14 June 1993

14-25 Junio, 1993

La Ciudadanía Mundial: Visión de Realidad

El mayor desafío que enfrenta la comunidad mundial a medida que se moviliza para implementar el Programa 21, es liberar los enormes recursos financieros, técnicos, humanos y morales necesarios para un desarrollo sostenible. Estos recursos serán liberados solamente en la medida que los pueblos del mundo desarrollen un profundo sentido de responsabilidad por el destino del planeta y por el bienestar de toda la familia humana.

Este sentido de responsabilidad sólo puede emerger de la aceptación de la unidad de la humanidad y sólo se podrá sostener con una visión unificadora de una sociedad mundial pacífica y próspera. Sin una ética global como ésta, la gente no podrá llegar a ser participantes activos y constructivos en el proceso mundial de desarrollo sostenible.(2)

Si bien el Programa 21 suministra un marco indispensable de conocimientos científicos y habilidad técnica para la implementación de desarrollo sostenible, no inspira un compromiso personal para una ética global. Esto no quiere decir que no se prestó atención a la ética y a los valores durante el procedimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED). El llamado por valores unificadores se oyó durante todo este proceso desde Jefes de Estado hasta oficiales de las Naciones Unidas y también de representantes de organizaciones no-gubernamentales (ONG) y de ciudadanos individuales. En particular, los conceptos de "nuestra humanidad común,""ciudadanía mundial,"y "unidad en diversidad" fueron invocados para que sirviesen como infraestructura ética para el Programa 21 y la Declaración de Río.(3)

De esta manera, la comunidad mundial ya ha llegado a un acuerdo básico sobre una ética global para visualizar el Programa 21. Sugerimos que el término ciudadanía mundial se adopte para abarcar la constelación de principios, valores, actitudes y conductas que deben abrazar los pueblos del mundo si se ha de lograr desarrollo sostenible.

La ciudadanía mundial comienza con la aceptación de la unidad de la familia humana y la interconexión de las naciones de "la tierra, nuestro hogar." (4) En tanto estimula un patriotismo sano y legítimo, también insiste sobre una lealtad más amplia, un amor a la humanidad como un todo. No obstante, no implica el abandono de lealtades legítimas, ni la supresión de la diversidad cultural, ni la abolición de la autonomía nacional, ni la imposición de la uniformidad. Su consigna es "unidad en diversidad."La ciudadanía mundial abarca los principios de justicia económica y social, tanto dentro como entre las naciones; toma de decisiones sin actitud de adversarios en todos los niveles de la sociedad; igualdad de los sexos; armonía racial, étnica, nacional y religiosa; y estar dispuestos a hacer sacrificios en pro del bien común. Otras facetas de la ciudadanía mundial - todas las cuales promueven el honor y la dignidad humana, la comprensión, la amistad, la cooperación, la confiabilidad y un deseo de servir - se pueden deducir de las que ya se han mencionado. Algunos de estos principios(5) han sido expresados en el Programa 21 - la mayoría, no obstante, se destacan por su ausencia. Más aún, no se ha proveído ninguna estructura conceptual global bajo la cual se puedan armonizar y promulgar.

Fomentar la ciudadanía mundial es una estrategia práctica para promover desarrollo sostenible. En tanto la desunidad, el antagonismo y el provincialismo caractericen las relaciones sociales, políticas y económicas dentro y entre las naciones, no se puede establecer un modelo global y sostenible de desarrollo.(6) Hace más de un siglo, Bahá'u'lláh advirtió, "El bienestar de la humanidad, su paz y seguridad, son inalcanzables a no ser y hasta que su unidad haya sido firmemente establecida." Sólo sobre los cimientos de unidad genuina, armonía y comprensión entre los diversos pueblos y naciones del mundo, puede erigirse una sociedad global sostenible.

Nosotros, por lo tanto, recomendamos que la ciudadanía mundial se enseñe en todas las escuelas y que la unidad de la humanidad - el principio sobre el que se basa la ciudadanía mundial - se afirme continuamente en todas las naciones.

El concepto de ciudadanía mundial no es nuevo en la comunidad mundial. Está tanto implícito como explícito en infinidad de documentos, cartas y acuerdos de las NU, incluso en las palabras iniciales de la propia Carta de las NU: "Nosotros los Pueblos de las Naciones Unidas..."Ya se está promoviendo por todo el mundo, en todas las culturas por diversos ONG, académicos, ciudadanos, grupos, festejadores, programas educacionales, artistas y los medios de comunicación. Estos esfuerzos son significativos, pero necesitan ser aumentados considerablemente. Una campaña cuidadosamente planificada y orquestada y de largo alcance para promover la ciudadanía mundial, que involucre a todos los sectores de la sociedad - local, nacional e internacional - debe ser armada. Debe ser impulsada con todo el vigor, la valentía moral y convicción que puedan reunir las Naciones Unidas, sus estados miembros y sus socios que estén dispuestos.

Promoción de la Ciudanía Mundial

La siguiente propuesta para una campaña con la finalidad de promover ciudadanía mundial (7) calza en forma natural en el marco para reorientar la educación, la percepción del público, y el entrenamiento para un desarrollo sostenible que se presenta en el Capítulo 36 del Programa 21.

Educación

La educación - formal, no-formal e informal - es, indiscutible-mente, la forma más efectiva para moldear valores, actitudes, conductas y habilidades que equiparán a los pueblos del mundo de acuerdo con los intereses de largo plazo del planeta y de la humanidad como un todo.(8) Las Naciones Unidas, los gobiernos y las agencias educativas deberían tratar por hacer que el principio de ciudadanía mundial sea parte de la norma educacional de cada niño.

Los detalles de los programas y actividades educacionales que incorporan estas actividades variarán mucho dentro y entre las naciones. No obstante, si la ciudadanía mundial se ha de comprender como un principio mundial, todos los programas deben tener algunos aspectos en común. Basado en el principio de la unidad de la raza humana, deberían cultivar tolerancia y hermandad, nutriendo el aprecio por la riqueza e importancia de los diversos sistemas culturales, religiosos y sociales del mundo y fortaleciendo aquellas tradiciones que contribuyen a una civilización mundial sostenible. Deberían enseñar el principio de "unidad en diversidad” como  llave para la fortaleza y riqueza tanto de las naciones como para la comunidad mundial. Deberían fomentar una ética de servicio al bien común y comunicar una comprensión tanto de los derechos como de las responsabilidades de la ciudadanía mundial. Estos programas y actividades deberían edificarse sobre los esfuerzos positivos del país y destacar sus éxitos tangibles, incluyendo modelos de unidad racial, religiosa, nacional y étnica. Deberían enfatizar la importancia de las NU en promover cooperación y comprensión globales; sus metas, objetivos y programas universales; su significación inmediata para los pueblos y naciones del mundo; y el papel creciente que debe desempeñar en nuestro mundo que se hace cada vez más pequeño.

Antes de emprender una campaña para promover ciudadanía mundial, será necesario desarrollar y aprobar una comprensión común del concepto. La Comisión Para El Desarrollo Sostenible podría establecer un comité especial o grupo de trabajo para que comience a desarrollar directrices para la ciudadanía mundial y propuestas para incorporar este principio en los programas de educación formal y no-formal existentes. Alternativamente, la Comisión podría buscar la ayuda de la Junta Consultiva de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible o el Comité Interinstitucional sobre el Desarrollo Sostenible. La Secretaría de las NU podría incluso elegir establecer una Unidad de Ciudadanía Mundial, similar a la otrora Dependencia de Estudios sobre la Paz, para que desarrolle estas directrices y para que coordine la implementación de la educación para la ciudadanía mundial en todo el sistema. No importa cual vía se elija, se debe dar alta prioridad a esta tarea.

La ciudadanía mundial se podría incorporar fácilmente en todas las actividades sugeridas en el capítulo 36.5. del Programa 21 para reorientar la educación hacia desarrollo sostenible. Algunos ejemplos lo ilustran:

Cuerpos consultivos/mesas redondas nacionales (36.5.c) deberían facilitar la incorporación de la ciudadanía mundial en los programas educacionales dentro del país.

Programas de entrenamiento antes y durante el servicio para todos los maestros, administradores, planificadores educacionales y educadores no-formales (36.5.d) deberían incluir el principio de la ciudadanía mundial en su contenido.

Los materiales educacionales sobre desarrollo sostenible producidos por agencias de las NU deberían estimular la ciudadanía mundial (36.5.g), como lo deberían hacer materiales educacionales sobre las Naciones Unidas.

Programa 21 pide "la formación de una red internacional" que apoye esfuerzos globales por educar para desarrollo sostenible (36.5.k). Esta red podría tanto estimular las agencias de las NU y ONG miembros para crear materiales basados en las directrices para ciudadanía mundial como proporcionar los medios para compartirlos.

A los Gobiernos y autoridades educacionales ya se les ha pedido que "eliminen estereotipos de género en los currículos" como un medio para promover desarrollo sostenible (36.5.m). Nosotros recomendaríamos que, en el espíritu de ciudadanía mundial, se eliminen también los estereotipos basados en religión, cultura, raza, clase, nacionalidad y origen étnico.

Concienciación Pública

Es necesario que la gente piense en sí misma como ciudadanos mundiales y que comprendan su responsabilidad personal en producir un desarrollo sostenible.(9) Las campañas para acrecentar la percepción pública de los desafíos de la ciudadanía mundial deben usar toda la gama de los medios y de las artes, incluyendo la televisión, los videos, las películas, radio, redes electrónicas, libros, revistas, carteles, volantes, teatro y música. Estas campañas deberían enrolar a las industrias de la publicidad, de las entretenciones y de los medios de comunicación - tanto tradicionales como no-tradicionales - todo el sistema de las NU, todos los estados miembros, las ONG, y los personajes populares. Deberían alcanzar hasta los hogares, el lugar de trabajo, áreas públicas y escuelas. Las directrices para la ciudadanía mundial que se mencionaron anteriormente deberían ser apropiadas para su uso en dichas campañas de ilustración pública y deberían servir como material básico de referencia para toda programación en los medios de comunicación.

Se podría incluir la ciudadanía mundial en las actividades presentadas en el capítulo 36.10. del Programa 21 en busca de mayor comprensión y sensibilidad pública sobre desarrollo sostenible. El siguiente ejemplo lo ilustra:

Juntas asesoras nacionales e internacionales (36.10.a) podrían estimular a los diversos medios de comunicación para que adopten las directrices de ciudadanía mundial. Los medios de comunicación han hecho mucho para aumentar la percepción pública de la interdependencia global y los enormes desafíos que enfrenta la comunidad mundial. También han destacado las diferencias aparentemente insalvables que nos dividen.

Los medios de comunicación tienen una responsabilidad para ayudar a la gente a comprender que la diversidad no necesita ser una fuente de conflictos; más bien, la diversidad puede y debe ser como fuente para el desarrollo sostenible. Pueden hacer esto al enfocar las empresas constructivas, unificadoras y de cooperación que muestran la capacidad de la humanidad para trabajar juntos para enfrentar los enormes desafíos que se nos presentan.

Al promover "una relación de cooperación con los medios de comunicación" (36.10.e) las Naciones Unidas debe definir con valentía su propia identidad y la promesa que contiene para la comunidad mundial. Las Naciones Unidas se estableció sobre altos ideales y con una visión de un mundo en paz y progreso. Al suministrar un marco de referencia para comunicación y cooperación, y al dar comienzo a innumerables proyectos constructivos, ha contribuido significativamente a la comprensión, esperanza y buena voluntad en el mundo. No obstante, sus logros son poco conocidos para la generalidad de la humanidad.

Al utilizar el concepto de ciudadanía mundial como tema integrador, las Naciones Unidas debería publicitar sus ideales, actividades y metas, para que la gente llegue a comprender el rol único y vital que las Naciones Unidas desempeña en el mundo y por tanto, en sus vidas. De igual manera, las Naciones Unidas debería promover ciudadanía mundial en todas sus actividades públicas, incluyendo las celebraciones del 50º aniversario de las Naciones Unidas y giras por el cuartel general de las Naciones Unidas. Todo documento de las NU que trate de desarrollo sostenible también debería contener este principio - comenzando con el preámbulo de la propuesta Carta de la Tierra. La ciudadanía mundial debe llegar a ser el punto único más importante de referencia ética en todas las actividades de las NU.

Los servicios de la industria de la publicidad (36.10.e) deberían ser enrolados para que promuevan ciudadanía mundial. Las campañas se podrían organizar en base a temas tales como:

Nosotros los Pueblos de las Naciones Unidas:

Celebramos la Unidad en la Diversidad

Un Planeta, Un Pueblo

No Obstante Nuestra Diversidad, Somos Una Sola Familia Humana

Nuestro Futuro Común: Unidad en Diversidad

Se deberían celebrar concursos y presentar premios para promover ciudadanía mundial (36.10.e).

Mientras destaquen la mayor percepción pública "sobre los impactos de la violencia en la sociedad" (36.10.l), los medios de comunicación pueden generar un compromiso con la ciudadanía mundial al destacar ejemplos de empresas constructivas, unificadoras que muestran el poder de la unidad y una visión común.

Cada país debería ser estimulado para que aparte recursos para la promoción de la ciudadanía mundial. También se debería tomar en consideración que se incluya entre los "indicadores de desarrollo sostenible" (40.6.) que se proponen, la promoción de este principio. Por ejemplo, se podría estimular a los países para que informen sobre esfuerzos para promover la tolerancia y aprecio por otras culturas, igualdad de los sexos y el concepto de una sola familia humana mediante los currícula, los entretenimientos y los medios de comunicación.

El Desafío de la Ciudadanía Mundial

En conclusión, la ciudadanía mundial es un concepto tan desafiante y dinámico como las oportunidades que enfrenta la comunidad mundial. Nosotros, los pueblos y las naciones del mundo, procederíamos con sabiduría si abrazásemos con valentía los principios sobre los cuales descansa y nos dejásemos guiar por ellos en todos los aspectos de nuestras vidas - desde nuestras relaciones personales y de comunidad hasta nuestros asuntos nacionales e internacionales; desde nuestras escuelas, lugares de trabajo y medios de comunicación, hasta nuestras instituciones legales, sociales y políticas. Por lo tanto, urgimos a la Comisión para que estimule a la totalidad del sistema de las NU para que incorpore el principio de ciudadanía mundial en toda la gama de sus programas y actividades.

La Comunidad Internacional Baha'i, que por más de un siglo ha estado promoviendo la ciudadanía mundial, se sentiría muy complacida de ayudar a la Comisión, a los gobiernos, a las ONG y a otros para dar desarrollo adicional a los conceptos contenidos en este documento; para proveer modelos prácticos de unidad racial, religioso, nacional y étnico para el desarrollo sostenible; y para tomar parte en consultas sobre esta cuestión crucial. Como una comunidad global que abarca la diversidad de la humanidad y al compartir una visión común, la Comunidad Internacional Baha'i seguirá promoviendo desarrollo sostenible al estimular a la gente para que se vean como ciudadanos de un solo mundo, los constructores de una civilización mundial justa y próspera.


NOTAS:

a. Los discursos ante la Cumbre de la Tierra del Presidente del Brasil; el Presidente de Francia; el Primer Ministro de Irlanda; el Primer Ministro de Japón: el Presidente de la República de las Islas Marshall; el Presidente de los Estados Unidos de México; El Príncipe Coronado del Reino de Marruecos; el Primer Ministro del Reino de Holanda; el Primer Ministro de Turquía; el Primer Ministro de Tuvalu; el Secretario de Estado de la Santa Sede; y el Secretario General de UNCED;

b. Tratados de ONG preparados en el Foro Global, incluyendo El Tratado de la Juventud; La Carta de la Tierra; La Declaración de Río de Janeiro; La Declaración de los Pueblos sobre la Tierra; El Tratado de Educación Sobre el Medio Ambiente para Sociedades Sostenibles y Responsabilidad Global; y el Tratado de Compromisos Eticos;

c. Actividades del Foro Global, incluyendo la Serie Vespertina en el Parque, que reflejaba "la diversidad cultural de la Familia Humana"; y el Monumento a la Paz, cuya inscripción dice, "La tierra es un solo país, y la humanidad sus ciudadanos;"

d. Declaraciones y publicaciones hechas por los gobiernos, Agencias de la NU y de ONG a las diversas sesiones del Comité Preparatorio y otros eventos relacionados con UNCED incluyendo el Código Universal de Conducta Ambiental (Simposio de ONG/ Medios de comunicación, octubre de 1990); En Nuestras Manos: Mujeres y Niños Primero (Informe del Simposio de UNCED/UNICEF/ UNFPA, Mayo de 1991); La Carta de la Tierra (La Red de Ciudadanos de los Estados Unidos sobre UNCED, Julio de 1991); Comunidad de Una Sola Tierra (El Grupo de Trabajo de Comunidades Religiosas sobre UNCED, Agosto de 1991); Cuidando la Tierra (IUCN/UNEP/WWF, Octubre de 1991); Una Carta de la Tierra (Comité Coordinador Internacional sobre Religión y la Tierra, 1991); Agenda Ya Wananchi (Raíces del Futuro, Diciembre de 1991); Una Etica del Medio Ambiente o Carta de la Tierra (UNEP/UK Comité Nacional, Febrero de 1992); Principios Sobre Derechos y Obligaciones Generales (documento de la Asamblea General, A/CONF. 151/PC/WG. III/L.28, 9 de Marzo de 1992); Carta de la Tierra, Japón (Foro del Pueblo, Japón 1992); Carta Para Reparación de la Tierra (Fundación Para la Reparación de la Tierra, 1992); y Nuestra Patria, El Planeta (Sir Shridath Ramphal, 1992).

  1. Programa 21, Capítulo 1.6.
  2. Uno de los temas repetidos con mayor frecuencia en el Programa 21 es la importancia vital de una "amplia participación pública en la toma de decisiones;""compromiso e involucramiento genuinos de todos los grupos sociales;" "verdadera asociación social;"y "nuevos niveles de cooperación entre estados, sectores clave de las sociedades y de los pueblos."
  3. El pedido para una ética global se oyó a menudo durante el proceso de UNCED, con particular intensidad en la Cumbre para la Tierra y el Foro Global, desde Jefes de Estado hasta los oficiales de la NU y representantes de ONG; a través de documentos oficiales de UNCED, tratados, talleres y presentaciones artísticas de ONG. Los siguientes son sólo algunos ejemplos:
  4. Declaración de Río Sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Preámbulo.
  5. Por ejemplo, véase Declaración de Río Sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Principios 5, 8, 20, 25; y Programa 21, Capítulos 1, 2, 3, 23, 24, y 36.
  6. Ver Declaración de Río Sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Principio 25.
  7. Dentro del contexto del principio de ciudadanía mundial, este programa debería ser "llevado a cabo por diversos actores de acuerdo con las diferentes situaciones, capacidades y prioridades de los países y regiones" (Programa 21, Capítulo 1.6.).
  8. Programa 21, Capítulo 36.3. declara que "La educación... debería ser reconocida como el proceso mediante el cual los seres humanos y las sociedades pueden lograr su pleno potencial. La educación es crítica para promover desarrollo sostenible y para mejorar la capacidad de los pueblos para enfrentar cuestiones de medio ambiente y desarrollo...Tanto la educación formal como la no-formal son indispensables para cambiar las actitudes de la gente... también es crítica para lograr comprensión medio-ambiental y ética, valores y actitudes, habilidades y conducta consistentes con un desarrollo sostenible y para una participación pública efectiva en la toma de decisiones. Para ser efectiva...la educación...debería abocarse a la dinámica tanto del medio ambiente físico/biológico como socio-económico y el desarrollo humano (lo que puede incluir lo espiritual)."
  9. Programa 21, Capítulo 36.9. llama la atención a la importancia de promover "amplia comprensión pública como una parte esencial de un esfuerzo educacional global para fortalecer actitudes, valores y acciones que sean compatibles con desarrollo sostenible."

El Desarrollo Sostenible y el Espíritu Humano

El Desarrollo Sostenible y el Espíritu Humano

Río de Janeiro, Brasil—4 June 1992

Junio de 1992

Por encima de cuestiones técnicas y políticas como los límites que han de fijarse a los gases que producen el efecto invernadero, la forma de promover un desarrollo sostenible y quién ha de pagar por ello, la cuestión fundamental que enfrenta la comunidad mundial es ésta: ¿Puede la humanidad, con sus arraigadas esquemas de conflicto, intereses egoístas y falta de previsión, comprometerse a una cooperación bien orientada y una planificación de largo alcance a escala global?

Las decisiones de la Cumbre para la Tierra destacaron tanto la complejidad como la interdependencia de los problemas que enfrenta la humanidad. Ninguno de estos problemas - las debilitantes desigualdades en el desarrollo, las amenazas apocalípticas del calentamiento de la atmósfera y la reducción de la capa de ozono, la opresión de las mujeres, el abandono de niños y pueblos marginados, por nombrar algunos - puede ser abordado en forma realista sin considerar todos los demás. Ninguno puede ser abordado plenamente sin una medida de cooperación y coordinación en todos los niveles que supere con creces todo cuanto haya experimentado colectivamente la humanidad.

Sin embargo, la posibilidad de tal cooperación es arruinada por la degradación generalizada del carácter humano. Aunque no son comúnmente debatidos en relación con los desafíos del medio ambiente y el desarrollo, hay actualmente en el mundo ciertas tendencias - entre las que se cuentan la muy difundida falta de disciplina moral, la glorificación de la avaricia y la acumulación de riquezas, el creciente colapso de la familia y la comunidad, el aumento de la delincuencia y el desorden, el dominio del racismo y la intolerancia y la prioridad que se da a los intereses nacionales por encima del bienestar de la humanidad - todas las cuales destruyen la confianza y la credibilidad, que constituyen la base de la colaboración.

La inversión de estas tendencias destructivas es esencial para el establecimiento de la unidad y la cooperación. Esta inversión requerirá una profunda comprensión de la naturaleza humana. Pues, si bien la economía, la política, la sociología y la ciencia ofrecen importantes herramientas para abordar las crisis interdependientes que enfrenta la humanidad, una verdadera resolución del peligroso estado de las cosas en el mundo sólo podrá lograrse cuando sea tomada en consideración la dimensión espiritual de la naturaleza humana y el corazón humano sea transformado.

Aunque hay aspectos místicos que no son fácilmente explicables, la dimensión espiritual de la naturaleza humana puede ser comprendida, en términos prácticos, como la fuente de cualidades que transcienden el estrecho interés personal. Tales cualidades incluyen el amor, la compasión, la tolerancia, la confiabilidad, la valentía, la humildad, la cooperación y la disposición al sacrificio en aras del bien común: cualidades propias de una ciudadanía esclarecida, capaz de construir una civilización del mundo unificado.

Los cambios profundos y de largo alcance, la unidad y cooperación sin precedente, requeridos para reorientar el mundo hacia un futuro justo y sostenible respecto del medio ambiente, sólo serán posibles tocando el espíritu humano, apelando a los valores universales que son los únicos que pueden hacer que las personas y los pueblos actúen en concordancia con los intereses de largo plazo del planeta y de la humanidad como un todo. Una vez que sea utilizada, esta poderosa y dinámica fuente de motivación individual y colectiva liberará un espíritu tan profundo y benéfico entre los pueblos de la tierra, que no habrá poder que resista su fuerza unificadora.

La verdad espiritual fundamental de nuestra época es la unicidad de la humanidad. La aceptación universal de este principio - con sus efectos en la justicia económica y social, la participación universal en la toma de decisiones sin antagonismo, la paz y seguridad colectiva, la igualdad de los sexos y la educación universal - hará posible la reorganización y administración del mundo como un solo país, el hogar del género humano.

Hace más de cien años atrás, Bahá'u'lláh desafió a los gobernantes y pueblos de la tierra a hacer que su visión abarcara el mundo: "No debe enorgullecerse quien ama su propio país, sino más bien quien ama el mundo entero."La respuesta a este desafío está pendiente.

Mujeres y Hombres: Una Sociedad para un Planeta Saludable

Mujeres y Hombres: Una Sociedad para un Planeta Saludable

Exposición prsentada al "World Women's Congress for a Healthy Planet"

Miami, Florida—8 November 1991

8-12 Noviembre, 1991

"El bienestar de la humanidad, su paz y seguridad son inalcanzables, a menos que se establezca firmemente su unidad." Estas palabras proféticas, pronunciadas por Bahá'u'lláh durante las décadas finales del siglo diecinueve fueron poco menos que pasadas por alto por los dirigentes de la época. No obstante, en la década final del siglo veinte, la humanidad ha comprendido cada vez mejor su interdependencia y se ha convencido finalmente que ningún individuo, institución o nación puede vivir completamente aislados del conjunto. La crisis del desarrollo / medio ambiente ha hecho que muchos re-examinen sus opiniones sobre el mundo y a mirar a la tierra como un sistema único, orgánico y unificado. En consecuencia de ello, la búsqueda del equilibrio entre las necesidades de la sociedad y los recursos limitados del mundo natural se está produciendo en el contexto más amplio de la búsqueda del equilibrio, paz, y armonía dentro de la sociedad misma.

La relación íntima entre la unidad de la raza Humana y la igualdad de los sexos se explica en las Escrituras Baha'is: "... la mujer debe recibir el mismo privilegio en la educación que recibe el hombre y pleno derecho a sus prerrogativas. Es decir, no debe existir diferencia en la educación del varón y la mujer para que las mujeres puedan desarrollar igual capacidad e importancia que el hombre en la ecuación económico-social. Entonces el mundo alcanzará la unidad y la armonía. En épocas pasadas la humanidad fue defectuosa e ineficiente porque estaba incompleta. La guerra y su desolación agotaron al mundo. La educación de la mujer será un paso gigantesco hacia su abolición y fin, ya que la mujer ejercerá toda su influencia contra la guerra. La mujer cría al niño y educa al joven hasta la madurez. Ella rehusará ofrecer sus hijos en sacrificio sobre el campo de batalla. Ciertamente, ella será el factor más importante en el establecimiento de la paz universal y el arbitraje internacional. Es seguro que la mujer abolirá las guerras entre los seres humanos".

Hasta la fecha, la mayoría de los sistemas de organización social han marginado a las mujeres. En su conjunto, las estrategias modernas de desarrollo han tendido a reforzar y, en ocasiones, exacerbar las condiciones de falta de igualdad. Para enfrentar la desigualdad entre los sexos, las Naciones Unidas lanzó el hito "El Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz (1975-1985)." Como consecuencia de investigaciones hechas durante el Decenio, se hicieron más visibles las contribuciones vitales de las mujeres a la vida social y económica de sus naciones. Las nuevas investigaciones también destacaron las cargas innecesarias llevadas por las mujeres y los obstáculos que impedían su plena participación en la sociedad. Más, significativamente, el Decenio reunió a las mujeres y les suministró oportunidades sin precedentes para intercambiar puntos de vista y experiencias. Las mujeres encontraron que sus preocupaciones compartidas por su propio futuro y por el de la familia humana les permitían trascender fronteras nacionales, de clase y de raza. Además, el Decenio catalizó la revitalización de las organizaciones femeninas tradicionales y la creación desde las raíces de nuevas Organizaciones. No-Gubernamentales (ONGs) que se preocupen de las necesidades específicas de las mujeres. Estas ONGs han facilitado una extensa red entre las mujeres, dándoles el poder para articular sus necesidades, diseñar sus propios programas, y comenzar a efectuar la elaboración de políticas a todos los niveles. Como resultado de los esfuerzos emprendidos durante el Decenio, los planificadores del desarrollo han comenzado a enfrentar la falta de acceso de las mujeres a recursos tales como la educación, la tecnología y el crédito. Las agencias de las Naciones Unidas, los gobiernos nacionales y las agencias internacionales de desarrollo han establecido divisiones para que aborden las necesidades de las mujeres.

Estos son logros significativos que deben ser fortalecidos y ampliados considerablemente. No obstante cierto progreso, las mujeres permanecen marginadas de la elaboración de políticas, y los sistemas que tradicionalmente las han oprimido permanecen, en gran medida, intactos. Estos sistemas adhieren al modelo de dominación que ha caracterizado a la sociedad por miles de años: los hombres han dominado a las mujeres; un grupo racial o étnico ha dominado a otros; y nación ha dominado a nación. No obstante la renuencia de la humanidad al cambio, "el equilibrio está variando, la fuerza está perdiendo su dominio, y la viveza mental, la intuición y las cualidades espirituales de amor y servicio, en las que la mujer es fuerte, están ganando en poder. En adelante tendremos una época menos masculina y más influida por los ideales femeninos o, para explicamos más exactamente, será una época en la que los elementos masculinos y los femeninos de la civilización están más equilibrados".

En tanto que las mujeres deben desarrollar sus capacidades y adelantarse para desempeñar un papel activo en la solución de los problemas del mundo, el impacto de sus acciones será limitado si no reciben la plena cooperación de los hombres. Mujeres trabajando juntas en unidad y armonía ya han logrado mucho en las esferas de influencia que les están abiertas. Ahora las mujeres se deben unir a los hombres como socios iguales. Cuando los hombres brinden su pleno apoyo al proceso, dando la bienvenida a las mujeres en todos los campos del esfuerzo humano, valorando sus contribuciones y estimulando su participación, los hombres y las mujeres juntos ayudarán a crear el clima moral y sicológico en el que puede emerger la paz y pueda avanzar y florecer una civilización sostenible ambientalmente.

La transformación que se requiere para la verdadera igualdad será, sin duda, difícil tanto para los hombres como para las mujeres, porque ambos deberán revaluar lo que es familiar, lo que es rutina. Se debe abandonar la culpabilidad porque ningún individuo puede cargar con la culpa de haber sido modelado por fuerzas históricas y sociológicas. La culpa se debe descartar en favor de la responsabilidad por el crecimiento. A la luz de los profundos desafíos que enfrenta la humanidad, todos cargan con la responsabilidad de reconocer que el antiguo modelo ya no funciona, y todos deberán responder ante las futuras generaciones por su fideicomiso de la civilización humana y su relación con la tierra.

El cambio, no obstante, es un proceso evolutivo que requiere de paciencia con uno mismo y con los demás, educación amorosa y el transcurso del tiempo. La transición se facilitará cuando los hombres comprendan que ellos no podrán lograr sus plenas potencialidades en tanto que se impida a las mujeres de alcanzar las suyas. En verdad, cuando los hombres promuevan activamente el principio de la igualdad, las mujeres ya no tendrán necesidad de luchar por sus derechos. Gradualmente, tanto las mujeres como los hombres abandonarán antiguas actitudes no saludables e incorporarán progresivamente en sus vidas los valores que conducen a la verdadera unidad.

La opinión de la Comunidad Internacional Baha'i es que la civilización mundial que emerge tendrá por base un compromiso común con un nuevo conjunto de valores, una comprensión compartida del equilibrio entre derechos y responsabilidades, y la disposición por parte de cada cual para servir los mejores intereses de la humanidad como un todo. Para los Baha'is, el compromiso con la emancipación de la mujer no es algo reciente y tampoco es la igualdad entre los sexos un vago ideal. Es nuestra convicción que la unificación de la raza humana depende del establecimiento de la igualdad entre hombres y mujeres. La humanidad, explican las Escrituras Baha'is, al haber pasado por las etapas de la infancia, niñez y turbulenta adolescencia, ahora se acerca a su madurez, una etapa que atestiguara "la reconstrucción y la desmilitarización de todo el mundo civilizado - un mundo orgánicamente unificado en todos los aspectos esenciales de su vida."

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